El próximo día 26 tendrán lugar elecciones legislativas donde, como explica Antonio García Trevijano, el mejor pensador político en la historia de las ideas de nuestro país, “no se va a elegir a los representantes del pueblo o de la sociedad, sino a refrendar unas listas de partido cuyos componentes han sido colocados en ellas por los jefes de los mismos, no por los votantes. No representan pues a los electores ni a la sociedad civil, sino a una oligarquía política que desprecia a la democracia y a los electores”. Pero para quienes decidan participar en esta farsa en lugar de abstenerse, creo que el mínimo exigible es que conozcan lo que piensan hacer con este país y con su futuro aquellos cuyas listas piensen votar.

Hoy analizaré la propuesta de Unidos Podemos, que emerge como segunda fuerza gracias a la estupidez absoluta de Sánchez, que ha sido engañado y llevado a una trampa mortal por Iglesias, y al PSOE que lo ha permitido, que puede quedar destrozado para siempre. En lo económico, hay casi unanimidad en los grandes partidos: más impuestos sobre los ‘ricos’, es decir, sobre la clase media y trabajadora, más despilfarro político y más enchufados públicos. El récord de gasto lo propone Podemos con 96.000 millones más, un disparate estratosférico. Y Rajoy, un mentiroso compulsivo que dice que va a bajarlos por la mejora de la recaudación, cuando esta se ha desplomado en el primer cuatrimestre.

El candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)

El pensamiento de IU/Podemos

Como es de sentido común, lo relevante no son los programas que ofrecen una colección de promesas incumplibles para engañar al mayor número de incautos e ignorantes posible -¿recuerdan a Chaves prometiendo casa gratis a todas las familias andaluzas?-, lo relevante son las ideas expresadas por los líderes sobre lo que de verdad piensan hacer si gobiernan. IU definió su ideario económico en su último congreso y lo que piensa es salir del euro, impagar la deuda, nacionalizar la banca, las grandes empresas y hasta las grandes cadenas de distribución, desde Mercadona a Eroski, y dos millones más de enchufados públicos. Iglesias, que es ya su jefe, les ha obligado a olvidarse de momento y hasta a esconder sus banderas: la republicana y la roja con la hoz y el martillo. Viven en el siglo XIX.

Por su parte, Pablo Iglesias ha expuesto con toda claridad sus ideas y su estrategia para la conquista del poder, en un artículo publicado en una revista izquierdista británica bajo el título de ‘Understanding Podemos’. Iglesias, sin fuerza armada que lo sostenga, a no ser que acabe haciendo lo de su mentor Maduro, que ha reclutado y armado una ‘milicia popular’ de 100.000 hombres ante la pasividad del Ejército -que son quienes le mantienen, en contra de la mayoría del pueblo-, utiliza la televisión, “el aparato ideológico central en nuestras sociedades”, que el oligopolio privado -Sexta y Cuatro-, sostenido por la publicidad del Ibex y la prohibición publicitaria a TVE que el cobarde de Rajoy ha mantenido, le presta en forma prioritaria para dar una imagen falsa de piel de cordero y promesas incumplibles. Si gana, los tres van a tener lo que se merecen

Su intención declarada es implantar un régimen tipo Venezuela, Ecuador o Bolivia, que son sus grandes referentes políticos. “América Latina vivió derrotas históricas de la vieja izquierda, pero surgieron formaciones populares y progresistas que consiguieron victorias electorales que transformaron en proyectos de recuperación de la soberanía del pueblo”. Soberanía del pueblo que significa dictadura sin paliativos. Como explica Ada Colau: “No estamos dispuestos a acatar leyes injustas”, es decir, todas la que se opongan a su poder. Una de sus medidas estrella si llega al Gobierno es obligar a jueces y tribunales a prestar juramento de fidelidad al ‘Gobierno del cambio’ igual a lo que ocurría en la Alemania nazi.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. (EFE)

Aparte, su personalidad totalitaria y ansia ilimitada de poder explica que su estrategia para la conquista del poder tenga dos fases. La primera, agrupar a todas las organizaciones izquierdistas bajo su mando. IU se ha vendido gratis y el PSOE, con un memo por líder a quien desprecia, piensa que a cambio de la compensación adecuada -¿una presidencia nominal?- este mindundi estará dispuesto a apoyar su “asalto a los cielos” cediéndole todo el poder efectivo. “Nuestro objetivo esencial es atraer al PSOE, que aún tiene un soporte social significativo, a nuestras posiciones, y o bien se suma al cambio [reconociendo su liderazgo absoluto] o se ancla en el pasado y se suicida políticamente”.

La segunda es la toma del poder y poner al servicio del ‘Gobierno de cambio’ a todas las instituciones del país, “la frustración de las clases medias y asalariadas -empobrecidas por las políticas de Rajoy- es el factor más decisivo para comprender las posibilidades políticas del presente”. “Cuando me resisto a entrar en debates sobre la forma de Estado -monarquía o república- , memoria histórica -vuelta al guerracivilismo-, política educativa -cierre de todos los centros de enseñanza privada-, relaciones con la Iglesia, etc., no significa que no tengamos las ideas perfectamente claras en estos campos, ni que hayamos moderado nuestra posición, sino que asumimos que sin controlar la máquina institucional del poder, no tiene sentido focalizar la lucha en estos temas y alejarnos de la mayoría que no está a la izquierda, pero lo haremos cuando controlemos el poder”.

El programa: 50 pasos hacia el desastre

Respecto al programa, que titulan ’50 pasos para gobernar juntos’, centrándome en lo económico: se trata del delirio más absoluto, prometiendo repartir como si fuera maná caído del cielo lo que España no tiene ni puede obtener del exterior, promesas tan absurdas que solo gente muy desesperada o ignorante puede creer. El primer punto es un Plan de Transición Energética que propone “la modernización económica y la eficiencia”, sustituyendo la generación clásica por renovables entre tres y cinco veces más caras. Cambiar las nucleares, cuyo coste es de 10 euros/Mwh, y los ciclos combinados de gas, 30 euros/Mwh, por eólica, de 85 euros/Mwh, y fotovoltaica, entre 100 y 200 euros/Mwh, la tecnología más moderna. Promete “reducir el coste de la energía a empresas y hogares”, cuando su propuesta multiplicará más de tres veces el recibo de la luz, pero en este país de iletrados con La Sexta y Cuatro a su servicio, todo vale.

Líderes de Podemos durante una nueva edición de 'El Congreso en tu plaza' en Vallecas. (EFE)

Propone una “nueva senda de reducción del déficit”, consistente en exigir dinero sin límite a los mercados hasta que le dé la gana, y además anuncian que no lo piensan devolver (reestructuración de la deuda). Habrá cola para prestarnos dinero, aunque eso les da igual porque tienen un plan B: impago de la deuda, salir del euro y empezar a imprimir pesetas cono si fuera confeti. Reforzar el Estado de bienestar, fortalecer los servicios públicos, reformar el art. 135 de la Constitución y dos huevos duros. Su propuesta reduce el gasto ya ridículo en Defensa un 20%, en orden público un -15%, congela la protección social y sube un 10% Sanidad y un 15% Educación, sin tocar la gestión absolutamente desastrosa en ambos casos. Reforma tributaria para subir impuestos, afirmando que la presión fiscal es ocho puntos inferior a la media europea, una falsedad clamorosa cuando la OCDE acaba de publicar que la fiscalidad sobre el trabajo en España es la cuarta mayor del mundo desarrollado.

