El pasado día doce, el pueblo irlandés rechazó el Tratado de Reforma de la Unión Europea que fue firmado en Lisboa por los gobiernos de los veintisiete países miembros. Sin embargo, conforme a las declaraciones de Juan Pedro Jouyet (El País 17/06/08), secretario de Estado francés para Asuntos Europeos, los Gobiernos que no han permitido a sus ciudadanos expresar su parecer con respecto al tratado, todos excepto Irlanda hasta el momento, no se plantean el rechazo como un cuestionamiento de la estructura política que se pretende imponer, sino como una necesidad de encontrar soluciones jurídicas de integración para los escépticos, es decir, pretenden legalizar la soberana negativa de una nación a formar parte, bajo estas precisas condiciones político-jurídicas, de la Unión Europea. En la misma línea se ha manifestado José Manuel Durao Barroso, Presidente de la Comisión, que apuesta por continuar con el proceso de ratificación y espera escuchar las explicaciones del Gobierno irlandés en la próxima reunión del Consejo. Por su parte, para el Ministro de asuntos exteriores español, señor Moratinos, el no insular es un incidente y don Javier Solana, Jefe de Política Exterior de la UE, afirma que la vida tiene que seguir ante el rechazo de Irlanda al Tratado de Lisboa (El Mundo 17/10/08).   El señor Ganley, empresario que ha logrado ser el rostro más conocido del NO al tratado a través de la plataforma Libertas, mantuvo durante la campaña que, al contrario de lo que dice la propaganda oficial, “cuanto más se conoce el tratado, más se rechaza” y que la negativa a acatarlo no supone paralización alguna del proceso de unión. Además explicó su posición de la siguiente forma: “Queremos devolver Europa a los pueblos y a la democracia. No podemos aceptar esta nueva transferencia de poderes a gente que no ha sido elegida y que no tiene que rendir cuentas a los electores. (…) Este documento es la Constitución a la que franceses y holandeses dijeron en su día no. (…) Y añadía: “…este es un documento antidemocrático. Crea un presidente no electo, un ministro de Exteriores no electo, no garantiza un comisario a todos los Estados miembros, y no se ha dado a los pueblos europeos la oportunidad de opinar.” Las opiniones de medios de comunicación, políticos e intelectuales se centran en cuestiones ideológicas o económicas de la Unión, todas ellas menos importantes que decidir si tendremos una Europa de los ciudadanos o de los oligarcas de partido.   hechos significativos Rodríguez Zapatero declara que el NO irlandés al Tratado de Lisboa no puede frenar a la mayoría. Doña Cristina Garmendia anuncia el envío al Congreso de una nueva ley de ciencia.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí