ILLY NES.

Cuando perdió las elecciones, Mariano Rajoy intentó reformar el partido en el XV Congreso posterior colocando a Ruiz Gallardón y sus ideas más liberales en la primera línea ideológica de la formación, pero sufrió una fuerte contestación interna del sector más duro del partido, lo que le obligó a replegar posiciones y variar por completo su planteamiento inicial. Del discurso de apertura al de clausura de Rajoy en ese cónclave popular, va un abismo, según pudieron comprobar todos los periodistas presentes. Sirvan como contraste estos dos artículos: Torquemada, Blanca: “Entre el “giro social” y el centro”, ABC 28-9-2004: “Parejas de hecho o matrimonio homosexual, divorcio, aborto, células madre, clonación terapéutica… El comentado “giro social” del PP ante la progresión geométrica en la aceptación de cuestiones que desbordan el sistema de valores tradicional de la derecha y alejan cada vez más sus postulados de los de la Iglesia Católica tendrá un reflejo estudiadamente flexible en el XV Congreso del partido, donde la ponencia “Comprometidos con las personas”, elaborada por María José García Pelayo, alcaldesa de Jerez, e Ignacio González, vicepresidente primero de la Comunidad de Madrid, transita con pies de plomo por cuestiones como la regulación de las parejas de hecho homosexuales. La ponente García Pelayo detalla que se han recibido 16 enmiendas sobre el particular y que “todas ellas coinciden en la necesidad de legislar para dar cabida a esa realidad social. Unas son más valientes que otras, pero en ningún caso proponen el matrimonio entre personas del mismo sexo”, por lo que sintonizan con el espíritu del artículo 24 del texto congresual, según el cual, “es necesario regular jurídicamente las nuevas formas de convivencia que no responden al matrimonio tradicional mediante la elaboración de una Ley que regule estas nuevas realidades con todos los derechos y con pleno respeto a la seguridad jurídica y a los derechos de terceros que pudieran verse afectados”. El otro responsable de la ponencia social, Ignacio González, no ve ambigüedad en estos enunciados que, según manifiesta a ABC, no hacen sino “recoger la postura mayoritaria del partido”. La resume en que “decimos “sí” a la regulación de la unión de personas del mismo sexo, con el máximo de derechos y garantías, y “no” al matrimonio entre homosexuales, porque no cabe en el Código Civil ni en la Constitución”. Asegura González que “hablar de un giro social del PP es caer en una trampa semántica, morder un anzuelo burdo. No necesitamos girar porque la mejor política social de la historia de España la ha hecho el Gobierno del Partido Popular al crear empleo y riqueza o fortalecer un sistema de pensiones que es hoy más consolidado y garantista que nunca.

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Lo que ocurre es que cuestiones llamativas como la legislación referida a la convivencia entre homosexuales se utilizan por otros de manera torticera y demagógica, mientras nuestra posición parte del sosiego y la sensatez: existe una realidad social a la que hay que dar respuestas, pero el matrimonio es una institución de una naturaleza muy concreta, bien definida por el Código Civil, y no es eso lo que demandan mayoritariamente los colectivos de gays y lesbianas. Lo que de verdad quieren es contar con una ley que regule expresamente su convivencia y genere determinadas consecuencias jurídicas”. En cuanto a la adopción por parejas homosexuales, Ignacio González dice que “una vez más, entramos en el terreno de una utilización torcida del lenguaje, cuando no existe el derecho a adoptar, sino el del niño a ser adoptado, y ello implica que, como pauta general, ese derecho se debe concretar en el seno de una familia en la que existan las figuras del padre y de la madre, no porque lo diga el PP, sino porque lo dicen los informes científicos solventes”. García Pelayo tercia: “Ninguna enmienda hace referencia a la posibilidad de la adopción por esas parejas homosexuales “reguladas”. Considera que ello deriva de que en el seno del PP estos pasos se dan “con prudencia, mientras el Gobierno hace demagogia.

El matrimonio homosexual es un asunto lo suficientemente delicado como para que se trate con amplio diálogo entre las fuerzas políticas. Cuando se legisla, se hace con ánimo de continuidad en el tiempo y, antes de originar inestabilidad y fractura social, hay que tener claras las consecuencias”. Lo que no es obstáculo para que el PP contribuya también en su Congreso a la ebullición del “divorcio exprés”, para el que propone un plazo de resolución de mes y medio si hay mutuo acuerdo. Mientras, Carlos Alberto Biendicho, presidente de la Plataforma Popular Gay, un sísmico colectivo que cuenta con unos dos mil simpatizantes en un partido con más de 600.000 militantes, asegura que “la sociedad es víctima de estereotipos falsos al identificar la reivindicación de los derechos de los homosexuales con los postulados de la izquierda. Hay que desmontar esa completa falacia. Yo fui el primer representante de un colectivo gay presentado oficialmente a la Reina. Ocurrió en el Salón de Pasos Perdidos del Senado y fue Esperanza Aguirre, entonces presidenta de la Cámara, quien tomó la iniciativa.

