De momento, el rescate europeo a España ha fracasado, pues el dinero sólo servirá para pagar la deuda de los bancos españoles con el resto de los prestamistas del mundo, fundamentalmente norteamericanos e ingleses. El dinero no servirá para atajar los males de la economía española ni los afronta en su raíz: ausencia de inversión en innovación y burocratización o esclerosis en la universidad y la empresa, amiguismo y enchufismo en lugar de meritocracia, un sistema político basado en una arquitectura constitucional ineficaz y escasamente legitimadora, la escasa creencia colectiva en el emprendedor y la cadena de intereses y compromisos políticos que anuda cualquier iniciativa comercial, la falta de ética y moralidad de la sociedad española, cuya metáfora más despiadada es el mal gusto televisivo y el auge de la “basura” audiovisual… Radio Libertad Constituyente analizó la cuestión y las conclusiones son claras: de momento, el rescate ha fracasado.

 

En un día en el que se conoce que El Corte Inglés, la empresa con más prestigio de España junto con Zara-Inditex, negocia con los bancos refinanciar deuda por valor de 3.600 millones, se hace cada vez más evidente que sin una reforma a fondo del Estado no va a ser posible la recuperación económica. La supresión de las autonomías para hacer pivotar la representación en los ayuntamientos, salvo en las tres nacionalidades históricas, emerge como una inevitable decisión de ahorro económico.

 

“Pese a los agoreros del catastrofismo la decisión del Gobierno (y del Eurogrupo), tan adecuada como inevitable, y sólo tiene de reprochable no haber llegado antes. Hoy  subirán las bolsas y bajará la prima de riesgo. Volvemos a respirar”, escribe hoy un conocido columnista de un diario próximo a Rajoy. Pero lamentablemente no ha sido así. Ni la bolsa ni la prima de riesgo española levantarán cabeza sin que se inyecte una nueva ilusión moralizadora a los ciudadanos, y esto es imposible cuando los casos de corrupción golpean a la Casa Real española y al presidente del Tribunal Supremo. Y cuando la banca goza de una inmunidad absoluta, como se ha visto en el caso de Bankia o anteriormente de Caja Castilla la Mancha, Banco de Valencia o Caja de Ahorros del Mediterráneo. Mientras las cuentas en Suiza o Luxemburgo de los políticos, banqueros y otros miembros de la casta española sigan siendo un secreto de Estado, la confianza colectiva será imposible. El banquero Jaime Botín ya ha sido multado por ello, pero también tienen dinero en el extranjero la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín y el propio monarca ha sido acusado de ello. En Grecia se ha empezado a investigar a 500 dirigentes socialistas y conservadores cuyos gastos no casan con sus ingresos, una forma educada y amable de describir la corrupción. Y los socialistas han pedido conocer públicamente por primera vez todas las cuentas suizas de sus ciudadanos.

 

La opacidad de las indemnizaciones a los banqueros que han cobrado en la última década desde las cajas quebradas que formaron Bankia o la falta de transparencia o la falsedad de los datos presupuestarios de las diferentes entidades o instituciones hacen que la principal falla del país sea la autoconfianza en sí mismo. Y sin una cámara de representantes que irradie ejemplaridad en sus comportamientos (lo impide su forma de elección) y que mire a la cúspide como modelo (esta misma semana se ha sabido que el Rey ha recibido cuatro Ferraris como regalo de la monarquía de Abu Dhabi), la reanimación financiera es imposible. El Movimiento Ciudadano para la República Constitucional propone la abstención como forma deslegitimadora del Estado y sugiere un nuevo período constituyente con partidos y sindicatos que dependan de sus afiliados, no del Estado.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí