Traducción de Antonio Tudela

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ROB WALKER

Guía Básica para Foráneos sobre las Elecciones Británicas

Visto desde el extranjero, a mis amigos en tierras lejanas se les puede perdonar por preguntarse si no estamos ya algo aburridos de votar en Inglaterra. La votación sobre la independencia de Escocia en 2014, las elecciones generales en 2015, las votaciones sobre la permanencia en la Unión Europea en 2016. Ahora, nuestra Primera Ministra ha convocado otras elecciones generales para el 8 de junio. ¿Qué diablos está pasando en Reino Unido?, te debes de estar preguntando, ¿por qué debería siquiera preocuparme por otra votación electoral?

Bien, he aquí la respuesta:

El panorama político británico necesita de una oposición férrea, una que pueda ser tomada en serio por, al menos, un porcentaje decente del electorado. El Partido Laborista, nuestro otro principal partido, en un sistema político como el nuestro que rara vez permite un tercer factor, actualmente está liderado por un hombre que hace poco no pudo responder “sí” cuando fue preguntado acerca de si daría el visto bueno para que el líder del ISIS fuera ejecutado. El compromiso del señor Corbyn respecto del pacifismo es digno de elogio, sin embargo, teniendo en cuenta el contexto y los frecuentes ataques terroristas en nuestro continente, un espectador medio podría reaccionar a esta vacilación con una opinión con cierto estupor. Estocolmo; Westminster; el ataque a la iglesia de Normandía; la serie de ataques en julio de 2016 en Alemania; el Día de la Bastilla en Niza; Bruselas; Bataclan y las calles de París y, quizás el más simbólico de todos, Charlie Hebdo –incluso una muy selectiva lista es tan larga que uno no puede comprender el horror de cada uno de los ataques individualmente- la banalidad del mal se cierne sobre nosotros. Muchos parecen preocupados por una inminente Tercera Guerra Mundial entre las superpotencias tradicionales, sin embargo, yo diría que ya estamos en la gran lucha entre civilizaciones de nuestro tiempo, y nuestro continente está en el eje de ésta, una vez más. Esto sugiere que Inglaterra necesita opciones de liderazgo con algo más de estómago para la lucha. Estas elecciones responderán muchas de las preguntas sobre el liderazgo del Partido Laborista y sospecho que al señor Corbyn no le gustará la respuesta que obtendrá por parte del electorado. El Partido Laborista tiene una preocupante tradición de deleitarse en su glorioso fracaso y no siempre aprender de las lecciones que el electorado le da (algo relacionado, quizás más esta que otras veces, con la pureza ideológica que persigue). Otra cosa que no sea la derrota parece extremadamente improbable para el Partido Laborista, pero vistos los últimos años en política, sabemos que cosas más extrañas han sucedido.

Tomada la decisión en 2016 de abandonar la Union Europea, Inglaterra necesita tener confianza en forjar una nueva relación con nuestros vecinos continentales (la tendencia divisiva del Brexit parece que va a dominar el debate hasta el 8 de junio). Convocando estas elecciones, Theresa May está tratando de fortalecer el partido que lidera, el Partido Conservador, y desde dentro de nuestro parlamento y junto a él, la fuerza de su posición con respecto de las negociaciones del Brexit. La señora May ha sido acusada de oportunista y cruel a la hora de elegir el timing de las elecciones, dado que el Partido Laborista se encuentra en lo más bajo de las encuestas de opinión. A lo que una respuesta razonable es, ¿qué es un político sino un oportunista? Una gran parte de su trabajo es reaccionar a medida que se desarrollan los acontecimientos y si estás tratando de ganar unas elecciones, convocarlas cuando la oposición es débil parece una estrategia sensata, ¿o es el comportamiento de una “dama británica” el informar a la oposición de su estrategia exacta y los tiempos y tal vez esperarles a que estén más fuertes en las encuestas? La capacidad de las personas a quienes les gusta quejarse por quejarse parece no tener fin.

Tal vez después del 8 de junio Inglaterra habrá ardido a través de la cólera de los diferentes, pero igualmente apasionados, puntos de vista sobre Brexit. Podemos tener un Partido Laborista muy diferente y un gobierno conservador envalentonado para llevar a cabo el proceso del Brexit. Sin embargo, sospecho que las divisiones respecto del Brexit pueden acrecentarse y el señor Corbyn puede estar aún más profundamente atrincherado en su posición como líder laborista. Parece que mi país, o nuestra opinión pública, no es inmune a la tendencia mundial de una creciente polarización.

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