Juan Carlos I <<Carta inversa al Rey Mago: El Rey, que sigue amortizando su intervención en el 23F, nos pide, que tiremos del carro. Bien Rey mío, después de 32 años tirando del carro en las repetidas crisis socialistas, tirando del carro en el mantenimiento de las 17 autonomías con sus 17 gobiernos pedigüeños, del carro de los distintos ayuntamientos corruptos, pagando los desmanes económicos por medio de impuestos abusivos, cuando se hacen regalos fiscales a banqueros y a los de a pie se les incrementan lo impuestos, cuando se derrochan los millones de euros a troche y moche en subvenciones a amiguetes y gastos suntuarios, yo, el gilipollas del trabajador ordinario, mileurista y masacrado, que mantiene a un Estado delirante y a una Casa Real cada día mas extensa, estoy dispuesto a seguir tirando del carro que ayer se mencionó, aun a pesar de que me suban de nuevo los impuestos, el recibo de la luz, los transportes y mil cosas más. Sólo una condición. Bájense todos del carro, ajusten sus cinturones, dejen de despellejar al contribuyente con conciertos de financiación autonómica delirantes, y tiren todos de él en las mismas condiciones. Dicho de otra forma, tú delante."   A esta interesante misiva hallada en La Red, yo le añadiría: tiraremos del carro cuando el carro lo construyamos entre todos, cuando podamos elegir quién lo dirige y sustituir a quien lo haga mal. Tiraremos del carro cuando el pueblo sea el soberano, y no un sucesor designado por Franco. Todos estamos deseando tirar del carro Señor, pero, para hacerlo, primero hay que descabalgar a los que nos llevan hacia el precipicio. Y lo vamos a hacer, no le quepa la menor duda. Esta vez, las condiciones las pondremos nosotros, lo dejaremos todo atado y bien atado… pero a nuestra manera; con un periodo de libertad constituyente en el que los españoles sean quienes por fin decidan que es lo que quieren, con una nueva Constitución que garantice la libertad política en España. Ese nuevo carro del que todos nos morimos por tirar, Majestad, ya está diseñado; se llama República Constitucional; el material del que está hecho es nuevo. Y es que ese material tiene la propiedad de ser incorruptible, justo lo contrario de la sustancia que conforma y mantiene a esta Monarquía putrefacta; por lo que me temo que, esta vez, no será usted el elegido para llevar las riendas. Si quiere seguir acompañándonos en esta nueva etapa, tendrá que ser como dice el anónimo de la carta: delante.

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