Estimados amigos,

Aprovechando este momento electoral para determinar la nueva Junta Directiva de nuestra asociación, creo necesario proponer a todos los asociados mi particular punto de vista pasados ya unos meses del golpe nefasto que sufrimos por la muerte imprevista de nuestro maestro. Un hombre que forjó nuestro movimiento desde la más estricta soledad política y un inquebrantable tesón por dar a España argumentos de honestidad política que nadie en la esfera del poder quiso considerar, porque todos, inexcusablemente todos,
pretendían y pretenden sojuzgar al pueblo español antes que concederle ni un ápice de libertad y dignidad. Don Antonio nos dejó con todo lo que pudo hacer en vida. Nada hay que reprochar al mérito de un hombre que aportó claridad en el camino de la humanidad por conquistar su dignidad, libertad y felicidad, cualquiera que sea su nación, religión, sexo o condición humana. Las Leyes descubiertas por don Antonio son universales y se proyectan al mundo, pero como él mismo reconoció, le corresponde a España (o la Hispanidad), levantar
esa bandera que los Estados Unidos de América, por acción u omisión, han ocultado este tesoro alineándose de hecho con las oligarquías y no con los pueblos como les exigían las reglas de la honestidad y la coherencia. Todo lo que pudo hacer don Antonio constituye la principal herencia material que nuestro movimiento ha recibido y el alcance y profundidad de su potencial se nos escapa. Para ser más claro, la puerta que nos ha abierto Don Antonio nos
deja delante de nuestros ojos cuarenta puertas más que hemos de abrir con la convicción de que cada una de ellas volverá a mostrarnos el mismo reto. No hay meta en el movimiento ciudadano por la Libertad Colectiva, sino camino y acción permanente. Don Antonio ya no está y ya no tenemos la protección patriarcal de acudir a él. La Junta Directiva que se forme el próximo día 21 tiene que asumir la madurez en primer lugar. Ya no caben niños de teta, ni adolescentes caprichosos ni adultos de miras raquíticas como hemos tenido que soportar en nuestra reciente escisión. Serán y ejercerán, aunque no lo
sean, como personas maduras con proyección y perspectiva sobre las grandes categorías que condicionan la acción política internacional en la que todos estamos inmersos y sobre las que hay que incidir con acierto.

Es el tiempo de nuestras ideas y nuestra responsabilidad para debatirlas en la mesa del disenso para que con el método científico del análisis materialista que propician pensadores como Alberto Buela o el propio D. Antonio, se llegue al acuerdo-certeza-oportuno. No debemos tener prisas, malas consejeras siempre, sino asegurarnos que los pasos que demos sean correctos y eficaces, de ahí que las presentes elecciones a Junta Directiva sean de transición, porque ha de diseñar las autovías, herramientas y soportes estables para las nuevas generaciones. No es “hacer” lo que toca, sino “pensar” para luego “hacer”. La herencia recibida es tan valiosa que no puede quedar expuesta a ocurrencias e improvisaciones. Yo mismo he enviado
una propuesta para generar una red Network de asociaciones de distritos electorales, no para ser implantada, sino para ser considerada en el debate que necesariamente ha de abrirse con el mismo espíritu que abrió nuestro compatriota Alexander Hamilton la revista “El Federalista”, que concluyó como bien sabemos, en la implantación de la Democracia Representativa.

Solicito por ello adhesiones a este breve pero explicito manifiesto, con las aportaciones a que haya lugar, y de buena fe, por el bien de nuestro movimiento.

Saludos cordiales

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