Grecia conmueve a los europeos. La indignación por el disparo mortal de la policía a un estudiante de 15 años, se ha traducido en un movimiento de rebelión de jóvenes, clases medias y trabajadores, contra el régimen partidocrático y endogámico que sustituyó, en 1974, a la dictadura de los coroneles. Los sindicatos han aprovechado la ocasión para promover una huelga general que ha paralizado a la sociedad civil durante 24 horas. La experiencia del 68 francés, y de la huelga española del 89, bastan para anticipar el resultado de tanta agitación, sin dirección política a la libertad. Se cambiará o no el Gobierno conservador, pero la esperanza de cambio de Régimen, mediante la conquista de la libertad política, se habrá esfumado. El interés europeo por los actuales sucesos políticos griegos tiene sólidos fundamentos históricos. La independencia griega, primer asunto nacional resuelto por una acción concertada de las potencias europeas, se asentó sobre un sentimiento pre-nacional fraguado con una torpeza del invasor otomano. Para no disminuir la recaudación de impuestos y fomentar la oposición de la Iglesia bizantina a la romana, Mohamed II prohibió la conversión al Islam de los griegos, y concedió al Patriarca de Constantinopla un territorio, el “Fanar”, con jurisdicción cesáreo-papista. La aristocracia “fanariota” mantuvo la lengua griega con escuelas doctorales y, desde el Cuerno de Oro, administró con criterio unitario los asuntos griegos. La tecnocracia fanariota de Bruselas ni siquiera puede concebir hoy que la falta de libertad política sea motivo de sublevación, bastante ceguera tiene con su propia crisis para ver esa minucia griega. Las televisiones griegas ven en el asesinato del joven Alejandro Grigoropulos la gota de agua amarga que colma el vaso de la resignación. El rector de la Universidad de Atenas dice; “los jóvenes ya no nos creen”. Todos los comentaristas coinciden: “lo que esta pasando no es novedad, no es de ayer, ni una crisis de confianza en el gobierno que se resuelva con elecciones, es una crisis de Régimen”. Pese a ello, el líder de la oposición socialdemócrata, Papandreu, se suma a la manifestación silenciosa, con velas, en el centro de Atenas. Mientras los partidos comunistas enfrentados entre sí, y la coalición de izquierdas, Sinaspismos, acusada de “celebrar la violencia”, se unían a otras manifestaciones menos silenciosas. florilegio "Nada es más efectivo para disolver los conatos de libertad en las masas gobernadas, que canalizarlos hacia una huelga de objetivos económicos, o a la convocatoria de nuevas elecciones para ir de lo mismo a lo mismo."