9.7 C
Madrid
viernes 26 diciembre 2025
Inicio Blog Página 964

Pancismo político

0

La más alta eminencia literaria se manifestaba el mismo día: mientras tenía lugar la publicación de la primera parte del Quijote estaba representándose “El Rey Lear”, de la que Jefferson decía: “un sentido vívido y duradero del deber filial se imprime con mayor eficacia en la mente de un hijo tras su lectura, que por la de todos los libros que sobre la ética y la divinidad se hayan escrito”.   Los rusos han sido probablemente los que mejor han comprendido la novela de Cervantes. Turgeniev alababa la generosidad espiritual y nobleza de sentimientos del inmortal hidalgo manchego. Dostoievski sentía tal devoción por él que en su “Diario de un escritor” lo llama “el más noble entre los nobles que han existido en el mundo”; ciertos personajes suyos son de filiación quijotesca: el príncipe Mishkin o Aliocha Karamazov; y en la leyenda del Gran Inquisidor, la “ardiente noche sevillana” despierta ecos cervantinos.   Alonso Quijano, condenado a la derrota, sale no obstante a medirse con el mundo, en su empeño de transfigurarse en caballero andante. Don Quijote siempre es leal a sí mismo en cualquier circunstancia, a su voluntad indomable, por muchos enemigos, obstáculos o adversidades que se crucen en su camino: “Bien podrán los encantadores quitarme la aventura, pero el esfuerzo y el ánimo es imposible”.   El nuevo coordinador general de IU, Cayo Lara, hizo un llamamiento a la huelga general “no como fin en si misma, sino para decirle a los poderosos que por ahí -sacando el dinero público para meterlo en los bolsillos de la banca-, no vamos a ninguna parte”. Esta propuesta ha sido recibida con frialdad e incluso indiferencia por parte de las dos principales centrales sindicales, que sólo la creen justificada en caso de que el Gobierno o la patronal recorten derechos de los trabajadores.   Cayo Lara (foto: IU Daimiel) En “El idiota” se puede leer este pasaje: “Dicen que existen tantas oficinas de gobierno, tantos burócratas, que sólo el pensarlo marea. Todo el mundo ha sido, es o será funcionario del Estado. Todo el mundo está dispuesto a ponerse a su servicio”. El pancismo sindical no quiere ni puede ver, a causa de su condición estatal, que incluye, por tanto, la subordinación al engendro partidocrático, la permanente razón que asiste al conjunto de los ciudadanos, para “deshacer el entuerto” de los usurpadores de sus derechos políticos.

Pactos ficticios rotos (II)

0

Pactos ficticios rotos (II)* Esta Constitución, defendida en su día por el PCE como emblema de la “reconciliación nacional”, consagra una combinación absolutamente letal para toda posibilidad de control democrático del poder: la inseparación entre los Poderes Ejecutivo y Legislativo y el sistema de representación proporcional mediante listas, que la inconsistencia teórica de políticos y periodistas quiere hacer “abiertas”, como si ello disminuyese en algún grado el efecto que sobre la representatividad tiene la “ley de hierro de las oligarquías” denunciada por Robert Michels. Es ocioso insistir en la obviedad de que tal combinación pone al parlamento al servicio del gobierno y deja por tanto en una pura ilusión toda noción de contrapeso entre poderes. Pero no es extraño que tal situación no sea objeto de mayor análisis por el PCE: la clase política es conservadora por naturaleza. Un sociólogo tan notable como James Meisel ya hizo una descripción suficientemente ilustrativa de las tendencias a las que inevitablemente se abandonan estos grupos: el ya mencionado “consenso”, es decir, la falta de transparencia democrática, el intercambio y la resolución de conflictos en reuniones de despacho y no en los foros públicos de debate; la “conciencia de clase”, es decir, la conciencia de pertenecer a un grupo con intereses comunes que deben ser objeto de protección frente a posibles ataques exteriores, y como corolario de ambas, coherencia de propósitos y objetivos entre sus miembros.   Todos esos factores explican el proceso por el cual se llegó al “pacto constitucional” que ahora el PCE denuncia como incumplido. Pero no hay un cuestionamiento, por parte de los comunistas españoles de aquel modus operandi del que ellos fueron partícipes; a lo sumo, el apunte de que “el referéndum del 78 fue lo menos parecido a la decisión soberana de un pueblo, al que sólo le dieron dos opciones: Monarquía Parlamentaria o Franquismo sin Franco". Por qué entonces aceptaron este proceder es algo que no pueden explicar, pues les llevaría a cuestionarse por completo la historia de los últimos 30 años y el papel desempeñado por la oposición antifranquista en la evolución de los acontecimientos. Con el riesgo evidente de que el beaterio desencadenado por el 30º aniversario de la Constitución de 1978 quede al descubierto como la manipulación política que es.   Prosigue el comunicado del PCE alentando un “Proceso Constituyente a favor de una Tercera República cargada de derechos sociales, económicos y ambientales, de paz y amistad con los pueblos, y con una democracia participativa de calidad". La confusión de la fórmula es notable, y es de imposible concreción o plasmación en texto constitucional alguno. La “amistad con los pueblos”, suponiendo que la definición de un concepto tan vago e inespecífico esté fuera de discusión, no es algo que quepa regular por decreto alguno, que a lo sumo puede imponer la “alianza entre estados”.

