Lanzamiento de un misil Tomahawk

El Dr. Theodore A. Postol, Catedrático Emérito de Ciencia, Tecnología, Seguridad Nacional y Policía del MIT (Massachusetts Institute of Technology), ha establecido una serie de sólidos argumentos en su Apéndice a la Evaluación del Informe de la Casa Blanca sobre el Ataque Químico a Siria y que, a continuación, pasamos a reproducir punto por punto.

“Este escrito se realiza como respuesta a la dada por el Servicio de Inteligencia de la Casa Blanca, mediante un informe sobre el ataque con armas químicas en Khan Shaykhun, Siria, el pasado martes 11 de abril. La “Rápida Respuesta” fue escrita en la tarde del 11 de abril, tras una igualmente rápida revisión del Informe del Servicio de Inteligencia, emitido el mismo día. [Sumario y enlace al artículo.]

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Tras las pruebas aportadas en este anexo se establece, sin ambigüedades, que la no manipulación del lugar de impacto del gas sarín que se presupone no es correcta. Este flagrante error pone en tela de juicio cualquier otro informe emanado de la Casa Blanca.

El Informe de la Casa Blanca (White House Report) alega sobre la “interceptación en las comunicaciones”, las cuales supuestamente otorgan una alta fiabilidad al argumento de que el responsable del ataque hubiera sido el gobierno sirio.

El Informe del Servicio de Inteligencia de la Casa Blanca establece que:

  • Los Estados Unidos están convencidos de que el Régimen Sirio ha realizado un ataque con armas químicas, empleando el agente nervioso sarín”.

También contiene una serie de reivindicaciones adicionales, elementos clave que fundamentan el alegato en una gran confianza en su criterio de valoración:

  • Tenemos confianza en nuestra valoración gracias a nuestros servicios de inteligencia y espionaje, a nuestra inteligencia geoespacial y a un análisis de laboratorio de muestras fisiológicas recogidas de múltiples víctimas, así como a un gran número de indicios de fuentes libres que nos detallan un claro y consistente relato de los hechos
  • Un vídeo de una fuente libre nos muestra dónde creemos que la munición química fue descargada, no en una instalación llena de armamento, sino en medio de una carretera en la sección norte de Khan
  • “Las imágenes del lugar de un satélite comercial, el 6 de abril, después de la acusación, nos muestra un cráter en la carretera que se corresponde con el vídeo de la fuente libre”
  • “…los restos de la munición encontrada en el cráter y alrededor del punto de impacto son consecuentes respecto de la munición operativa”
  • “El pasado noviembre, por ejemplo, los altos oficiales rusos utilizaron una imagen de una difusión del gobierno de un ataque en 2013, en las redes sociales, para publicitar un presunto ataque químico por parte de la oposición”

La evidencia que inequívocamente constata que la acusación del cráter de gas sarín fue manipulada se encuentra en las seis fotografías que se muestran al final de este escrito.

Documento 1. Nos muestra a un hombre en el presunto cráter de sarín. Lleva puesta una mascarilla diseñada para filtrar pequeñas partículas del aire. El resto de su equipamiento es una camisa de cuello abierto y lo que parecen ser unos guantes médicos.

Los otros dos hombres de pie junto a él, a la izquierda de la fotografía, también llevan una mascarilla y guantes médicos.

Si hubiese alguna reminiscencia de gas sarín en ese lugar, cuando esa fotografía fue tomada, todos los que salen en esa fotografía habrían recibido una letal, o como mínimo crítica, dosis de sarín.

El hecho de que esta gente vaya equipada de un modo tan poco adecuado sugiere, o bien su completa ignorancia sobre medidas de seguridad básicas para proteger a un individuo del veneno del sarín, o bien que el lugar no estaba realmente contaminado.

Ese cráter es la pieza central de la carga probatoria del Informe de la Casa Blanca sobre un ataque aéreo llevado a cabo por Siria.

Documento 2. Nos muestra la ubicación del cráter en un mapa de Google Earth del noroeste de Khan Shaykhun.

La flecha blanca rotula la dirección de la cámara, que indica el lugar hacia donde enfocaba la cámara cuando la fotografía fue tomada. El punto blanco donde converge con la línea, nos muestra la ubicación aproximada de la cámara cuando la fotografía fue tomada. La dirección de la cámara está apuntando hacia el Norte-Noreste.

Documento 3. Nos muestra una fotografía de la misma calle y del mismo cráter cuando no había gente en su interior. Esta fotografía fue tomada ligeramente más lejana respecto del cráter, pero la dirección de la cámara es la misma, Norte-Noreste.

Documento 4. Nos muestra el cráter a continuación de la probable manipulación llevada a cabo, mostrada en el Documento 1.

El ángulo de visión descendiente dentro del cráter y su acimut apunta aproximadamente hacia el Este-Noreste. Obsérvese que los guantes quirúrgicos pueden verse  en el suelo detrás del hombre del cráter en el Documento 1, como también puede verse, inamovibles, en la fotografía mostrada en el Documento 4. Esto sugiere de manera consistente que la fotografía fue tomada poco después de que la probable manipulación tuviera lugar.

