La bomba del día: Rodrigo Rato dimite. El máximo responsable de Bankia, agrupación de cajas de ahorro hace poco constituida, se marcha del consejo y de la dirección del banco.

Su dimisión está sin duda alguna relacionada con las mala situación de la e tidad financiera, no sólo desde el punto de vista interno o económico, sino también desde la óptica externa, especialmente por las posiciones críticas frente a Bankia expresadas no sólo por el órgano regulador (Banco de España) sino también desde Bruselas y Frankfort (BCE). Si el Gobierno de Mariano Rajoy estaba dispuesto a reflotar con dinero público a Bankia, no sabemos que condiciones han sido inaceptables para Rato hasta llegar al punto de dimitir. O que condiciones vejatorias le han impuesto desde su propio partido. No es posible dejar de relacionar esta dimisión con la escabrosa situación financiera de la entidad que desde hace meses se niega a devolver a numerosos clientes el importe de sus depósitos invertidos en adquisición de títulos-valores de Caja Madrid.

Esperamos que la dimisión de Rato abra la vía jurídica y financiera para que Bankia comience a devolver a sus clientes “el montante que le está reteniendo mediante engaño”, ha declarado Antonio García Trevijano en Radio Libertad Constituyente: “Es verdad que en la letra pequeña de esos títulos de Caja Madrid y otros que ha colocado a los clientes del banco, figura el consentimiento de los depositantes para que durante un tiempo no retiren el dinero depositado. Pero lo inaudito y anómalo es que los directores de sucursales y otros cargos del banco, en conversaciones que en algunos casos están grabadas, les aseguraron desde el primer día que podían retirar ese dinero cuando quisieran”.

¿Qué sabían los clientes de estos nuevos instrumentos financieros y de la letra pequeña de esos contratos creados para enriquecer a la banca? ¿Cómo va a recibir Bankia dinero después de haber sido denunciada por una situación que afecta a decenas de miles de clientes a los que tiene retenidos el dinero y no les devuelve los depósitos?

“Incluso se ha difundido la noticia de que sólo van a reintegrarles el 3% de su valor, y en el mejor de los casos, el 30%. Bankia se merece una querella universal por parte de todos aquellos que han sido estafados o engañados. Y no se puede tolerar que un banco reciba dinero del Estado mientras tenga un elevado número de depositantes a los que les niega la devolución de sus ahorros porque los directores de sucursal les arrancaron la firma. Y lo digo desde el conocimiento de causa que supone aconsejar a muchos clientes que acuden a mí como abogado, desde Barcelona a Baleares y en otros lugares de España”, añade Trevijano.

“La gran banca es la gran estafadora. Y esa es la Gran Bankia que basa su prestigio en haber absorbido a otras cajas de ahorro con ayuda permanente del Gobierno”.

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