Ejecución inseparada

0

El artículo 2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial proclama que corresponde en exclusiva a Juzgados y Tribunales juzgar y hacer cumplir lo juzgado. El precepto recoge nominal o formalmente un principio democrático tan básico como que el monopolio de la justicia inherente a cualquier Poder Judicial que se reclame como tal, abarca no sólo la fase declarativa del derecho, sino también su tutela ejecutiva. Sin embargo el carácter meramente programático de dicho precepto, matizado por una Jurisprudencia asentada en decisiones avaladas por un tribunal de garantías constitucionales que es marioneta política de los partidos, ha puesto en evidencia la inexistencia de ese monopolio de la actividad ejecutiva con residencia en sede judicial.   La configuración del Estado de las autonomías como perpetuo proceso de delegación competencial, motivó en un primer momento la gravísima transferencia a las distintas Administraciones Autonómicas del seguimiento y cumplimiento de la ejecución de las sentencias penales privativas de libertad, con la competencia residual pero también administrativa, de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias en aquellas autonomías que no asumieron las competencias en materia de Justicia. El tratamiento penitenciario, concesión de permisos, progresión en grado y cumplimiento de las penas, salía así de la esfera judicial, administrativizándose y dejando al Juez de Vigilancia Penitenciaria, como simple filtro de legalidad ex post poniendo la ejecución penal en manos políticas con la consiguiente pérdida de garantías del justiciable.   Esa desjudicialización de la tutela ejecutiva ha sufrido recientemente una nueva vuelta de tuerca que ha pasado prácticamente inadvertida a la opinión pública y que debe ser denunciada. Dando un salto cualitativo y alcanzando ahora al proceso civil, desde el pasado 26 de Noviembre, el Ministerio de Justicia ha asumido la facultad ejecutiva consistente en subastar los bienes embargados en los procesos judiciales, hasta ahora sometida por entero al control de la actividad judicial de los Juzgados de Primera Instancia donde se tramitaba la correspondiente ejecución. Basta entrar en la página web del Ministerio de Justicia para participar en las subastas “on-line” de bienes trabados por los órganos judiciales, donde se puede obtener por cualquiera que quiera participar en las pujas copia de la documentación judicial trascendente, incluidas resoluciones, actas y diligencias, que se encuentran archivadas digitalmente en tal sede administrativa. La agilidad y la eficacia han sido tradicionalmente pretextos del poder político para sustraer a los ciudadanos de las garantías judiciales, articulando procedimientos sumarios o directamente asumiendo competencias administrativas de lo que es materia judicial. No es Guantánamo, pero si un signo más de la inexistencia de separación de poderes.

Democracia virtual

0

La difícil comprensión de los fenómenos sociales, combinada con una equívoca creencia en el libre albedrío, suele dar pie a presentar la vida en común como un agregado de voluntades individuales. Más todavía si se considera la llamada sociedad abierta, pues las actuaciones personales que atañen a lo colectivo no están directamente sometidas a una coacción externa comprobable, sino que ésta se interioriza sicológicamente, buscando no ya eludir la censura, sino conseguir la aprobación de un fantasmagórico otro generalizado, abstracción principalmente encarnada hoy aquí por las instituciones políticas estatales y el consenso público al respecto que demuestran los medios de comunicación oficiales, que, al definirse como democráticos, remiten, cerrando el círculo, precisamente a la voluntad de la mayoría.   Las declaraciones de los políticos y la línea editorial de los medios conceden continuamente un valor referencial a lo que refieren como “la sociedad” o “la ciudadanía”, nutriéndose ambos de las conclusiones deducidas de encuestas privadas, por ellos encargadas, que cuando se divulgan constituyen la llamada “opinión pública agregada”. Pero más allá de la utilidad estadística de semejantes muestreos y de la posibilidad de deducir conclusiones sociológicas, no es posible presentar este fenómeno como si la sociedad civil se abriera camino al poder, cuando es al contrario, o sea éste, quien lo manipula para poder convalidarlo con sus ambiciones.   Para corregir esta falla, se ha inventado una fantasmagórica “opinión pública discursiva”, que se define como, citando al profesor Víctor Sampedro Blanco, “un proceso donde el público es un colectivo de voluntades individuales que deliberan entre sí, condicionándose mutuamente" . Esto supongo significa que hay que acompañar los fríos números de una muestra con las opiniones concretas, deduzco que a favor y en contra, de algunos sujetos no públicamente significados, seleccionados aleatoriamente. Con tan poca cosa se construye lo que designan “esfera pública”, parlamento virtual con el poder que quiera concedérsele, de la ideal “democracia deliberativa”. Ante tan alta construcción teórica y fabulosa solución, ahora comienzo a comprender por qué en España se impide a los ciudadanos que hagamos uso de la burda y retrasada “norma de la mayoría”, por más que se trate de un procedimiento para fundamentar las decisiones colectivas de carácter obligatorio adicionando las voluntades individuales, lo que ya implica, de por sí, la realización de los principios de igualdad y participación políticas.   Obama virtual (foto: rikomatic)

MUJERES EN MARCHA

0

Pese a la ficción revolucionaria de la rendición de la Bastilla (14 de julio) y la renuncia al feudalismo de la gran nobleza (4 de agosto), nada había cambiado de sustancial en la relación de fuerzas que sostenía el equilibrio de la monarquía absoluta. La Asamblea Nacional, a pesar de su nombre, “permanecía feudal, no era otra cosa que los antiguos Estados Generales” (Michelet), y tan pronto como dejaba de discutir abstracciones caía en la impotencia cuando no en la reacción.

Luis XVI había expresado sin ambigüedad que no aprobaría la abolición de los derechos feudales ni la declaración de derechos del hombre y que estaba dispuesto a autorizar la Constitución a condición de reservarse el poder ejecutivo, el judicial y un derecho de veto absoluto contra el poder legislativo. La mayoría de la Asamblea apoyaba este tipo de Constitución.

Nada ilustra mejor la disparatada situación en que los representantes del tercer estado habían colocado al movimiento revolucionario que la contradictoria conducta de Mirabeau al decir que prefería vivir entre otomanos bajo un sultán con derecho de veto que en Francia bajo un monarca sin veto, mientras hacía circular en las tribunas populares del Palais Royal el rumor de que había sufrido un atentado mortal perpetrado por los partidarios del veto.

El clima de desconfianza hacia la Asamblea de Versalles no estaba compensado, como sucedió en las jornadas de julio, por la confianza en los electores de distrito. La nueva asamblea de la Comuna de París, a la que habían accedido por elección talentos como Condorcet, Lavoisier y Brissot, se mostraba incapaz de establecer coherencia administrativa y solidaridad con los ayuntamientos rurales para abastecer regularmente a la población de París. El papel impulsor desempeñado en julio por la comisión de electores fue asumido desde finales de agosto por las mujeres de los mercados centrales de la Halle, organizadas en corporación y convertidas en intérpretes y portavoces de todas las amas de casa pobre de París. Ellas difundieron la creencia de que la escasez de pan terminaría si traían a París al rey panadero, a la reina panadera y al príncipe marmitón.

La noticia de la despedida de Necker desencadenó el movimiento de la burguesía de París que llevó a la rendición de la Bastilla y a la constitución de la Comuna democrática de París. La noticia de la ofensa de la reina a la escarapela tricolor, en la cena de gala que ofreció a los oficiales del Regimiento de Flandes, fue la chispa que puso en pie a las mujeres y en marcha el movimiento femenino que consiguió la inmediata aprobación por el rey de la abolición de los derechos feudales y de la declaración de derechos del hombre, junto a la proeza de arrastrar a París a la familia real para poner fin a la escasez de pan y, alterando de verdad el equilibrio político a favor de la causa popular, abrir un período de paz de dos años, roto unilateralmente por la huida del rey a Varennes.

La innovadora columna

A pesar del notable trabajo realizado por la historiografía femenina, especialmente la anglosajona, para establecer la verdad histórica y, con ella, la importancia y dignidad de la participación de la mujer en los acontecimientos de la Revolución francesa, contra la denigración y falseamiento de que ha sido objeto, falta aún por investigar la respuesta a cuestiones esenciales de la primera manifestación pública del movimiento femenino.

La marcha en columna fue una innovación táctica de la mujer respecto a la tradicional barricada masculina. La superioridad de la marcha ofensiva sobre la barricada defensiva fue descubierta por azar el 14 de julio, cuando la columna que regresaba con pólvora y cañones al centro de las barricadas se desvió hacia la Bastilla a instigación de las mujeres del Palais Royal.

La cultura de la barricada fue producto de la época en que el pueblo, para defender sus antiguos derechos ante el avance del absolutismo, no podía concebir otra acción colectiva que la de resistir en su casa, en su calle, en su plaza o en su ciudad. Pero cuando se trató de conquistar nuevos derechos populares, la barricada además de inútil, devino suicida. Al adversario le bastaba cortar el suministro de alimentos, como en la táctica militar de asedio, para aniquilar a los sitiados.

La conquista revolucionaria de nuevos derechos requería necesariamente el hallazgo por el pueblo de una táctica ofensiva adecuada. En un primer momento, la inercia del pensamiento y el recuerdo emotivo de la lucha frondista impulsaron erróneamente a los parisinos a prepararse durante las jornadas de julio para una resistencia de barricadas.

En esta tradición la mujer ayuda al varón realizando, como en la vida cotidiana, las labores de intendencia. El maestro, el oficial y el aprendiz permanecen en casa mientras la mujer sale a buscar alimentos, leña, candelas, jabón, noticias del mercado, rumores de la calle y, cuando se trata de defender su casa, armas de fuego y pólvora. En tiempos de crisis los mercados se convierten en lugares donde circulan los rumores y los propósitos colectivos de las masas femeninas. Fue natural que la decisión de marchar sobre la Asamblea Nacional en manifestación por las calles y en columna por la ruta de Versalles surgiera de las mujeres del mercado de la Halle para resolver de una vez por todas el abastecimiento de pan, obligando al rey a vivir en el Louvre.

En solitario

Las mujeres deciden ir solas, sin hombres y contra los hombres. Ellas mismas formaron una guardia armada de orden para impedir que éstos se incorporasen. Los historiadores explican esta originalidad por la razón táctica de asegurar que la columna llegara a Versalles sin ser ametrallada. Absurda y superficial explicación que no tiene en cuenta la evidencia. Para tal táctica no habrían marchado en columna militar con armas de fuego, ni habrían admitido en sus filas a unos centenares de hombres disfrazados de mujer para ayudarlas en el transporte de carruajes y armas pesadas.

Deciden ir como mujeres para poder actuar como mujeres. Para resolver femeninamente un problema práctico de intendencia y poder reparar ellas mismas la ofensa de una mujer a sus héroes de la Bastilla. Habían perdido su confianza en la voluntad masculina de resolver la situación con algo más que palabras. Tenían que dar una lección y una advertencia. Marcharán contra la Asamblea Nacional y si fuera necesaria contra el castillo en Versalles. Obligarán al rey a que garantice personalmente el abastecimiento de pan y a que retire el veto, y a los oficiales de la reina a que pisoteen la escarapela negra de la austriaca y se pongan la tricolor.

