Pedro Manuel González, autor del libro «La Justicia en el Estado de partidos», en el capítulo nº 198 de «La lucha por el derecho» nos habla de la posibilidad de la reforma política como medio para conquistar la libertad política en España.
Romería de tractores
No fue suficiente la política de torniquete aplicada a las sociedades europeas, al punto de asfixiarlas durante años y gangrenando derechos durante la declarada pandemia. Si la pandemia era superada, el vacío informativo podía llevar a los ciudadanos al cuestionamiento, así que el segundo acto de la plaga fue la guerra. La guerra de Ucrania.
Parece una fijación fetichista de los políticos europeos, que no pueden contener su pulsión a pesar de que la guerra no sólo haya tenido efectos devastadores a modo de víctimas militares y civiles de esa terrible contienda sin sentido aparente, sino que los europeos asistimos a la disolución de un país vecino, a un destrozo de la economía continental, y a la ruptura de relaciones con un país que provee de energía a Europa a cambio de manufacturas, divisas, productos agrícolas y demás, como es Rusia.
De la guerra queda la ruptura del cordón umbilical que nutría de energía a la «locomotora europea», con los gaseoductos reventados, sino que además la política «común» se encamina a la introducción de la agricultura ucraniana en el sistema, que ya depaupera a la mayoría de países.
Ya vimos cómo la guerra ucraniana en sus primeros momentos afectó de alguna forma a la agricultura española con una subida desorbitada en el precio de los productos nacionales, e incluso en la energía.
Pero esa subida fue un prólogo a lo que se avecinaba, el enésimo perjuicio al sector primario español. En los últimos meses, en diversos países europeos se han levantado los agricultores en contra de sus déspotas gobiernos y las medidas europeízantes.
Pues ahora es el turno del levantamiento español, cuando grupos heterogéneos del sector primario hacen un llamado a la manifestación, una tractorada.
El problema que observamos, a priori, en la convocatoria, es que parece ser otra manifestación más —«a la indignada»—, cuando escuchamos a los convocantes a la insubordinación «hasta que las cosas se arreglen», cual niño pequeño que se enfada con sus padres, para intentar hacerles cambiar de opinión con una rabieta, o también los hay que claman por más subvenciones y los parches de siempre, que no arreglan el problema de raíz.
Sin embargo, en esa masa heterogénea, observamos también que comienzan a medrar las ideas de la libertad política colectiva, en cierto sentido al menos, pidiendo la retirada de subvenciones a partidos políticos y sindicatos.
Pero la gente del sector primario debe entender que, mientras la manifestación sea en pro de intereses sectoriales, y no un cambio radical en la forma de Estado y de gobierno, no sólo no van a arreglar el problema de raíz, sino que no pueden esperar que los urbanitas se sumen a unas demandas segmentarias.
¿Cómo podemos garantizar que los políticos no tomen medidas arbitrarias en su beneficio? Ya hemos visto mil ejemplos, y en este caso se trata de la presión fiscal, de las imposiciones de la UE en política agraria y en pesca, de el problema de Ucrania, de las verdes medidas y demás…
Que designemos libremente la forma de Estado y de gobierno en un periodo de libertad constituyente y que se fragüen en esa Libertad las instituciones que defiendan esa libertad política: la representación política mediante diputados de distrito y la separación de poderes; un poder judicial independiente y que los sindicatos y partidos políticos no reciban ni un euro de las arcas públicas. Yo defiendo a la República Constitucional, como el sistema que verdaderamente preserve la libertad política de todos los españoles de forma indefinida.
No será la enésima romería de tractores la que fragüe el cambio a las reglas de la política democrática, sino manifestaciones dirigidas a la exigencia de aquella Libertad.
Protesta el PSOE por la independencia personal de dos jueces
Pedro Manuel González, autor del libro «La Justicia en el Estado de partidos», en el capítulo nº 197 de «La lucha por el derecho» distingue la independencia personal de un juez de la independencia del órgano de la Justicia.
Amnistía a tiempo
Según la portavoz del PSOE, doña Esther Peña, existe «un objetivo muy claro» en las actividades instructoras del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, que sigue el llamado «caso Volhov», en el que estarían implicados políticos nacionalistas, que presuntamente coordinarían su actuación con Rusia como potencia exterior de apoyo.
La cúpula gubernamental se queja de una actividad judicial deliberada, que seguiría la estela de García-Castellón y su investigación entre otros al señor Puigdemont por diversos delitos, entre los que se encuentra el de terrorismo, dejándole así fuera de la amnistía, según la actual redacción de su propuesta de ley.
«Cada vez que el ejecutivo mueve ficha, un juez mueve ficha», ha llegado a decir, subrayando que los tiempos de la justicia «están empíricamente alineados» con el devenir de la tramitación de una ley que pretende blindar a los sediciosos.
Las quejas de la clase judicial no se han hecho esperar, sin ser conscientes de que lo más grave es que se reconozca la inanidad del legislativo y la existencia de un poder político único sólo dividido funcionalmente. Es el ejecutivo el que legisla.
Que los tiempos de la justicia los marca la política es un hecho natural en España, derivado de su relación de dependencia con ese mismo poder en su organización, gobierno y altos tribunales. Pero en sentido contrario al que ahora expresa el PSOE como ocurre con la judicialización de la política, horrorosamente denominada lawfare, que no es sino espejo de la politización de la justicia. Otra cosa es que, como ahora ocurra, los gobernantes se empeñen en ir sistemáticamente contra su propia legalidad.
