Una semana después de que dos juzgados de familia madrileños rechazaran admitir una doble demanda por paternidad contra Juan Carlos de Borbón porque el rey es “inviolable” y nadie puede denunciarlo por nada en los tribunales penales o civiles, la reina Sofía de Grecia ha presentado una demanda de protección de su derecho al honor contra la agencia de contactos sexuales adúlteros Ashley Madison por la utilización de una imagen suya para una campaña publicitaria. El anuncio, difundido el pasado febrero, consistió en un fotomontaje en el que aparecía el eslogan “Ya no tienes por qué pasar la noche sola” y una sonriente Doña Sofía abrazando a un joven con el torso desnudo.

Según informa El Mundo, la reina no ha utilizado los servicios de la Abogacía del Estado para que la representen y defiendan en este proceso civil. La demanda lleva la firma del decano del Colegio de Abogados de Madrid, Antonio Hernández-Gil, y fue registrada por el decano del Colegio de Procuradores de Madrid, Antonio Álvarez-Buylla, el pasado miércoles, día en que Juan Carlos viajaba a la India.

 

 

La demanda ha recaído en el Juzgado de Primera Instancia número 50 de Madrid, cuya titular es María Rosario Campesino. Las dos jueces que resolvieron que el rey era impune a cualquier delito fueron Milagros Aparicio Avendaño y María Isabel Ferrer-Sama Pérez. Sobre la primera, El País informó que se vio envuelta en un escándalo que desembocó en un expediente a un juez del Tribunal Supremo que se entrevistó con ella antes de dictar una sentencia: “Según la versión de la juez, Martínez-Calcerrada mantuvo “absoluta cortesía” con ella, a la que preguntó “sobre la marcha del procedimiento, dado su interés por el conocimiento personal y de amistad con la familia”. Sin embargo, el abogado de la parte demandante, Francisco Javier Ortiz Valero, mostró a la magistrada su “malestar por la visita”. La juez trató de tranquilizar al letrado, a quien garantizó que ignoraba la amistad del magistrado con algunos de los litigantes y aseguró que le recibió por “la natural y exigible cortesía con un integrante del Supremo”.

La otra magistrada, María Isabel Ferrer-Sama Pérez, ya enjuició en otra ocasión a Jaime del Burgo, cuñado de Felipe de Borbón (casado con Telma Ortiz, hermana de Letizia) y el asunto originó tal escándalo, que las periodistas Susana Hidalgo y Tatiana Escarraga titularon: “Investigada por presunta estafa una empresa en la que invirtió la Comunidad de Madrid. Hormimeco cerró a los 21 meses y en ella fueron invertidos 24 millones”.

En Interviu, Joaquín Vidal describió al personaje así: “Vender por 150.000 euros una empresa que vale 29 millones puede ser un negocio ruinoso, o bien el pelotazo del siglo. Sobre todo si la mayor parte de esos 29 millones los ha puesto una institución pública. Jaime del Burgo Azpíroz es, además del primogénito de Jaime Ignacio, diputado de UPN (el PP navarro), un abogado con sorprendentes actividades industriales. Del Burgo hijo ha desarrollado y desmontado un conglomerado industrial basado en algo tan ajeno al Derecho como los pretensados industriales de hormigón; eso sí, siempre con ayudas de las instituciones públicas. La facilidad para lograr subvenciones y que estas empresas acaben en la quiebra son denominador común de al menos tres de estas iniciativas industriales, llevadas a cabo en territorios autonómicos populares, Navarra, Madrid y Galicia (antes de la derrota de Fraga)”.

 

 

 

Según publicó el diario Deia, en la Casa Real española los intercambios de pareja no son una excepción y de hecho, Jaime del Burgo y la propia Letizia fueron algo más que amigos, “La revista Diez Minutos, que dio la exclusiva, escribe el enésimo capítulo de la relación entre Telma Ortiz y el empresario navarro Jaime Del Burgo con un artículo que levantará ampollas. La periodista Rosa Villacastín afirma en esta publicación que Letizia tuvo algo más que una amistad con su recién estrenado cuñado, que se casó con Telma Ortiz en secreto en el monasterio navarro de Leyre. La fuente que cita la periodista es una amiga de Del Burgo. Según Villacastín, el ya esposo de Telma Ortiz y Doña Letizia “mantuvieron una breve relación que desembocó en amistad”. Cuando trascendió que Telma iba a contraer matrimonio con Jaime del Burgo, se conoció que este era íntimo amigo de Letizia desde hacía años y que esta les había presentado. El monasterio de Leyre se reservó solo unos días antes de la fecha del enlace, algo poco común para un lugar de estas características. No asistieron ni Jesús Ortiz ni Paloma Rocasolano, los padres de la novia; ni su hermana, la princesa de Asturias. Sí estuvieron los padres de Jaime del Burgo, la hija de Telma y un matrimonio amigo de la pareja con sus hijos”. Jaime llegó a ser testigo de la boda de Letizia y Felipe.

 

 

 

Pero hoy el protagonismo no es de Iñaki Urdangarín, Juan Carlos, su hija Cristina, Jaime de Marichalar o el ex marido de Telma, sino Sofía. La magistrada tendrá que decidir ahora si estima la demanda de la reina frente a la empresa Ashley Madison, “una acción civil que carece de precedentes en la Historia de la Monarquía constitucional. Fuentes jurídicas aseguraron que la demanda responde al «firme empeño» mantenido por Doña Sofía en los últimos meses por defender en los tribunales su derecho fundamental al honor. La cuestión se ha discutido durante ocho meses y, finalmente, la Reina ha optado por encargar su defensa a un abogado y a un procurador de nivel institucional -los decanos de la Abogacía y la Procura de Madrid- pero particulares” dice El Mundo.

La imagen de la Reina no sólo apareció en la campaña de Ashley Madison de febrero sino que hace unos días unas jóvenes en ropa interior repartieron en el centro de Madrid una revista de la misma empresa, El Periódico del Infiel, en la que se volvía a difundir el anuncio en el que aparece Doña Sofía.

 

 

“La misma agencia de relaciones extramatrimoniales utilizó en julio de 2011 la imagen del Rey para otro anuncio publicitario. En aquellas fechas la empresa debutó en las televisiones españolas con una campaña centrada en el eslogan La vida es corta. Ten una aventura”, dice El Mundo.

Ante la aparición del anuncio con su fotografía -junto a las de Carlos de Inglaterra y Bill Clinton- Don Juan Carlos no promovió ninguna acción judicial. Las fuentes consultadas por El Mundo señalaron que el abogado José Manuel Romero, conde de Fontao, se dirigió a la Abogacía del Estado para pedir su opinión. Finalmente se optó por hacer una gestión con la agencia de contactos para que retirara el anuncio, lo que hizo de forma inmediata.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí