Pedro M. Gonzalez y Antonio García-Trevijano

Sujeto, verbo y predicado. Párrafos cortos e ideas claras. Trevijano me enseñó a escribir. La semana pasada fue la única vez en los últimos once años que no he sido capaz de cumplir con el compromiso adquirido de remitir al menos un artículo semanal al Diario Español de la República Constitucional, que él fundara.

La estética impregnaba su acción política, tan impactante como el clamoroso silencio con que la prensa audiovisual oficialista ha pretendido condenarle en último acto de ostracismo intelectual. Al margen de los amigos y los enemigos, ni la Prego, ni ninguno de los palmeros del régimen torcuatero se han acordado (en público) de una figura clave de la falsa transición-transacción española. Tienen miedo a que, como el Cid, de muerto continúe poniendo en evidencia su cobardía.

Sin embargo la mecha está encendida. El ambiente que se respira en quienes nos metió el veneno de la Libertad no es de abatimiento, sino de deuda con la acción. Cuando escuché a un miserable falsificador de la historia decir que nadie se acordará de Trevijano dentro de dos años, no pude evitar reírme.

La obra del autor de Teoría Pura de la República está predestinada a formar parte del estudio académico. Más valdría que alguno de los que nos mandan hoy y que no saben cómo manejar la sedición catalana se hubieran leído El Discurso de la República. Del Hecho Nacional a la Conciencia de España. Lo que nos habríamos ahorrado.

Personalmente me he quedado sin un amigo. En lo político, sin un maestro. En todos los órdenes, también en el profesional y en la forma de afrontar la vida, me inculcó la Lealtad como virtud capital. Eso queda en el alma propia y con egoísmo racional lo atesoro. El mismo egoísmo racional, cuasi randiano, que inspira la persecución de la libertad de los demás porque sin ella, jamás podremos alcanzar la nuestra.

Desde que llegó Trevijano todo encaja: No vamos en busca de la Libertad, la Libertad viene en nuestra busca.

Ahora que se ha ido debemos encender el faro del conocimiento y de la verdad para que el encuentro se produzca.

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Fdo. Pedro M. González: Abogado en ejercicio desde el año 1999 y cofundador con Antonio García-Trevijano del Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional (MCRC), del que actualmente es Asesor Jurídico, con quien mantuvo estrecha colaboración profesional, política y de amistad es columnista habitual del Diario Español de la República Constitucional donde escribe todas las semanas sobre la actualidad judicial.

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