Y es que nada indica ahora una actuación coordinada de la justicia contra la clase gobernante, sino que son excepcionales los casos de jueces que se mantienen en el fiel de la balanza de la justicia legal, sin importarles las consecuencias. No es casual que sean dos jueces de órganos unipersonales, uno de ellos de base como es un simple juzgado de instrucción, quienes dirijan las actuaciones que preocupan al gobierno.
La experiencia demuestra lo contrario. La actitud remisa de una justicia sometida políticamente a dictar resoluciones sobre asuntos que afecten a la clase política que les nombre durante los periodos electorales: la sentencia de los ERE de Andalucía solo se dictó tras las votaciones en esa Comunidad Autónoma. El levantamiento del secreto de las actuaciones, que afectaba a la señora Oltra en Valencia, sólo una semana después de los comicios. Y el ejemplo más sangrante, la resolución del Tribunal Constitucional sobre determinados artículos del Estatuto Catalán, que esperó al resultado de unas elecciones generales.
En este último caso, baste recordar las declaraciones del que fuera presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, don Carlos Dívar, señalando la inconveniencia del dictado de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC), coincidentemente con la convocatoria electoral en dicha Comunidad Autónoma, por las «distorsiones» que ello conllevaría a dicho proceso de novación política.
Si en países con separación de poderes e independencia judicial, un humilde órgano jurisdiccional, alejado de los centros del poder, puede tumbar una orden presidencial, en la monarquía de los partidos la existencia de independencia personal de jueces sin independencia institucional se torna insoportable.
La continuación de la dictadura por otros medios
En la llamada transición española no hubo ruptura democrática contra el franquismo. La vida política española está enmascarada por el consenso partidocrático.
Antonio García-Trevijano, 24 de Sept. del 2016.
Fuente RLC: https://www.ivoox.com/rlc-2016-09-24-respuestas-a-preguntas-los-audios-mp3_rf_13038888_1.html
Música: Misa Votiva de Jan Dimas Zelenca (1679-1745).
Chile, rechazo a los procesos constitucionales
Hoy publicamos el capítulo nº 61 del programa «Escenario internacional», y el undécimo de la serie «La democracia en América» presentado y conducido por Marcelino Merino, donde Héctor Feliciano, Daniel Vázquez Barrón y Matías Neira, analizan el rechazo del pueblo chileno a las dos últimas propuestas constitucionales de 2022 y 2023. También del escaso margen de maniobra de Milei en Argentina y de la partitocracia como causa de la ausencia de democracia.
Monarquía española, ni parlamentaria ni constitucional
Pedro Manuel González, autor del libro «La Justicia en el Estado de partidos», en el capítulo nº 196 de «La lucha por el derecho» nos explica por qué la monarquía española no es ni constitucional ni parlamentaria.
Doble acto del MCRC en Órgiva (Granada)
El fallecimiento de Antonio García-Trevijano a comienzos de marzo de 2018 supuso un reto para la continuidad y unidad de la asociación que él creó. El MCRC, seis años después, continúa existiendo y defendiendo los mismos estatutos e ideas que le dio su fundador, habiéndose sobrepuesto a múltiples circunstancias adversas. Haber logrado esta victoria es una inyección de optimismo para comenzar un nuevo capítulo en la historia de la lucha por la libertad política colectiva. Para darle comienzo con fuerza y energía, el MCRC ha organizado un doble acto que tendrá lugar en el pueblo que vio crecer a su fundador.
El día 2 de marzo de 2024 se celebrará en Órgiva (Granada) un acto de homenaje a Antonio García-Trevijano, con la presencia de Dalmacio Negro, asociado de mérito del MCRC, Martín Miguel Rubio y Jesús Palomar. Juntos, recordarán la figura del fundador del MCRC y subrayarán la vigencia de su pensamiento y la necesidad de continuar su proyecto de acción política.
A la tarde de ese mismo día se celebrará la Asamblea General Ordinaria del MCRC, siendo ésta la primera ocasión en que este acto no se celebra en Madrid. Con esto se pretende remarcar la importancia de los grupos territoriales para la organización del MCRC y estimular su cohesión y actividad.
Los detalles de estos actos así como las opciones de alojamiento y desplazamiento se darán a conocer en los próximos días a través de los medios de la asociación.
Dada la especial trascendencia de estos actos, la Junta Directiva del MCRC y su Comisión Ejecutiva quieren remarcar la importancia de la participación en ellos de tantos repúblicos sea posible. A este fin, emitirán una carta a los grupos territoriales hoy a las 21:00.
Sin tradición no hay revolución
La historia no se repite nunca, los valores culturales van cambiando con el paso del tiempo y sin embargo hay que basarse en el pasado para poder crear algo nuevo.
Antonio García-Trevijano, 17 de Sept. del 2016.
Fuente RLC: https://www.ivoox.com/rlc-2016-09-17-crisis-existencial-ue-la-audios-mp3_rf_12942618_1.html
Música: Concierto para piano nº5 de Bethoven.
Fuente RLC: https://www.ivoox.com/rlc-2016-09-17-crisis-existencial-ue-la-audios-mp3_rf_12942618_1.html
Música: Concierto para piano nº5 de Bethoven.
La ideología de los jueces
Pedro Manuel González, autor del libro «La Justicia en el Estado de partidos», en el capítulo nº 195 de «La lucha por el derecho» distingue la independencia personal de los jueces de la independencia judicial, y el derecho de estos a tener una ideología de la politización de la Justicia.





