Muchos acontecimientos cambiaron los modos de vida de generaciones que, no viviéndolos ni viéndolos suceder, fueron afectadas por sus efectos benéficos o maléficos. Estos son acontecimientos trascendentes en la historia política o social de los pueblos. Pero muy pocos pueden ser considerados trascendentales para la historia de la humanidad. Pues éstos no sólo cambian las esperanzas colectivas en el futuro, sino que alteran incluso la concepción del mundo, dando nuevo sentido humanista al pasado en que se funda la previsión del porvenir. La victoria naval de Octavio sobre Marco Antonio, por ejemplo, decidió la supremacía de occidente sobre oriente, en la historia de las civilizaciones, pero no cambió un ápice la visión natural y universal de la esclavitud. Lo decidido en Actium fue trascendente en la historia política, pero no trascendental para la historia de la humanidad. Aparte de los descubrimientos que han permitido conocer la identidad de naturaleza intelectual y moral en todos los seres humanos, sólo pueden llamarse, con propiedad, acontecimientos trascendentales aquellos que realizan, o hacen realizables, alguno de los dos valores eternos de la humanidad: la libertad colectiva de todo el pueblo y su igualdad social. Las generaciones que creyeron lograr uno de esos valores, en las revoluciones de la libertad o la igualdad, no estando a la altura de la historia conocida, pudieron por eso sobrepasarla, aventurándose arriesgadamente en lo desconocido, para dar un sentido superior o una proyección sublime a la historia de la humanidad, y no sólo a la de un determinado país. Pero la experiencia del siglo XX hizo utópico el ideal de igualdad sin estar realizado el de libertad. Todavía estamos demasiado cercanos a lo que está aconteciendo en EEUU para calibrar si lo encarnado por Obama es un fenómeno de trascendencia histórica para el mundo político, como casi todos creen, o si él está en el epicentro de un movimiento trascendental respecto de la posibilidad real de igualdad en el trato social entre la especie humana. Más que los padres fundadores de la democracia representativa, aún más que la emancipación de los esclavos en la teoría legal, la elección presidencial de Obama, sea cual sea su ejecutoría, debe ser enjuiciada, como hará este Diario, con el criterio que sirvió a Kant para ver en la Revolución, no algo trascendente, por su concreta causa francesa, sino algo trascendental por sus efectos de incitación universal a la libertad política colectiva, con independencia del resultado que tuviera lo que había comenzado a moverse en un solo país. florilegio "Si la potencia supera al acto que la expresa, éste la obedece o perece."
Las entidades locales (I)
El Ministerio de Economía y Hacienda acaba de publicar los Presupuestos de las Entidades locales de España de 2007 y las Liquidaciones de los de 2006, con cierto retraso, ya que, según fuentes de ese Ministerio, algunas entidades locales tardan en prestar su colaboración y los métodos de recogida de datos y los análisis de consistencia de la información no están suficientemente actualizados (*). Los comentarios que de ellos se hacen tratarán de responder a las siguientes preguntas: ¿Quiénes son? ¿En qué gastan sus presupuestos? ¿Cómo los financian? El colectivo de entidades locales, también conocido como corporaciones locales atendiendo a la forma de constitución de sus órganos de dirección, está formado por varias instituciones entre las que el Municipio es la principal, por la cuantía de sus presupuestos y por las competencias que tiene. A su lado conviven otro tipo de entidades en el ámbito inferior a su territorio (pedanías, entidades locales menores) y en el superior (Mancomunidades, Diputaciones, Consejos y Cabildos insulares). Pero además alguna Comunidad Autónoma ha creado instituciones paralelas para gestionar algún tipo de servicio delegado por ella o arrebatado a algunas entidades locales existentes (Comarcas y Entidades Metropolitanas). Todas estas instituciones forman parte del sistema político y administrativo de la nación y están llamadas a ejercer la gestión de los servicios públicos de titularidad local y estatal, de forma directa, mancomunada o por delegación, pero en el régimen político actual la mayoría de ellas cuentan muy poco. La cuantía de sus presupuestos se eleva a 73.096 M€, gestionados por los Municipios (53.297 M€), las Diputaciones Forales del País Vasco (13.459 M€) que además de las típicas competencias provinciales recaudan los tributos estatales en sus territorios, las Diputaciones de Régimen Común (6.120 M€) que aseguran la prestación de servicios municipales y coordinan planes de carácter local, los Consejos y Cabildos Insulares (2.125 M€) que gestionan competencias similares a las Diputaciones y aquellas otras que delegan las Comunidades Autónomas y las Comarcas y Entidades Metropolitanas (1.077 M€); para llegar a aquella cantidad hay que deducir las transferencias habidas entre ellas (2.981 M€). Como se puede comprobar, su cuantía es ridícula si la comparamos con los miles de millones que se van a destinar al descalabro financiero y de los presupuestos de las 17 Comunidades Autónomas en ese año (146.520 M€). Éstas últimas son las que se han apropiado de las competencias de origen estatal desplegando su propia organización central y en su gestión no han tenido en cuenta la organización existente en las entidades locales y territorial. Así duplican, en muchos casos, los órganos de gestión de los servicios públicos.
Ganó McCain
«Es 5 de noviembre, y la nación está en estado de shock. Los medios de comunicación echan la culpa al "efecto Bradley": los estadounidenses se transformaban en "Klansmen" en la cabina de votación, y Barack Obama acabó con 6 millones de votos menos de los calculados a partir de las encuestas a pie de urna. Los ciudadanos estadounidenses no pudieron elegir el rumbo que había de tomar la política de la Casa Blanca, aunque en muchos medios de comunicación estas elecciones presidenciales fueran elevadas a la categoría de históricas, antes de celebrarse. La autoridad competente para regular los censos electorales en EE.UU. consiguió retirar desde las anteriores elecciones, más de diez millones de nombres de los listados de votantes, un 4% de los votos, que no pudieron eliminar de las encuestas anónimas. El hecho es que Bush ganó a John Kerry por menos de doscientos mil votos en 2004 y Greg Palast ya demostró entonces que más de 3 millones de votos fueron suprimidos de una u otra forma en aquellas elecciones. Un análisis de la Comisión de Derechos Civiles de EEUU mostraba que la probabilidad de que la papeleta de un votante negro resultara "no contada" era nueve veces mayor que la de un votante blanco. ¿Cómo pudo negarse el derecho a voto a 10 millones de norteamericanos? La respuesta estaba escrita en una ley, propuesta por Bush y aprobada en el Congreso en 2002: “Ley de Ayuda a América a votar” (Help America Vote Act). Gracias a esta ley los Secretarios de Estado estaban facultados para eliminar electores sospechosos de los registros de votantes. Es el truco que utilizó Katherine Harris en Florida en las elecciones de 2000, cuando “purgó” registros electorales de votantes "criminales". ¡Salvo que no eran criminales! Aprobada la ley, lo hicieron en docenas de estados, declarando a la gente “criminal”, "votante inactivo", “votante sospechoso”, o lo que sea. Grande habría tenido que ser la marea Obama para soportar la merma debida a la ley de ayuda al voto.» Aquí, como allí, la oligarquía dominante se las ingenia para desplazar del poder, con todos los medios que los Estados proporcionan, a gobernantes amortizados o descarriados y poner nuevos títeres, encantadores de las (todavía) crédulas masas, que ignorantes de la realidad, no ven los peligros que les acechan, en sus propios gobiernos. Allí todavía tienen una Constitución democrática aunque en decadencia, desbordada dos siglos después de ser redactada, pero actualizable para lidiar con los avances tecnológicos que posibilitan la existencia de medios de comunicación de masas y las investigaciones sobre la psique individual y “colectiva” que permiten a los intereses siniestros dominarlas mediante la mentira impuesta. Aquí tenemos una Carta de derechos y obligaciones de vasallo inservible de cabo a rabo para la causa de la libertad.
