Manuel Vega
MANUEL VEGA.

La comunicación de los gobernantes con los gobernados es la base de su propia permanencia. A través de la falsedad se puede apoyar una guerra impropia, minimizar una catástrofe o apaciguar y drogar a una Nación durante 40 años. Esta comunicación, generalmente unidireccional, puede considerarse mentalmente como un soporte de tres de pilares.

A continuación, describiré estas tres columnas que sostienen al Estado de partidos, unidas por un denominador común que es la falsedad, la falta de realidad que genera una envoltura muy diferente a su verdadero ser:

  • La mentira, que consiste en decir a los gobernados lo contrario de lo que los gobernantes piensan, saben o creen. Todo lo visible al público hoy en España está envuelto por la mentira ya que la corrupción se ha adueñado de todo. Es por eso que en la política estatal ya no queda rastro alguno de verdad.
  •  La tergiversación, esa modificación del sentido real de lo que unos y otros dicen sobre lo delictivo o propagandístico. En los grandes medios de comunicación, cuya labor principal es la desinformación, es la práctica más común, usada como arma de ataque de unos contra otros. Resulta divertido ver como jamás atacan aquello que es sustento común de unos y otros, aspectos como la financiación con dinero público de sus partidos, etc.
  • El eufemismo, usado para endulzar el veneno que desde el poder rezuma sobre una población intoxicada de largo tiempo pero no por ello inmunizada, pues aun sigue haciendo efecto, es verdad que cada vez menos.

Cada día, la sociedad, hastiada ya de tanta mentira, está buscando aire puro, luz, verdad… y esas columnas, cada vez más inestables, cimbrean y ya no hacen como antaño su función porque ya no soportan el peso de tanto engaño.

Desde el MCRC luchamos para que la sociedad sea consciente de todo este embuste y que, de una vez, seamos capaces de llamar a las cosas por su verdadero nombre, de arrancar las máscaras, nuevas y viejas, pues tanto formaciones como PODEMOS o CIUDADANOS son partícipes de la misma falsedad que el PP o el PSOE. Todos ellos herederos del franquismo y adaptados a la década de 2010 pero con la misma esencia de antaño.Todos ellos enemigos de la libertad jugando al mismo juego, y eso son, buenos compañeros de juego, de un juego sucio y sin reglas, reglas tan sencillas como serían la separación de poderes y la representatividad, es decir, la DEMOCRACIA. Algo que sólo un hombre, Antonio García Trevijano, denunció reclamando esas reglas en su día y que ahora reclamamos todos los que exigimos la libertad para España.

 

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