En una secreta reunión con artífices del cine español, el ministro de Cultura ha abordado con éstos los problemas del sector, que directores como Álex de la Iglesia, Fernando Trueba o José Luis Cuerda, y productores como Andrés Vicente Gómez, Enrique Cerezo o Jaume Roures, cifran en: el excesivo número de películas españolas (un total de 173 en 2008), el desarrollo de una Ley de Cine en el apartado de las desgravaciones fiscales, el perjuicio que les ocasiona la piratería, y la necesidad de cambiar la imagen que tiene el público del cine autóctono.   Más tarde, en un acto celebrado en la Moncloa, Zapatero ha destacado la valiosa aportación cultural del cine español y su carácter de “industria de primera importancia en el país”, a la que hay, por tanto, que proteger en un “período complicado pero muy esperanzador”.   Según las últimas cifras oficiales sobre la industria cinematográfica cerca de un millón y medio de espectadores se han arriesgado, renunciando a pasar por taquilla, a perder sus referencias o “nuestra identidad, nuestra memoria y nuestra voz” como dice el jefe del Gobierno, el cual ha evocado los tiempos de una posguerra llena de privaciones, en la que los cómicos hacían tres funciones diarias y viajaban por carreteras de tercera, para resaltar cómo, hoy en día, los herederos del cine nacional (Penélope Cruz y Javier Bardem) han subido a recoger nada menos que dos “Oscars de Hollywood”.   Al Fondo de Protección de la Cinematografía hay que sumarle los créditos ICO al sector, y añadir las subvenciones del ministerio de Cultura junto a las de los gobiernos autonómicos a películas rodadas en catalán, euskera y gallego. Aparte de estos cientos de millones de euros, la ley obliga a las televisiones a invertir un 5% de su facturación en “producción audiovisual”, por último, una entidad privada, la SGAE, gestiona el impuesto del canón digital.   Ante la deserción de espectadores, Pedro Almodóvar ha declinado “la responsabilidad de levantar el cine español”. No obstante, “si los actores son el espejo de un país”, como declama “el de la ceja”, el brazo tonto de la ley, después de su misión en Marbella, puede volver a las pantallas: Torrente, el protector (junto a Zapatero), del cine español.   hechos significativos Berlusconi aumenta la polución ambiental de Italia con sus chistes radioactivos sobre Obama: “él es más pálido porque no toma el sol”. Miles de autónomos protestan a las puertas del Congreso.

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