Olores
El Juez D. Ángel Luis del Olmo, titular del Juzgado de lo Social nº 3 de Toledo, ha sido sancionado con 7.500 € por la comisión disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por “someter de manera habitual y continuada a los funcionarios a condiciones de trabajo vejatorias (…) provocándoles situaciones de humillación, angustia, temor, nerviosismo, así como de repulsión debido a su falta de higiene y aseo personal”. Dignidad según H. Daumier (foto: Vautrin) Por otro lado, el fiscal D. Eduardo Peña, ha sido amonestado como responsable de una falta leve por hacer un comentario racista. En el curso de una vista se le escapó una observación sobre el olor corporal de una justiciable de origen nigeriano. Concretamente, el Fiscal Superior de la Rioja, D. Juan Calpasoro, ha amonestado a Peña por decir: “Abrid las ventanas que la negra huele mal”. Peña argumenta en su descargo que “no tenía intención de ofender” y que el ambiente “estaba muy cargado” ya que la mujer se encontraba “desaliñada” al pasar varias horas en el calabozo, vestida sólo con una bata a la espera de la práctica de la diligencia judicial. Según el sancionado representante del Ministerio Público, que a la sazón estuvo nada menos que casi dos décadas, hasta el año 2.004, al frente de los fiscales riojanos “la frase no es inapropiada o inoportuna desde el punto de vista objetivo”, sino que el abogado de esta señora “la ha sacado de contexto”. Por eso el Fiscal Peña manifiesta estar estudiando la posibilidad de recurrir su amonestación ya que según él, “se trata de una cuestión de orden interno” filtrada a los medios de comunicación, lo que le ha producido “un daño muy grave e inmerecido, pero el mal ya está hecho”. Algo huele a podrido en Dinamarca. El olor de la indecencia en el desempeño de la función jurisdiccional. La indignidad de fondo que afecta a la Justicia, aceptando su sometimiento al poder político al que acepta servir, necesariamente ha de tener reflejo en las formas en que ésta se administra. Si de ordinario los usos de cortesía en el lenguaje rituario judicial y la utilización de elementos externos para la ceremonia procesal, como vestir la toga, pretenden dar la necesaria solemnidad a la acción de la Justicia, esas mismas formas se convierten en ridícula caricatura que ni el propio Honoré Daumier, conseguiría mejorar cuando su sustancia se encuentra corrupta. Hasta el mismo Robespierre empolvaba su peluca blanca para conspirar. La estética de la Justicia, como en el arte, sufre de la enfermedad del postmodernismo.
Cénit del petroleo (I)
Planta petrolífera (foto: guy with a camera) Debo admitir que la primera vez que oí hablar de este asunto no pude evitar la sensación de que se trataba de otros de esos ataques neurasténico-apocalípticos de fin de milenio. La publicación reciente de un libro, The Transition Handbook, cuyo autor, Rob Hopkins, ha amasado una vastísima cantidad de datos, presentandos muy sencillamente, está haciendo virar mis primeras impresiones hacia la confrontación de una realidad, cuando menos, posible. Creo que hoy por hoy la idea de que se termina el petróleo y de que no poseemos ningún sustituto tan barato y de fácil manejo no puede descartarse como hipótesis; y dada la emergencia del asunto conviene examinarla con cuidado. Por razones obvias de espacio no podemos desarrollar la cuestión del cenit del petróleo como merecería, pero espero al menos, en tres entregas sucesivas, aportar una plataforma para la discusión. Ya circula mucha información en la red, que incluye fundamentalmente gráficos sobre el consumo pretérito de los bancos petrolíferos conocidos, la inexistencia de otros nuevos tan accesibles, y la dura realidad de no tener todavía sustitutos baratos y/o menos contaminantes. La perspectiva que se nos presenta, pues, no es halagüeña, pero no es catastrófica. Hay muchas cosas que podemos comenzar a implementar, principalmente reducir nuestro consumo; desarrollar energías alternativas; cambiar patrones de vida social hacia una colaboración más estrecha (vida comunitaria, cooperativas de transporte, compartir herramientas de trabajo…); en cuestión de alimentación fomentar el biorregionalismo; y un largo etcétera. Incluso aunque la era del fin del petróleo barato no esté a la vuelta de la esquina, teniendo en cuenta la enormidad de lo que procede transformar, es conveniente ir dando los primeros pasos, no sólo a nivel tecnológico y científico, sino conciencial. Pues uno diría que ante todo preferimos mantener nuestro nivel de consumo, sin cuestionar hasta qué punto éste es razonable o ecológicamente sostenible. La técnica no es magia: el supuesto reemplazo del petróleo implica permanecer bajo el embrujo del consumo, tan hipnotizados por su eficacia que pasamos por alto sus costosísimos efectos secundarios (cambio climático, incremento del cáncer). Por el momento, tan sólo el siguiente pensamiento: nuestros hábitos son lo más difícil, pero quizá lo más decisivo, de cambiar.
