Tras un año de investigaciones y escuchas telefónicas de la Fiscalía Anticorrupción y la policía, el juez Garzón lleva a cabo una nueva operación contra la corrupción urbanística que salpica a empresarios cercanos al PP, que lograban contratos con autonomías y ayuntamientos regidos por ese partido (principalmente en Galicia, Madrid y la Comunidad Valenciana): cinco personas han sido detenidas acusadas de soborno, tráfico de influencias, blanqueo de capitales y evasión fiscal.   Uno de los implicados, Francisco Correa, que organizó actos electorales del PP hasta 2003, mantiene estrechas relaciones con el poderoso clan del noroeste de la capital, y sus empresas (con sociedades intermedias radicadas en paraísos fiscales) tienen contratos con los ayuntamientos de esa zona residencial de Madrid (Pozuelo, Boadilla del Monte o Majadahonda). En las conversaciones que se han grabado, Correa se jacta de su influencia sobre alcaldes y concejales de dicho partido y asegura que su poder proviene del supuesto conocimiento de operaciones turbias que amenaza con utilizar.   La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, recrimina al PSOE usar “descaradamente” la Fiscalía, el Ministerio de Interior y otros poderes del Estado, para orquestar una campaña de acoso y difamación con el fin de cambiar la intención de los votantes en las próximas elecciones vascas, gallegas y europeas. Doña María Dolores afirma que no van a consentir que el partido condenado por los GAL y Filesa les acuse de financiación ilegal y les dé lecciones sobre lucha contra la corrupción. La número dos del PP señala que el juzgado de Garzón forma parte de “la campaña” ya que de él “están saliendo las filtraciones interesadas” a El País.   Esteban González Pons tranquiliza a los militantes y votantes del Partido Popular ya que “pertenecen a un partido digno” y también acusa al PSOE de utilizar a la policía y a la Fiscalía Anticorrupción en su “estrategia de eliminación del PP”. José Blanco proclama que “un vendaval que tiene el epicentro en Madrid” azota a ese partido, y que “un huracán lleno de espías, de paraísos fiscales y de mangoneos se va a llevar por delante” a la derecha estatal.   hechos significativos Aunque dice que “cada vez se hace más difícil hacer previsiones”, el ministro de Trabajo cree que no se llegará a los cuatro millones de parados.   El PP quiere que el aeropuerto de Barajas pase a llamarse “Adolfo Suárez” como reconocimiento al trabajo del ex presidente.

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