Libertad con la Hiber-Nación (foto: gingerpig2000) El factor de la nación Las proposiciones existenciales son descriptivas. Afirman la existencia o la no existencia de algo. Ningún observador de buena fe puede negar su verdad como si de un juicio de valor se tratara. Introducir en la definición del concepto nación un juicio de valor impide conocer la realidad que se designa.   No se puede definir a la nación como un proyecto sugestivo de vida en común (Ortega y Gasset) porque su existencia no depende ni de la voluntad de sus individuos, ni de lo atractivo de su proyecto. No puede ser sugestivo ni repelente lo que siendo involuntario deviene fatal o necesario (Antonio García-Trevijano.) No podemos describir a la nación como lo que nos gustaría que fuese sino como lo que es. Describir y desear son realidades disímiles. Allí donde se expresa un anhelo no puede haber cuestión relativa a verdad o falsedad científica (Ludwig von Mises).   J.A.Primo de Rivera dice que la nación es una unidad de destino en lo universal. Afirmar que se conoce a priori el destino histórico de una nación (o de una persona) implica aceptar que todos los acontecimientos están predeterminados. Según esto, todo discurre conforme a lo establecido previamente. La necesidad histórica crea a los individuos, no las acciones de éstos, la Historia. Las causas de los acontecimientos se explican por sus consecuencias, no las consecuencias por sus causas. Lo que tiene que suceder sucederá con independencia de lo que el hombre haga. Si hubiese sido consecuente con su pensamiento, José Antonio hubiera llamado a la inacción colectiva. Desconoce que el motor de la historia son las ideas y que es imposible determinar a priori el momento de su aparición, ni los efectos de su cristalización por la parte laocrática de la sociedad. El futuro es un por hacer no un por venir.   Pero en el PP no caen en la cuenta de este error intelectual y llevan en su programa electoral  la  cohesión  social  como  lema.  La cohesión social es la percepción de pertenencia a un proyecto común por parte de un grupo. A los dirigentes del PP éste concepto obscuro les sirve para fundamentar su defensa de la unidad de la nación en sus videos electorales. Ergo, si no hay cohesión social no hay España. Como si ésta fuera consecuencia de aquella. Roto el proyecto, rota la realidad.   La nación es un hecho de existencia vital colectiva e involuntaria que cada generación impone a las siguientes, sin preguntarles (Trevijano), un orden espontáneo que no ha podido ser creado deliberadamente por nadie sino impuesto por la historia de forma evolutiva: como la lengua, el derecho o el dinero (Jesús Huerta de Soto).   Por eso, porque no puede depender de la voluntad, se equivoca el PP (y el PSOE) al definir la nación como un proyecto. Su argumento en defensa de la unidad de España queda en evidencia ante quién sirviéndose de su misma lógica justifica la independencia de su proyecto. La cohesión social no puede ser el factor de la nación.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí