Desde Valladolid, un lector nos remite la siguiente noticia de la agencia Europa Press, con fotografía adjunta, ocurrida esta misma semana, que hemos decidido incluir en nuestra sección diaria de Humor. Alguien quizás tuvo razón cuando dijo que desde que transcendió la cacería de elefantes en Bostwana, con perdón real incluido, ya nada será igual para la Monarquía en España, pues hasta los más pobres se la toman a coña, como demuestra la imagen que refleja la cara de la protagonista y de la mujer que, al fondo, observa la escena:

“Ser el heredero de la Corona puede traer algunas incómodas situaciones y si no que se lo digan al Príncipe Felipe, que se enfrentó a uno de estos embarazosos momentos el pasado martes. Don Felipe acudió al funeral en memoria de Iñigo de Arteaga que se celebró en la madrileña iglesia de San Francisco de Borja. Cuando el príncipe abandonó el templo por una de las puertas laterales se cruzó con una mujer que pedía limosna y que le tendió la mano para que le diera una moneda. El heredero, más acostumbrado a que la gente le pida saludos y no dinero, no lo dudó un segundo. Alargó su brazo, tendió su mano y le dio un fuerte apretón. La mujer de origen rumano no daba crédito a la reacción real aunque correspondió al saludo de Don Felipe que muy satisfecho continuó su camino ajeno a la petición”.

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