Documento 5. Nos muestra el cráter en el momento anterior en el que la manipulación hubiera podido tener lugar. El interior del cráter se ve bastante diferente y el pedazo de tubería, situado dentro del cráter en el Documento 4, ahora se muestra parcialmente enterrado. La fotografía del Documento 5, fue tomada desde un ángulo de visión de la cámara que apuntaba aproximadamente hacia el Oeste.

Documento 6. Nos muestra una fotografía del cráter, probablemente tomada a la vez que la foto del Documento 5, con el acimut de la cámara apuntando hacia el Sudoeste.

Sumario y Conclusiones a partir de los Datos

Repetimos aquí una cita del Informe de la Casa Blanca:

Un video de una fuente libre también nos muestra dónde creemos que la munición química fue descargada, no en una instalación llena de armamento, sino en medio de una calle en la sección norte de Khan Shaykhun. Una imagen del 6 de abril (tras la acusación) de un satélite comercial, nos muestra un cráter en la carretera que se corresponde con el video de la fuente libre”.

Los datos expuestos en estas fotografías dejan a las claras que el Informe de la Casa Blanca no ha realizado un intento serio de recopilar datos que pudieran apoyar su “versión de los hechos”, que datasen inequívocamente un respaldo a la conclusión de que el gobierno sirio ejecutó un ataque con gas sarín, indicado éste por la localización y características del cráter.

Esto no parece ser un error.

Es difícil de creer que alguien competente pueda haberse visto involucrado en la realización del Informe de la Casa Blanca, ya que las implicaciones del obvio y predeterminado resultado, responden a que tal parte no ha estado motivado por ningún tipo de análisis riguroso.

Se trata de un descubrimiento inquietante. Indica que, probablemente, el Informe de la Casa Blanca va encaminado en esencia a justificar acciones que no son apoyadas por ningún servicio de inteligencia legítimo.

Esta no es una situación aislada. El presidente George W. Bush argumentó que estuvo mal informado acerca de la evidencia de que Iraq tuviera una ingente cantidad de armas de destrucción masiva. Esa falsa información llevó a Estados Unidos a atacar Iraq, lo cual supuso el comienzo de un proceso que en última instancia propició la desintegración política de Oriente Medio, y esto ha deparado una serie de eventos imprevisibles encabezados por el crecimiento del Estado Islámico.

El 30 de agosto de 2013, la Casa Blanca hizo un informe fraudulento similar acerca de un ataque con gas nervioso, el 21 de agosto de 2013, en Damasco. Este informe también contenía numerosas declaraciones de los servicios de inteligencia que podrían no ser veraces.

En una entrevista al presidente Obama, en The Atlantic en abril de 2016, se expone que Obama inicialmente aseguró que existían sólidos indicios del Servicio de Inteligencia de que el gobierno de Siria había sido el responsable del ataque químico del 21 de agosto de 2013, en Ghouta, Siria. Obama declaró que más tarde fue informado por James Clapper (Director de Inteligencia Nacional) de que esa información no era sólida.

Igualmente serias son las cuestiones acerca del abuso de los descubrimientos del Servicio de Inteligencia en el incidente de 2013.

Cuestión que no ha sido respondida acerca del incidente, es cómo la Casa Blanca crea un falso Informe del Servicio de Inteligencia con acusaciones fraudulentas, el cual obviamente podría ser definido por expertos ajenos a la Casa Blanca y sin acceso a información clasificada. También requiere de una explicación el por qué este adulterado informe de 2013 no ha sido corregido. El Secretario de Estado John Kerry testificó ante el Comité de Relaciones Extranjeras del Senado, repitiendo la información de este, así denominado, “inequívoco informe“.

El 30 de agosto de 2013, el Secretario de Estado Kerry hizo la siguiente declaración en la Sala de Tratados del Departamento de Estado:

Nuestra comunidad de servicios de inteligencia ha visionado y revisado cautelosamente la información referente a este ataque, y les diré que se realizó más que conscientemente respecto de la experiencia de Iraq. No repetiremos ese momento. En consecuencia, hemos tomado una serie de pasos sin precedentes, haciendo que los hechos sean disponibles para la gente, para que puedan juzgar por sí mismos.”

Resulta obvio, por tanto, que un segundo incidente similar al ocurrido durante la Administración Obama ha ocurrido ahora en la Administración Trump.

En este caso, el presidente, respaldado por su equipo, tomó la decisión de lanzar 59 misiles crucero contra una base aérea siria. Esta acción estuvo acompañada por una serie de riesgos plausibles de crear confrontación con respecto a Rusia, además del menoscabo de los esfuerzos cooperativos para ganar la guerra al Estado Islámico.

Previo a estos dos inexplicables informes fraudulentos por parte del servicio de inteligencia, tuvimos el incidente de la Aministración Bush, que nos llevó a tomar decisiones con las que aún hoy tratamos de lidiar.

Por lo tanto, concluyo que existe la necesidad de realizar una investigación integral de los eventos, ya que, o bien se ha engañado a la gente de la Casa Blanca, o peor todavía, han sido perpetrados por gente que pretende obligar la toma de decisiones, no justificadas por los mencionados Servicios de Inteligencia.

Sinceramente suyo, Theodore A. Postol.”

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