La preocupación por conseguir un distinguido y claro diseño de nuestro Diario, que considero ya definido, salvo en la página 2 (Panóptica), no debe hacernos olvidar la urgencia de que las ideas políticas y culturales que lo fundamentan comiencen a influir en los núcleos sociales creadores de opinión, antes de las próximas elecciones, gracias a la novedad periodística, rigor analítico, calidad literaria y propuestas razonables de sus criterios democráticos.

La escasez de escritores educados en el espíritu crítico de la libertad de pensamiento; la falta de profesionales de la información que hayan sufrido en sus conciencias la ocultación de la verdad oligárquica del Estado de Partidos, por las empresas a las que han servido para agrandarlas, sin engrandecerlas; la pobreza de la cultura universitaria en humanidades; la comercialización de las ideas tan falsas como vulgares, que impuso el consenso de la Transición; y, en fin, la desconfianza de la inteligencia solitaria en las posibilidades de su acción, fuera de los cauces corrompidos del partidismo, en una sociedad que nunca la ha admirado, explican los lamentables retrasos en la inauguración de un Diario digno de la República Constitucional y de la democracia representativa.

Nuestro problema ya no está en el diseño, aunque todavía están pendientes de diseñar las páginas de Cartas al editor (reservada a los miembros del MCRC) y la de comentaros libres. Esto no lo podremos hacer hasta que, consolidado la edición del Diario los Lunes, Miércoles y Viernes, publiquemos su numero 1. No puedo adelantar fechas, pues aun tenemos problemas para cumplir la edición de dos números semanales, con artículos de calidad literaria y analítica de la actualidad politica. Muchos de los artículos que recibo no son publicables. Sea porque son intemporales, como si el Diario pretendiera ser, lo que no quiere ser, una Revista intelectual, sea porque dicen la verdad como si ésta fuera una simple opinión, sin fundarla en criterios de razón o en hechos de evidencia.

Todos estos defectos se habrían evitado a tiempo, si los comentaristas de mis ensayos en este blog hubieran continuando haciendo aquí esa labor, respecto de los artículos aparecidos en los números ceros del Diario. De ese modo se habría evitado que algunos de los articulistas se consideren discriminados, o crean erróneamente que he puesto demasiado alto el listón de calidad. Pido una vez más a los lectores del Diario que mientras no esté en funciones la página de Cartas al editor y la de comentarios libres, hagan aquí la crítica sistemática de todo lo que aparece en el Diario.

Nosotros no pretendemos informar sobre todo lo que se puede leer, ver y oír en los medios de comunicación, sino solamente de aquello que se silencia o se deforma por ellos. He querido dar ejemplo no solo con los editoriales del Diario, y algunos artículos publicados en Panóptica y Criterio, sino sobre todo con la creación de una cuarta página sobre noticias excepcionales. La respuesta de los lectores potenciales ha sido fulminante. Los dos artículos, sobre el asesinato de Bhutto y la metedura de pata de El País, han recibido más nuevos lectores en una semana que el resto del Diario en el mes anterior.

Las cifras estadísticas en este momento, a los 50 días del primer número cero, son éstas: 21 mil páginas vistas; 8.260 visitantes y 2.300 lectores diferentes. Considerando que el Diario aun no tiene un sitio propio en la Red, y que no lo hemos anunciado, esas cifras me sorprenden agradablemente, pues el grado de compromiso de nuestros lectores no admite comparación con los de las demás publicaciones.

Es muy difícil que el autor reconozca la falta de originalidad o de interés de sus textos. Para evitar injustificados disgustos cuando los artículos no sean publicados, y ahorrarme el esfuerzo añadido de corregir textos de otros, he decidido delegar todas las funciones de Director del Diario en Oscar Martínez, porque creo que es el que mejor ha comprendido la finalidad Diario y el tipo de artículo que se debe publicar. Miguel le ayudara en todas las tareas administrativas. A partir del número que editaremos esta noche y mañana, todos los autores de textos publicables (por su extensión, pertenencia a la actualidad, calidad intelectual y relación con la columna a donde se destina) deben enviarlos al correo de Oscar. Si no lo tienen, Miguel se lo dará. Por supuesto, estaré en estrecho contacto con Oscar.

Cuando hayamos consolidado la publicación del Diario tres veces a la semana, crearemos una quinta página con el epígrafe “Noticias esperadas”. Donde se pueda ver como sin libertad politica ni de pensamiento, nada nuevo o imprevisible sucede en el mundo de la partitocracia, ni en el de la cultura. Y en ese momento pasaremos a la publicación diaria, pues sin esa constante presencia es muy difícil influir en la opinión publica.

Contestaré a todas vuestras preguntas, sugerencias o juicios críticos sobre los números ceros publicados.

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