En contrapartida, hay que denunciar que bajo el Gobierno del PSOE, entre 1982 y 1986, aún se encarcelaba a homosexuales porque seguía en vigor el artículo 352 del Código de Justicia Militar”. Por su parte Gonzalo Trenor, secretario de Nuevas Generaciones en Galicia y bastión interno de defensa de los gays y lesbianas, manifiesta que “en este Congreso no vamos a agitar estas cuestiones porque se ha avanzado en la normalización. Ahora hay sosiego y razonable consenso”. Algunos dirigentes populares estiman que cuando las Cortes de mayoría socialista bendigan el matrimonio entre homosexuales, una posterior alternancia en favor del PP difícilmente cambiará ese hecho. Hacen notar que cuando se aplica una legislación aperturista en cuestiones sociales no suele resultar factible la vuelta atrás. Creen que en envites como éstos o la eventual adopción por parejas homosexuales o la eutanasia, el Partido Popular podrá esquivar tomar la iniciativa, pero quizá no el peso de los hechos consumados. De momento, este XV Congreso no pondrá sobre la mesa excesivos experimentos que toquen la fibra ética de su base electoral”.

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La otra cara de la moneda en Marcos, Pilar: “El PP pide a sus votantes y militantes que se manifiesten contra las bodas gays”, El País, 14-06-2005. “El Partido Popular anunció ayer su respaldo a la manifestación convocada el próximo sábado en Madrid por el Foro de la Familia contra el matrimonio entre personas homosexuales. Ángel Acebes, su secretario general, pidió a “los votantes, simpatizantes y militantes del PP” que acudan a una manifestación que, según él, “es a favor de la familia y de la libertad de educación y no es en contra de los homosexuales”. Acebes justificó el apoyo del PP a la manifestación del sábado por “la absoluta coincidencia” sobre este asunto con lo que refleja su programa electoral. Carlos Alberto Biendicho amenazó con movilizar a los homosexuales que simpatizan con su partido y dar nombres de dirigentes del PP que son homosexuales. Aún más, Biendicho pidió a los votantes gallegos del PP que, en protesta, voten en blanco el domingo”.

También De la Hoz, Cristina, en ABC, 15-6-2005, se hacía eco de este giro a la derecha: “El PP justifica su apoyo a la manifestación en que “no era posible inhibirse”: “Cuestión compleja y sensible”. Así definen desde el PP la reforma que permitirá el matrimonio homosexual, ahora en trámite en el Senado y objeto de la manifestación convocada por el Foro de la Familia y secundada por los populares. La decisión de la dirección del PP provocó un aluvión de críticas tanto desde el Gobierno -Bono señaló que la gente “se tiene que acostar con quien quiera y no con quien desee el PP”- como de organizaciones de homosexuales. Incluso el presidente de la Plataforma Popular Gay, Carlos Biendicho, reclamó a Rajoy que llame a los afiliados a no acudir a la manifestación en calidad de miembros del PP y llegó a amenazar con comenzar a revelar la orientación sexual de sus compañeros de filas si no se apoya la futura ley de matrimonios homosexuales.

Lo cierto es que dentro del primer partido de la oposición siempre ha habido “sensibilidades distintas” sobre esta cuestión entre “los más católicos, con una visión más próxima a la Iglesia, y los más liberales”, señalaron fuentes del partido. En todo caso, indicaron los mismos medios consultados por ABC, “la decisión que hemos adoptado es la única razonable y la que de forma mayoritaria teníamos asumida. La postura que da lugar a la convocatoria coincide con la posición parlamentaria del partido. A partir de ahí era muy difícil inhibirse”, independientemente de que la convocatoria coincida con el día de reflexión de las gallegas o que suponga la tercera manifestación seguida en tres fines de semana. Un destacado miembro de “maitines”, del sector liberal, apoya la decisión, aunque pide “mucha pedagogía” para que no haya manipulaciones. El propio Rajoy señaló que la manifestación “no va contra nadie”. Aunque aún no se ha decidido qué delegación acudirá a la misma, lo más probable es que lo hagan el secretario general del PP, Ángel Acebes, y la responsable de políticas sociales, Ana Pastor”.

 


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