Nuevo marco de relaciones laborales, derogando las reformas del PSOE y del PP, “un nuevo marco laboral que garantice la creación de empleo de calidad”, o sea, basura populista al por mayor. Reestructuración de la deuda hipotecaria de los hogares, mediante la “reducción en el valor de las hipotecas”, algo que se llevaría por delante el sistema financiero, que se encuentra ya al borde del abismo, pero le da igual porque también tienen un plan B: crear una banca pública alrededor de Bankia y el ICO que sustituirá gradualmente a la privada como en Venezuela. Nuevo modelo productivo, “un modelo de desarrollo sostenible centrado en buscar el bienestar y la prosperidad de toda la sociedad, capaz de crear empleo estable y asegurar una redistribución de la riqueza más justa”. ¿Cabe acaso mayor grado de fantasía y estupidez?

En el tema social, renta garantizada, de un mínimo de 600 hasta un máximo de 1.290 euros, el cómo se paga es irrelevante. Se paralizarán los desahucios por motivos económicos “probados”. Agua y luz gratis para 1,4 millones de hogares. En Educación, se iniciará un plan para la supresión progresiva de los centros privados, que pasarán a integrarse en la red de centros públicos, “gobierno democrático” en las universidades, es decir, al servicio del ‘Gobierno del cambio’. En Sanidad, acceso universal a los españoles y a los inmigrantes, algo que no ocurre en ningún lugar del mundo, nada de acabar con el despilfarro, los miles de enchufados, el mayor absentismo de Europa que protegen los sindicatos y el desastre de gestión (la CNMC acaba de denunciar el pago de cientos de millones anuales de más solo en los pañales de la Sanidad pública).

Pero si todo es un disparate y un camino directo al abismo, el colmo del despropósito se alcanza en las pensiones. “Se indexarán con el IPC y se derogarán las reformas del PSOE y del PP” para garantizar la sostenibilidad de las mismas, que este año cerrarán con un agujero de más de 20.000 millones de euros. ¿Y quién pagará la fiesta? “Nos comprometemos a garantizar las pensiones con la introducción progresiva de la financiación por vía impositiva”, es decir, el agujero de las pensiones lo pagarán la clase media y la clase trabajadora, los 5,5 millones de contribuyentes con rentas brutas iguales o superiores a 24.000 euros, lo que supone una media de incremento de impuestos de 4.000 euros anuales por contribuyente. Nada de suprimir la duplicidades entre AAPP (36.000 millones), empresas públicas inútiles (15.000 millones) o acabar con los monopolios que, como denuncia la CNMC, facturan (roban) 46.000 millones anuales de más por los bienes y servicios que suministran a las AAPP.

“Se eliminaran los beneficios fiscales a los planes de pensiones privados”, “se revisarán todas las medidas de reducción de las cotizaciones empresariales”, justo lo que se necesita para crear empleo y competitividad, y así todo lo demás. Y, cómo no, compromiso de acoger inmigrantes sin límite y aumentar el presupuesto de ayuda al desarrollo hasta el 0,7% del PIB. Si será por dinero. Sin embargo, el programa de Podemos no es para tomárselo a la ligera, si les dan poder y tiempo, arruinarán España y a los españoles para 50 o 100 años.

Y para terminar incluye, cómo no, la vuelta al guerracivilismo en un apartado que denomina “memoria democrática, verdad y justicia”, donde la verdad es el odio de los vencidos y la mentira lo que afirman los vencedores. “Se otorgará reconocimiento a todas las víctimas del franquismo”, incluidos asesinos y genocidas. ¿Qué pasa con genocidas como Companys, que se jactaba de haber acabado con todos los curas, frailes y monjas de Cataluña, o con Carrillo, que mandó asesinar a 5.000 hombres, mujeres y niños, muchos de los cuales fueron enterrados aún vivos?, y cero a las víctimas de la República. De nuevo media España contra la otra media, y donde lo único que no importa es la verdad y la justicia. No solo van a destruir España económica y socialmente, quieren enfrentar de nuevo a los españoles en dos mitades irreconciliables.

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