Se ultiman los preparativos para las elecciones Andaluzas en Córdoba. En concreto, el PP ya tiene elaborada la lista en la que está “representada toda la provincia y todos los sectores generacionales” (José Antonio Nieto dixit). Supongo que el alcalde de Córdoba, al realizar tal comentario, se refiere a que ya están representados en dicha lista todos los miembros del partido que merecen estarlo, y que se mantendrán fieles a los que los han colocado en lista, representando sus intereses. Así pues, no sé para qué tenemos que esperar al 25 de marzo para hacer un refrendo sobre una elección ya realizada. Para organizar unas “elecciones” legislativas que determinarán quién controlará el poder Ejecutivo, y por ende, a los otros dos. Pero el espectáculo debe continuar, en ello le va la supervivencia a la clase política.

Esta semana se indicaba con orgullo en uno de los diarios de noticias locales, que el aeropuerto de Córdoba recibió la visita de 1.700 estudiantes durante el año 2011. Impresionante. Sospecho que han desfilado por allí más estudiantes que pasajeros a lo largo del pasado año. Y hablando de vuelos, nada mejor que invertir los escasos recursos del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en duplicar helipuertos sin necesidad: 77.000 euros ha costado el que se ha construido en Villanueva de Córdoba, a 500 metros del que ya existía del Infoca. Creo que la estrategia de nuestros políticos debe ser similar a la del consejo que circula por internet, y pretenden readaptar los servicios de los aeropuertos: “Si no puedes pagar un doctor, ve a un aeropuerto. Te harán una radiografía gratis y un exámen de pecho. Y si mencionas a Al-Qaeda, una colonoscopia” .

Al menos, dos noticias importantes han surgido en los últimos días de la escena científica cordobesa. Por un lado, el desarrollo de una variedad de trigo apta para celíacos por un equipo de investigadores del Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC. Y por otro, la puesta a punto y próximo inico de producción de un nuevo biocombustible a través de una empresa tecnológica de la Universidad de Córdoba. Ambos trabajos demuestran que otro modelo de desarrollo es posible, que invertir en ciencia y tecnología es rentable, y que no es cuestión de unos pocos años (los dos trabajos llevan aparejada una inversión en tiempo de investigación básica de bastantes tiempo). Sin embargo, este paisaje cada vez queda más lejano en nuestra geografía económica.

Fotografía de Erik Charlton

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