A diferencia de las acciones colectivas de los hombres, ellas no reconocen ningún liderazgo. Piden al héroe de la Bastilla Maillard que las acompañe para que las presente formalmente en la Asamblea. Allí se expresa éste con rudeza y las mujeres amenazan al presidente Mounier por defender el veto del rey. Pero lo aplauden cuando responde que lo hace por conciencia sin temor a perder la vida por ello.

Designan como portavoz de la comisión de doce mujeres que hablará con el rey a la joven Louisse Chably, quien sale emocionada de la entrevista, con su promesa verbal de abastecer de pan a París, dando vivas al rey. Las mujeres la obligan, bajo una lluvia de insultos y amenazas, a volver a entrar y no salir sin la orden escrita y firmada por el propio rey.

Amanecer

Cuando todos pensaban que la crisis política provocada por el levantamiento femenino estaba resuelta por la concesión del rey a todas sus peticiones de pan, de retirada del veto a los acuerdos de la Asamblea y de restitución del honor nacional a la escarapela de la Revolución, el alba sorprende al castillo con una invasión de las mujeres, que llegan hasta el mismo aposento de la reina, para conseguir el último y más firme de sus propósitos. Devolver al Louvre la familia que lo había abandonado, por los placeres de Versalles, más de cien años antes.

El día 6 de octubre, fecha en que entra en París toda la familia real, escoltada por una inmensa muchedumbre, seguida horas después por la Asamblea Nacional, tiene lugar la Revolución Francesa. Ni antes ni después de esta fecha se produce un acontecimiento revolucionario de tal envergadura, hasta la ejecución de Luis Capeto y María Antonieta en la guillotina.

Las mujeres, como masa femenina, volverán a estar presentes en todos los movimientos populares, junto con los hombres. Primero contra las Tullerías para deponer al rey. Luego contra la Asamblea para deponer a la Gironda.

Pero a ellas solas corresponderá otra vez el mérito histórico de haber sido las creadoras de las primeras medidas intervencionistas del Estado para limitar el precio del pan, azúcar, café, velas y jabón, mediante la famosa ley del “máximo” que la Convención de Robespierre tuvo que conceder a la marcha de las mujeres.

Esta táctica de la marcha urbana sobre la Convención terminó bajo el Directorio cuando Bonaparte empleó la artillería en la célebre masacre de Vendimiario. Una vez Emperador, encargó al arquitecto Petit el diseño urbanístico de París, que hoy conocemos, con la finalidad contrarrevolucionaria de ofrecer espacios abiertos y grandes arterias que permitieran reprimir con facilidad las marchas o barricadas de la población.

(El Independiente, 8-10-1989)

La gran estafa

0

Bernard Madoff, uno de los pioneros del moderno Wall Street y ex presidente del mercado de Nasdaq, en paralelo a la sociedad inversora que fundó como una firma de corretaje que prestaba servicios de intermediación entre vendedores y compradores de acciones, montó un club de asesoramiento financiero a través del cual movía los fondos de multimillonarios –family offices-, hedge funds y bancos de todo el mundo, a los que ofrecía una rentabilidad muy alta, cercana al 10% anual; su tarjeta de presentación era impecable: sólo cinco meses de caídas entre 1993 y 2007. Madoff nunca estuvo dispuesto a explicar el secreto de su continuado éxito.   Los bancos han desarrollado herramientas financieras que son el resultado de combinar movimientos y posiciones en varios activos, generalmente en aquellos cuyo valor deriva de la evolución de los precios de otros activos denominados subyacentes (cestas de acciones, divisas, tipos de interés, índices bursátiles, materias primas, inflación, etcétera), con el fin de crear productos (de inversión o de cobertura) a la medida de las expectativas de sus mejores clientes, resaltando su atractiva rentabilidad y disimulando sus riesgos. Estos productos estructurados, que tenían como referencia los de Madoff, ofrecían garantía de capital o bien la posibilidad de invertir por un importe superior al que pone realmente el cliente mediante el apalancamiento, cuyo incremento provoca una mayor exposición a la insolvencia e incapacidad de atender pagos.   El reputado Madoff puso en marcha un gigantesco fraude de tipo piramidal, en el que el capital aportado por los nuevos inversores cubría la jugosa rentabilidad que esperaban los antiguos. Para que esta estafa se mantuviera en pie era necesaria la constante inyección de dinero fresco; se ha venido abajo en cuanto se han producido reembolsos masivos en la industria de los hedge funds. El financiero estadounidense ha sido descubierto por su falta de liquidez inmediata: necesitaba 7000 millones de dólares para satisfacer las reclamaciones de sus inversores. Se calcula que pueden haberse evaporado cerca de 40.000 millones de euros.   Ante su monumental desatención los reguladores del mercado de valores (SEC) aclaran que no “hay policías suficientes en el mercado para vigilar que las reglas se cumplen”.   hechos significativos Para paliar su falta de fondos el ayuntamiento de Barcelona sube los transportes públicos cerca de un 7%. El Banco Santander tiene 2330 millones ligados a la estafa de Madoff.

