“Me llamo Abel García. Vivo en Madrid, tengo 31 años, soy gay… y no voy a quedarme callado por más tiempo. Este blog es mi válvula de escape”. Con estas palabras, se ha presentado un vecino de la Villa y Corte para denunciar la red de complicidades que anudan al PP con los promotores de la “fiesta de la muerte” en el Madrid Arena y con la conocida “mafia rosa” que controla una influyente parte de los resortes de poder en España.

“Mucho se ha hablado (y se seguirá hablando) de Madrid Arena. Muchas noticias sobre las víctimas, en demasiadas ocasiones deleitándose en el morbo del dolor y la muerte, pidiendo responsabilidades y anunciando barbaridades muy en la línea de este gobierno que tenemos. Sin embargo, aparte de lo obvio de este trágico acontecimiento, a mí hay algo que no deja de darme vueltas desde que salió la noticia”, señala Abel García, que ilustra su blog con un dibujo en lugar de una fotografía.

 

 “El 1 de noviembre estaba medio amodorrado en el sofá, con el sonido de la tele de fondo. Llevaban horas dando todo tipo de especulaciones, cuando empecé a escuchar a alguien haciendo unas declaraciones en la línea de “la empresa cumplía con todos los requisitos, el aforo se respetó”. Levanté la mirada pensando que quien hacía semejante testimonio sería, por naturaleza, el responsable de comunicación de la empresa organizadora. “Qué raro”, pensé, “si acaban de decir que hoy, al ser festivo, era imposible contactar con nadie de la empresa”. Fue entonces cuando caí en la cuenta de que quien estaba defendiendo a la organización, aportando “datos” que no podía tener ni había podido contrastar, era el vicealcalde del ayuntamiento de Madrid, Miguel Ángel Villanueva. “Ah, claro”, seguí pensando, “la mafia rosa se defiende a sí misma, como siempre”. En ese momento un escalofrío recorrió mi espalda: me acababa de dar cuenta de lo terrible que resultaba tomárselo como algo natural y no hacer ni decir nada al respecto. Afortunadamente no fui el único que se sorprendió de que el ayuntamiento diera la cara por una empresa privada y unas horas más tarde ya se comentaba en distintos medios que Villanueva y Flores se conocían.”, señala el confidente.

“Para algunos no es novedad que hay una conexión entre Villanueva y Flores (dueño de la empresa organizadora del evento y que controla buena parte del ambiente nocturno de Madrid),” explica Abel en su blog. “Puede que alguno de ellos desconozca que no se trata de una relación puntual, sino que se engloba dentro de una red de contactos y favores. Y para muchos es algo de lo que nunca han oído hablar. Abel afirma que el nos lo puede explicar, “No tengo problemas con que haya un lobby gay, igual que hay un montón de lobbys de todo tipo que nadie se cuestiona. ¿Por qué no puede haber grupos de gays trabajando juntos por nuestros derechos, por nuestra visibilidad…? Lo que ya no me gusta tanto es lo de las mafias rosas, esos círculos cerrados que trafican con el poder teniendo como objetivo único su propio beneficio, esas redes que se justifican con un “es que tenemos que apoyarnos entre nosotros” dando a entender que por nosotros se refiere a todos los LGTB cuando en realidad se refieren exclusivamente a su propio grupo.”, apunta el bloguero.

 

 

Abel García añade que “en Madrid hay una destacada mafia rosa del PP. Un grupo de políticos del PP y empresarios liberales que, bajo esa premisa de “ayudarnos entre nosotros”, opera para su propio beneficio sin importar consecuencias. Gente que dice que es “liberal” cuando es obvio que no lo es, porque el liberalismo bien entendido sería para todo el mundo, y no sólo para unos elegidos. Por eso es escandaloso que Villanueva diga que no conoce a Flores más que para denegarle cosas. Y no estoy hablando sólo de la ya famosa foto de Vanity Gay donde salen Flores y Villanueva, junto a Alaska (otra que también se ha apuntado al carro del PP, no por ideología sino por lo que saca del partido, pero eso ya es otro tema). Ni siquiera hablo de las conversaciones telefónicas en las que por lo visto Flores habla de sus conexiones en el Ayuntamiento. Me refiero a esas fiestas de la mafia rosa, esos cumpleaños de Villanueva en los locales de Flores, esas celebraciones en la azotea del Room Mate Óscar en Vazquez de Mella, en pleno corazón de Chueca… y en otras azoteas de Madrid, porque a esta gente le gusta mucho las alturas. Sólo teneis que ver los amigos de Flores y Villanueva, encontrareis varios amigos comunes organizando cosas imposibles para el resto de los mortales sin un buen contacto en el Ayuntamiento.”

“Es esta mafia”, continua el bloggero, ” la que permite que el Madrid Arena se alquile a una empresa que según la normativa del Ayuntamiento no puede contratar espacios públicos por tener deudas con la administración (aunque es bastante probable que la desgracia se hubiera producido igualmente si lo hubiera gestionado otra empresa). Son los mismos que hacen que a unos locales se les acose buscando colillas en las papeleras del wc, mientras otros (los de ellos) tienen más que descaradas conexiones con redes de narcotráfico y son públicamente conocidos por la tremenda cantidad de droga que se mueve dentro. Son los que, desde las azoteas de Madrid, mueven los hilos. No nos engañemos. Esta gente no hace visibilidad, sólo mira por su bolsillo. Son traficantes de poder, de favores…!” 

 

 

Para leer la entrada en el blog de Abel García pinche aquí.

 

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