Ante la inestabilidad financiera y el pánico bursátil, el Gobierno ha tomado dos iniciativas de última hora. La primera consiste en elevar hasta 100.000 euros el mínimo garantizado por depósito bancario, lo que, según el gobernador del Banco de España, beneficia más a los bancos que a los clientes: “A los depositantes les va a dar lo mismo porque no hay nada que ponga en riesgo los ahorros de los españoles”; pero a los bancos sí les va a afectar ya que están compitiendo en un mercado donde se están produciendo “movimientos desordenados” en los últimos quince días. En plena descoordinación europeísta, el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro ha defendido la necesidad de esa medida gubernamental para compensar la “acción desleal” de otros países al anunciar que garantizaban todos los depósitos de los bancos nacionales, una iniciativa irlandesa a la que se sumaron Portugal, Dinamarca y Alemania. Sin embargo, mientras en EE.UU., ante posibles quiebras bancarias (aparte de garantizar una cifra mayor con el plan de rescate aprobado), la legislación obliga a devolver el dinero en 48 horas, en Europa se puede tardar seis meses. La segunda iniciativa de Zapatero ha sido crear un fondo con cargo al Tesoro Público de 30.000 millones de euros, ampliable a 50.000, que se inyectaría a las entidades financieras con problemas de liquidez, comprando sus “activos sanos no tóxicos” para “prevenir riesgos”, como ha justificado el Presidente y no “para intervenir en los bancos a diferencia de otros países”. No es una subvención a las entidades de crédito sino un préstamo temporal (hasta que los mercados recuperen su normal funcionamiento) que podemos realizar porque “tenemos una deuda en unos niveles muy razonables”. Según Zapatero, semejante iniciativa sólo es preventiva, y no pretende rescatar ni sanear el mercado financiero. No obstante, desde el Banco de España, el señor Fernández Ordóñez considera “absolutamente inevitable” un proceso de reestructuración en ese sector, ya sea con fusiones o con otras fórmulas. Los bancos y cajas de ahorro necesitan una elevada financiación exterior y buena parte de su negocio deriva del sector inmobiliario. hechos significativos Alimentos como el aceite y la harina son los que más se han encarecido en el último año. Zapatero pide a los medios de comunicación que manejen la crisis financiera como “material altamente sensible”. Un juez federal ordena liberar en EEUU a un grupo de presos en Guantánamo.

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