Mr. Hyde

0

Dr. Jekyll y Mr. Hyde (foto: lerble) Mr. Hyde El señor Hyde es un mal lanzador de zapatos. Lo cierto es que no es diestro en casi nada, siempre actúa con excesivo ímpetu, muy atropelladamente. La acción libre tiene sus desventajas y esta es una, se encuentra demasiado cerca de los sentimientos primarios. Aunque suyo es el privilegio de trazar nuevas rutas en el mundo, no está en su poder organizarse espontánea coherente y pacíficamente.   La libertad de acción, a diferencia de la acción libre, es metódica y suele actuar con la habilidad que produce la dedicación serena. La sociedad civil, que es el lugar natural de la acción libre, sólo puede darse a sí misma una libertad de acción general a través del Estado. En el todo social lo oculto y salvaje es la sociedad civil; el Estado es la voz coherente y clara del doctor Jekyll y no cabe duda de que si el zapato volador hubiera sido suyo, de ninguna manera habría errado el blanco.   Precisamente porque la vida de Mr. Hyde es convulsa y en muchas ocasiones se encuentra dominada por el temor, la duda y la locura, los individuos que componen su personalidad, cada uno de nosotros, ha desarrollado una aguda pasión de Estado, que los más superficiales –ignorando su componente administrativo- reducen positivamente a firmeza en la acción del poder ejecutivo y los más ilusos negativamente a un ente represivo y susceptible de mengua planificada o de aniquilación, como si su existencia –ajena a la voluntad particular de los individuos- no fuese condición previa de la propia política.   Sin embargo, que la única voz coherente o que la acción más eficaz de la sociedad civil sea precisamente la que tiene como intermediario al Estado, no debe hacernos olvidar la monstruosidad que ha supuesto intentar estatalizarla y, sobre todo, la vileza que cometen quienes, diciéndose parte de ella, se estatalizan para dominarla. No hay contradicción en reconocer a un mismo tiempo el poder civilizador del Estado y la necesidad política de civilizarlo.

Recesión política

0

Cuatro cuestiones ponían a prueba la unidad de los 27 países integrados en la UE: superación de la crisis política que paralizó al Tratado de Lisboa, a causa del No de Irlanda; unificación de las medidas estatales para afrontar la crisis de recesión en la economía global; impulso unitario a la reducción significativa de las emisiones de bióxido de carbono; y reactivación de lo acordado por el G-20 washingtoniano sobre rebaja de subsidios y aranceles en el comercio mundial.   El primer objetivo se ha saldado con un fracaso. Hasta después de 2010 no se sabrá si el Tratado de Lisboa, modificado con un protocolo posterior a la entrada de Croacia, entrará en vigor. Mientras tanto las elecciones europeas se harán de acuerdo con el Tratado de Niza. La unificación política se hace más difícil, por no decir imposible, con la renuncia a reducir el número de Comisarios, que seguirán actuando como parlamentarios ejecutivos, para defender cada uno los intereses de su país, como hasta ahora. Y el cuarto objetivo, el mandato de cerrar la Ronda de Doha sobre el comercio mundial antes del próximo 31 de diciembre, ya es imposible. El director general de la OMC, Pascal Lamy, ha declarado que, ante el riesgo de fracasar, como en el mes de julio, prefiere aplazar el acuerdo para intentar que se superen los mismos escollos, principalmente los aranceles chinos a las importaciones agrarias y los subsidios de EEUU a la producción algodonera.   El segundo objetivo, el más apremiante ante el agravamiento por días de la crisis económica mundial, se ha cumplido a medias. Jean-Claude Juncker, presidente del eurogrupo, quita relevancia a la simbólica cifra del 1,5 del PIB; para el comisario Almunia, Berlín debe marcar la pauta; el ministro alemán de Economía critica con dureza el plan británico de rebajar el IVA; y el análisis detallado de las ayudas en los trece principales países revela que las medidas de estimulo fiscal solo alcanzarán el 0,6 del PIB de la UE. El tercer objetivo, la depuración en la atmosfera de emisiones peligrosas, ha desatado el triunfalismo de Sarkozy. La reducción del 20 por cien para el año 20 es una buena medida, que repercutirá en la Cumbre del Clima de Copenhague, a finales de 2009, para reemplazar los acuerdos de Kioto a partir de 2012. Este acuerdo ha sido propiciado por el plan de Obama para las energías alternativas, y por la disposición de India y China a reducir el 15 o el 20 por ciento del aumento de sus emisiones.   florilegio "La recesión política la produce la complejidad transaccional del consenso, frente al temor a las decisiones por mayoría. La unanimidad hace regresar al punto de coincidencia en lo más inmediato y menos inteligente."

Indiferencia civil

0

Si los españoles aguantaron estoicamente el Franquismo hasta la muerte del mismísimo Dictador, con mucha mayor soltura tolerarán su herencia monárquica, que además de permitir el pluralismo de partido en el Estado, promociona hasta retorcerlas todo tipo de libertades, excepto las que atañen a lo colectivo, que habrían de convalidarse administrativamente dando por plausible participar en el reparto proporcional en inferioridad de condiciones; pero contando con la unánime definición público-mediática que torna en democrática la realidad de un poder sin control y donde los votos de los ciudadanos no eligen nada ni a nadie.   Que la única salida pacífica a este Juancarlismo auto reaccionario, que deseamos episódico y no terminal para España, tenga que venir de la atrofiada sociedad civil; no es que resulte milagroso, sino más aun histórico, pues sería la primera vez que los españoles protagonizaran algo así.   Aunque deducir atributos colectivos carezca de rigor científico alguno, sí responden a una generalización descriptiva. En este caso, las naciones a las que hemos de compararnos son a la francesa y a la británica. Ambas protagonizaron dos revoluciones, con cierta implicación popular, que acabaron con la ejecución de sus monarcas, símbolo de la autoridad del Estado, por entonces vinculada a lo divino. Los españoles somos ajenos a hechos similares. El pueblo ha eludido cualquier complicación política, jamás creyéndose respaldado por el derecho y sabiéndose insignificante para las castas dirigentes. El ejército decimonónico fue la cantera de los “revolucionarios”, reflejando que solamente un poder fáctico podía oponerse de hecho al Estado, episodios que se nos han presentado como guerras “civiles”. Respecto a la cuestión de los reyes, es difícil dilucidar si nos hubiéramos atrevido a ejecutar alguno, pues los borbones hicieron gala de un pragmático amor patrio que les llevaba a poner tierra de por medio ante la primera dificultad, demostrando considerar siempre su persona de mucho mayor valor que la Corona.   Oliver Cromwell mural (foto: kyz) Es así como se debió forjar el carácter de un pueblo acostumbrado al dirigismo político, considerando ajena la res publica al comprobar que la Ley está continuamente a disposición de los poderosos, y aguantando con pío estoicismo su eterna sumisión, ahora con la síntesis monárquica del Franquismo y la II República bajo la égida de Juan Carlos, que pervive estatalizando la esperanza y cultivando una utopía de autonómica ingeniería social.

Quimera

0

Según la mitología la Quimera es un monstruo imaginario que vomitaba llamas y tenía cabeza de león, vientre de cabra y cola de dragón (Diccionario de la lengua española). Vagaba por el Asia Menor asustando a las gentes y engullendo sus rebaños. Este diccionario también define la quimera como todo aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no siéndolo.   Quimera de la Catedral de Notre-Dame (foto: Meryabad) Siguiendo la estela de estas narraciones, Jesús Caldera, vicepresidente de la Fundación IDEAS (Igualdad, Derechos, Ecología, Acción y Solidaridad; una “think tank” perteneciente al Partido Socialista), ha presentado un Decálogo de reformas destinadas a paliar la crisis financiera mundial… Este documento es un informe, supervisado por los catedráticos Carlos Mulas y Emilio Ontiveros, destinado a aportar ideas a la cumbre del G-20, celebrada en noviembre en Washington, en el que auguran su nueva denominación: la cumbre del G-21. ¡Qué fantasía!   Entre sus capítulos destaca: acabar con los paraísos fiscales (acumulan casi un trillón de dólares, según ellos) antes de 2015 mediante una regularización fiscal a escala mundial así como imponer un gravamen especial a los capitales que vayan o vengan de esos paraísos; reducir el apalancamiento de las entidades financieras, con un límite de entre 15 y 25 veces los recursos propios, suficiente para dar un amplio margen de maniobra para financiar la economía real y evitar situaciones como las que colapsaron a Lehman Brothers, cuyo ratio de apalancamiento era superior a 50 veces sus recursos propios. ¡Qué maravilla!   El documento mitológico tiene muchos capítulos con entretenimiento asegurado: limitar las remuneraciones excesivas de los directivos; redactar una directiva europea que suprima el secreto bancario y establezca medidas severas "de aislamiento financiero" para los Estados que no quieran colaborar; crear un Tesoro europeo, un Sistema europeo de supervisión financiera y nuevas agencias de calificación; transformar el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un Fondo Monetario Global, con una capacidad financiera cuatro veces mayor; etc. etc. etc. ¡Qué ilusión!

Traducir

Política de privacidad

Queremos que leas y comprendas esta Política de Privacidad. Por eso, la hemos redactado en un lenguaje fácil y sencillo. No obstante, si quieres consultar las cuestiones más importantes, puedes dirigirte directamente al final y las verás especificadas de forma concisa en una tabla.

¿Quiénes somos y qué hacemos con tus datos?

En la asociación Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional (MCRC) (en adelante, “MCRC"), somos responsables del tratamiento de tus datos de carácter personal que llevaremos a cabo desde la página web del Diario Español de la República Constitucional (en adelante, el “Diario”): www.diariorc.com, la cual incluye la tienda de la editorial del MCRC (en adelante, la “Tienda”), cuyo dominio es de nuestra titularidad, según la información recogida en esta política de privacidad. Debes saber que somos una asociación cultural con domicilio social en Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, Pozuelo de Alarcón, 28223, Madrid, y nuestro NIF es G-86279259. Si tienes cualquier duda o consulta acerca de cómo tratamos tus datos, puedes escribirnos a [email protected] y estaremos encantados de atenderte. El acceso y/o uso al Diario te atribuye la condición de usuario (en adelante, “Usuario”), e implica la aceptación, desde dicho acceso y/o uso, de la presente Política de Privacidad para las finalidades indicadas en la misma así como el Aviso Legal, que también puedes consultar en el Diario.

¿Qué información recabamos sobre ti?

Recogemos los datos estrictamente necesarios para garantizar el correcto funcionamiento del boletín, la provisión de los servicios de venta ofrecidos en la Tienda, así como para asegurar que cumplimos con lo que nos piden los Usuarios, ya sea mediante la solicitud de información como el envío de compras realizadas a través del Diario. Recabamos información sobre ti cuando:
  • Nos solicitas información, ya sea vía email o a través de nuestro formulario web.
  • Te suscribes a nuestro boletín informativo, y/o solicites el envío las publicaciones por Whatsapp.
  • Nos remites obras para su publicación en el Diario.
  • Realizas una compra en la Tienda.
  • Dejas un comentario en la sección de comentarios de los contenidos del Diario.
Para que la información facilitada esté siempre actualizada y no contenga errores, recuerda comunicarnos las modificaciones que se vayan produciendo de tus datos de carácter personal a través de un correo electrónico a nuestra dirección. Además, cuando navegues por el Diario, podrán instalarse en tu dispositivo distintas cookies y otros dispositivos de seguimiento con el fin de asegurar un correcto funcionamiento de la página web, tal y como te explicamos en la Política de Cookies que puedes consultar en el Diario.

¿De dónde hemos obtenido tus datos?

Como puedes ver en el apartado anterior, los datos personales que necesitamos tratar en relación con el Diario, nos los aportas libremente a través de distintos canales. No obstante, en caso de que aportes datos personales de un tercero, garantizas que le has informado de esta Política de Privacidad y has obtenido su autorización para facilitarnos sus datos con las finalidades indicadas. Igualmente, te haces responsable de cualquier daño o perjuicio, directo o indirecto, que pudiera ocasionarse como consecuencia del incumplimiento de tal obligación. Como Usuario, garantizas que los datos que nos facilites -ya sean tuyos o de un tercero- serán veraces y exactos, debiéndonos comunicar cualquier modificación de los mismos. Nos reservamos el derecho a excluir del Diario a aquellos usuarios que hayan facilitado datos falsos, sin perjuicio de las demás acciones que procedan en Derecho.

¿Cómo funciona el boletín y la lista de difusión de Whatsapp?

El MCRC cuenta con un boletín informativo digital mediante el cual se comunica con sus asociados y suscriptores para mantenerles informados de las últimas publicaciones, novedades, acciones y participaciones. Suscribirte al boletín es muy sencillo, simplemente tienes que indicar tu correo electrónico en el apartado al efecto del Diario. Así mismo, el MCRC dispone de una lista de difusión de Whatsapp mediante la cual realiza avisos informativos con las publicaciones del boletín. Si quisieras recibir los avisos mediante la lista de difusión simplemente tendrás que aportar tu número de teléfono. Todos los datos que nos proporciones serán tratados de conformidad con esta Política de Privacidad.

¿Cómo usaremos tus datos y en base a qué?

Los datos de carácter personal recabados por el MCRC podrán ser utilizados para las siguientes finalidades: (i) Información. (ii) El envío del boletín informativo del MCRC mediante correo electrónico, y para enviarte mensajes informativos por Whatsapp en el caso de haberte suscrito. (iii) El envío de compras realizadas en la Tienda. (iv) La publicación de comentarios en el Diario. Desde el MCRC utilizaremos tus datos con las siguientes finalidades:
  1. Atender tus peticiones de información.
  2. Enviarte el boletín informativo en el case de haberte suscrito.
  3. Enviarte cualquier compra realizada en la Tienda a la dirección que nos proporciones.
  4. Generar facturas relacionadas con las compras realizadas en la Tienda.
  5. Atender cualquier solicitud de ejercicio de tus derechos que nos puedas hacer llegar, en cumplimiento de nuestras obligaciones legales.

¿Durante cuánto tiempo guardamos tus datos?

Sólo mantendremos tus datos durante el tiempo que sea estrictamente necesario para ofrecerte la información que requieras y poder realizar los envíos y realizar un seguimiento de los mismos, y posteriormente durante el periodo que resulte indispensable para poder cubrir eventuales responsabilidades o para la formulación, ejercicio o defensa de reclamaciones. No obstante lo anterior, podrás solicitar la eliminación de tus datos, y en caso de resultar aplicables dichos plazos legales de conservación, se mantendrán bloqueados durante el tiempo que la normativa establezca. En cuanto a nuestro boletín, conservaremos los datos proporcionados en tanto no manifiestes tu voluntad de darte de baja de los servicios.

¿Vamos a comunicar tus datos a terceros?

No cederemos tus datos a terceros excepto cuando se nos requiera por Ley, y en particular, podremos comunicar tus datos a las siguientes entidades, siempre en relación con las finalidades descritas:
  • A los órganos competentes de las Administraciones Públicas en cumplimiento de las obligaciones legales que nos sean de aplicación.
  • A nuestros proveedores de servicios auxiliares, necesarios para el normal funcionamiento de los servicios contratados, incluido el envío de las compras realizadas en el portal. En el caso de que algún proveedor se encuentre en una jurisdicción ajena al ámbito de aplicación del RGPD, te garantizamos que se encontrarán adheridos al Escudo de Privacidad (Privacy Shield) UE - EE. UU. Puedes aprender más haciendo click en este hipervínculo: https://www.aepd.es/sites/default/files/2019-09/guia-acerca-del-escudo-de-privacidad.pdf
    • A nuestros colaboradores, en el seno de prestaciones de servicios, los cuales estarán obligados a su vez a guardar la más estricta confidencialidad.

¿Cuáles son tus derechos y cómo puedes ejercitarlos?

