A Karlos Vilamallén   Parece ser que el cambio realizado en el Gobierno ha consistido en dar la imagen de acción política a base de comparecencias, monólogos y otros vapores políticos ante los medios de comunicación. La última de ellas ha estado protagonizada por las vicepresidentas, con su punto de sarcasmo y morbo, en la que la encargada de los asuntos económicos nos manifestó que “la economía está comenzando a tener algunos brotes verdes”.   Cuando la Comisión Europea, en boca del Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, un correligionario suyo, nos sitúa en los últimos lugares de las estadísticas de la Unión Europea, sobre todo en la tasa de paro presente y futura, la vicepresidenta económica ve flores de edelweiss en las rendijas de las paredes del abismo económico.   Cuando los Expedientes de Regulación de Empleo (Iveco, BP, Arcelor) se agolpan en los despachos administrativos, los Concursos de acreedores se multiplican por cuatro y la morosidad de los extranjeros se sitúa en el 12,5%, Elena Salgado, la voz de su amo con categoría de vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, simplemente ve una ensalada de brotes de soja.   Cuando la Encuesta de Población Activa destapa a más de cuatro millones de parados y posteriormente el Registro del Ministerio de Trabajo (¡Qué ironía burocrática!) nos dice que hay 4.915.343 personas buscando trabajo (de las que tan solo 822.128 están ocupados), los dirigentes de esta monarquía de partidos y sus terminales mediáticos enmascaran la realidad con la publicidad del paro registrado (un maquillaje administrativo) y nos relatan el guión de una película que recuerda a “Tomates verdes fritos”.   Cuando el INE publica que el índice de producción industrial ha caído en un 22,8%, el sector industrial ha visto reducida su producción en un 24,7% y los bienes de consumo duradero en un 38,4%, las dos vicepresidentas del gobierno pseudo-democrático, que pastorea a los ciudadanos españoles, quitan hierro a la situación, nos invitan a sonreír a la vida y a observar el esplendor de las rosas de mayo.   Menos mal que, para aliviarnos de esas esquizofrenias, el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE), nos ha dado dos buenas noticias: la reducción de la tasa de interés hasta el 1% y el anuncio de un programa de compra de cédulas hipotecarias emitidas en la eurozona por valor de 60.000 millones de euros. Esperemos que a España le toque algo de esta expansión monetaria cuantitativa.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí