José Antonio Ortega Lara se ha dado de baja como militante del Partido Popular. Este ex funcionario de prisiones fue secuestrado por ETA el 17 de enero de 1996 y hasta ser liberado por la Guardia Civil, permaneció encerrado en un zulo durante 532 días. Desde entonces es un icono de la resistencia contra el terrorismo; según El Imparcial, el trato dispensado por  Rajoy a la todavía presidenta del PP vasco, María San Gil, ha motivado el abandono de Ortega Lara. Aznar, que en un acto reciente de FAES sobre el euro proclamó que quiere un PP “sin complejos” y que cuente con los mejores, ha expresado su profundo disgusto por la marcha de San Gil y Ortega Lara.   No cesan las reacciones de pesar y disgusto en el PP y aledaños. El ex presidente de la AVT, Sr. Alcaraz, insta al partido que defendía a ultranza los principios por los que ha luchado esa asociación, a reconsiderar la situación, tras la caída de tantas “voces e iconos que representan la dignidad y la valentía”. El eurodiputado del PP, Alejo Vidal-Quadras, afirma que lo de San Gil es una tragedia porque es “un referente moral, político y humano absolutamente imprescindible” no solo para el PP sino para toda la nación, y pide “volver a la senda correcta”. Esperanza Aguirre se lamenta de que “algo se está haciendo muy mal en la dirección del PP”, y el diputado Juan Costa (posible candidatura alternativa a Rajoy) utiliza la misma expresión que aquélla para manifestar su contrariedad: “No me resigno”.   Durante el programa de Jiménez Losantos en la COPE, Pedro J. Ramírez ha exhortado a “la sublevación contra Mariano Rajoy”. Este influyente periodista ha entrado en consideraciones psicológicas para explicar la razón por la que Rajoy “echa” ( cuando creíamos que era una dimisión) a San Gil: “no soporta que alguien con esa altura moral, credibilidad, y prestigio en la sociedad española haya dicho públicamente que no se fía de él”; y continúa explayándose: reacciona como “un mediocre que quiere aferrarse al sillón”, “como un tiranuelo”, “es un niñato grande que actúa con modales despóticos”.   Una moción de censura mal planteada sirvió de pretexto a Fraga para laminar a Hernández Mancha. Ahora se enarbola la bandera del “coraje antiterrorista” frente a la tibieza centrista de Rajoy (con Gallardón de acólito) para descabalgarlo de la poltrona estatal de la derecha.   hechos significativos Zapatero dice que tras las últimas elecciones no tiene ninguna queja del líder de la oposición. Rajoy ha garantizado que el PP saldrá adelante y que no fallará a su votantes.

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