  1. Derecho a acceder a tus datos personales para saber cuáles están siendo objeto de tratamiento y con qué
  2. Derecho a rectificar cualquier dato personal inexacto -por ejemplo, si necesitas actualizar la información o corregirla en caso de que fuera incorrecta-.
  3. Suprimir tus datos personales, cuando esto sea posible. Si la normativa vigente no nos permite eliminar tus datos, los bloquearemos durante el tiempo restante.
  4. Solicitar la limitación del tratamiento de tus datos personales cuando la exactitud, la legalidad o la necesidad del tratamiento de los datos resulte dudosa, en cuyo caso, podremos conservar los datos para el ejercicio o la defensa de reclamaciones.
  5. Oponerte al tratamiento de tus datos personales.
  6. Llevar a cabo la portabilidad de tus datos.
  7. Revocar el consentimiento otorgado -por ejemplo, si te suscribiste al boletín y ya no deseas recibir más información-.
  8. Ejercer tu derecho al olvido.
Podrás ejercitar tus derechos en cualquier momento y sin coste alguno, indicando qué derecho quieres ejercitar, tus datos y aportando copia de tu Documento de Identidad para que podamos identificarte, a través de las siguientes vías:
  1. Dirigiendo un correo electrónico a nuestra dirección: [email protected]
  2. Dirigiendo una solicitud escrita por correo ordinario a la dirección Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, Pozuelo de Alarcón, 28223, Madrid.
  3. Además, cuando recibas cualquier comunicación nuestra, clicando en la sección de baja que contendrá esa comunicación, podrás darte de baja de todos envíos de comunicaciones del MCRC previamente aceptados.
  4. Cuando te hayas suscrito a la recepción de mensajes informativos a través de Whatsapp podrás cancelar la suscripción desde el formulario del Diario donde te diste de alta, indicando que deseas darte de baja.
Si consideras que hemos cometido una infracción de la legislación en materia de protección de datos respecto al tratamiento de tus datos personales, consideras que el tratamiento no ha sido adecuado a la normativa o no has visto satisfecho el ejercicio de tus derechos, podrás presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos, sin perjuicio de cualquier otro recurso administrativo o acción judicial que proceda en su caso.

¿Están seguros tus datos?

La protección de tu privacidad es muy importante para nosotros. Por ello, para garantizarte la seguridad de tu información, hacemos nuestros mejores esfuerzos para impedir que se utilice de forma inadecuada, prevenir accesos no autorizados y/o la revelación no autorizada de datos personales. Asimismo, nos comprometemos a cumplir con el deber de secreto y confidencialidad respecto de los datos personales de acuerdo con la legislación aplicable, así como a conferirles un tratamiento seguro en las cesiones y transferencias internacionales de datos que, en su caso, puedan producirse.

¿Cómo actualizamos nuestra Política de Privacidad?

La Política de Privacidad vigente es la que aparece en el Diario en el momento en que accedas al mismo. Nos reservamos el derecho a revisarla en el momento que consideremos oportuno. No obstante, si hacemos cambios, estos serán identificables de forma clara y específica, conforme se permite en la relación que hemos establecido contigo (por ejemplo: te podemos comunicar los cambios por email).

Resumen de Información de nuestra Política de Privacidad.

Responsable del tratamiento MOVIMIENTO DE CIUDADANOS HACIA LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL (MCRC) Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid. NIF: G-86279259
Finalidades de tratamiento de tus datos personales - Atender tus solicitudes de información, comentarios, peticiones y/o consultas en el marco de tu relación con el MCRC. - Atender las solicitudes para el ejercicio de tus derechos. - Enviarte todas las comunicaciones a las que te hubieras suscrito, incluido el boletín (si te hubieras suscrito) y comunicaciones por Whatsapp. - Enviar cualquier compra realizada en la Tienda del MCRC.
Origen de los datos tratados - Nos los has facilitado libremente tú mismo o un tercero en tu nombre. - Los hemos recabado a través de nuestro Sitio Web mediante cookies. Puedes obtener más información sobre este tratamiento en nuestra Política de Cookies.
Base de Legitimación para el tratamiento - El tratamiento es necesario para la ofrecerte la información necesaria en atención a tu condición de asociado del MCRC. - Para determinados tratamientos, nos has dado tu consentimiento expreso (ej participación en una acción; boletín…). - Contrato de compra entre las partes.
Cesión de datos a terceros - Cedemos tus datos a proveedores de servicios, incluidos aquellos relativos al envío de las compras realizadas en la Tienda. - En ningún caso se cederán tus datos a personas ajenas a la actividad del MCRC (ya sean asociados o ajenos a la asociación) y los servicios que nos has sido solicitado. - Cedemos tus datos a determinadas autoridades en cumplimiento de obligaciones legales (ej. Administraciones Públicas).
Plazos de conservación - Conservaremos tus datos durante el tiempo que siga vigente tu relación con el MCRC. - Si nos pides expresamente que los eliminemos, así lo haremos salvo que exista una obligación legal que nos lo impida o que, por ejemplo, necesitemos utilizarlos para la formulación, ejercicio y defensa de reclamaciones.
Derechos del interesado Podrás solicitarnos el ejercicio de tus derechos por correo electrónico: [email protected], o por escrito a nuestro domicilio social en Calle Alondra 1, Prado de Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid. Puedes pedirnos el derecho a acceder a tus datos, a solicitar su rectificación o supresión, a limitar el tratamiento de tus datos, o a oponerte a determinados tratamientos, a retirar el consentimiento que nos hubieras prestado, a la portabilidad de tus datos o a no ser objeto de una decisión basada únicamente en el tratamiento automatizado. Si no estás de acuerdo con el tratamiento que realizamos de tus datos, puedes presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos: www.aepd.es. Si tienes alguna duda sobre esta Política de Privacidad o el tratamiento de tus datos, escríbenos a nuestra dirección de correo electrónico [email protected], y estaremos encantados de atenderte.

¡Hola! ¿Quieres recibir todas nuestras novedades al instante?
Envíanos tu número de teléfono y te añadiremos a nuestra lista de
difusión de Whatsapp.