En un “viaje por la geografía humana” de España, “El País” ha recabado los testimonios de cien ciudadanos. Desde un aristócrata a un mendigo, desde una cobradora de morosos a una ladrona, desde una vendedora de cupones a un rentista, o desde un famoso llamado Lequio a un prostituto; todos ellos han explicado cómo están afrontando la crisis. Pero el privilegio de acudir a la Moncloa a una especie de terapia de grupo ha sido concedido sólo a cuatro de los españoles radiografiados por el dominical prisaico. Un ama de casa, una estudiante, un bombero y una parada han podido sentarse en los mismos divanes donde Zapatero recibe a presidentes de Gobierno y banqueros.   En una amena conversación entre los gobernados y el gobernante, éste les ha explicado el origen de nuestros males: el suelo se convertía casi en petróleo cuando multiplicaba su valor hasta por veinte y muchas empresas dejaron la actividad industrial para recalificar suelo al arrimo de los ayuntamientos; “subió la marea excesivamente” y ahora veremos “los desperfectos y los residuos” que deja al bajar. Zapatero afirma que mientras crecíamos al 4% el crédito aumentaba un 30%, cuando lo aconsejable es que lo haga dos o tres veces más que el PIB. Así pues, el gasto de las familias y las empresas, y su endeudamiento, han sido exageradísimos.   En todo caso, la magnitud de esta crisis del sistema financiero era inimaginable, y por tanto, imprevisible. No obstante, el presidente asegura que hemos tenido mucha suerte con nuestros bancos (a los que el Banco de España ha sometido a unas reglas ejemplares para el resto del mundo) ya que el Gobierno ha avalado y prestado dinero a las entidades financieras pero no ha tenido que poner capital en ellas como otros Gobiernos europeos.   Respecto al rechazo de la clase política europea que la masiva abstención ha reflejado, el jefe del Ejecutivo y del PSOE tacha de discurso facilón referirse a la distancia que media entre representantes y representados. “Es muy español criticar a los políticos”, “pero es sano, hay que desconfiar del poder”, confiesa Zapatero, y añade que su cargo de presidente no es algo extraordinario: podrían desempeñarlo cientos de miles de españoles.   hechos significativos   El presidente del PNV cree que se está montando “un escenario de pacificación” con ETA.   Zapatero se queja de que el Vaticano, cada vez que puede, le ataca.

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