La Monarquía de partidos mueve la Reina
Si no hace mucho fue el Monarca quién habló para demostrar su incondicional apoyo a Zapatero, diciendo que confiaba en él y alabándolo, ahora es la Reina quién en una entrevista concedida a Pilar Urbano, previo cuestionario, hace declaraciones políticas, dando su opinión sobre la eutanasia, el aborto, los matrimonios entre homosexuales, la Iglesia Católica, incluso sobre política internacional como lo son las guerras de Irak y Afganistán. Medidas algunas de ellas en proceso de introducción en la sociedad actualmente y otras aprobadas por los distintos Gobiernos españoles. La Monarquía partitocrática no funciona con ideologías pero las utiliza para crear hábitos y costumbres en la sociedad civil. El PP y los nacionalistas para las más reaccionarias y tradicionales y el PSOE e IU para la “progresía”. En el caso de los Monarcas han hecho lo mismo. El Rey se posiciona al lado de Zapatero haciendo creer que se identifica con su demagogia y la Reina al lado de la Iglesia Católica y en contra de las medidas de Zapatero, en virtud de su “conservadurismo”; los intereses económicos del Jefe del Estado y su familia están a salvo. Su acuerdo en la Transición fue el silencio a cambio de prebendas pero en situaciones como las que atraviesa España en estos momentos ha sido necesario que hablen y se posicionen en los respectivos papeles que les corresponden para mantener las falsas creencias de las ideologías y en plena crisis económica el régimen se mantenga. Todo vale para que cale en la sociedad civil, desposeída del derecho a la libertad política y sin vinculación alguna con la Monarquía de Partidos, la opinión que los medios de comunicación del poder le va inyectando. El juego es peligroso, por la división que están fomentando en la opinión pública. La prueba es que Rajoy calla y asiente como oposición, Zapatero remueve insistentemente la memoria histórica. Estamos en un momento en el que todos los resortes se han puesto en marcha para que parezca incluso que hay debates políticos. Pero ni son debates, ni mucho menos políticos. Hacía falta mover a la Reina y la Reina se ha movido. Doña Sofía de Grecia (foto: Óscar Galván)
Podemos cambiar
Barack Obama (foto: Barack Obama) Los rostros de los políticos no suelen estar iluminados por esa poderosa majestad que otorga la costumbre de pensar, sino por la “tontiastucia” (de Felipe González por ejemplo) que da el hábito de mandar conforme al principio de autoridad sin más. Los profesionales del poder, como tienen pocas cosas sustanciales que decir y su pensamiento no les ofrece resistencia, tienen la costumbre de hablar con prontitud, facilidad o fluidez, en lugar de hacerlo juiciosamente o con precisión. Por eso sorprende que, entre la mediocridad de los representantes políticos de los estadounidenses y el idiotismo que los ha presidido, irrumpa un orador tan inteligente como el destinado a convertirse, si los vergonzantes prejuicios no lo impiden a última hora, en el cuadragésimo cuarto presidente de EEUU. La libertad de los griegos no era simplemente la libertad de poder actuar juntos en la ciudad, ni solamente libertad de filosofar o pensar: tenía un sentido más general, que se manifestaba en la fundación de las ciudades y en los modos de vida, que abarcaba los viajes y las aventuras, la creación y la alteración de formas artísticas. Para Montesquieu resultaba evidente que un sujeto no podía ser llamado libre mientras careciese de la capacidad de hacer lo que quiere, de llevar a cabo las acciones libremente emprendidas. En suma, los hombres, por haber recibido el doble don de la libertad y de la acción, son capaces de configurar una realidad propia. En los asuntos comunes si imperase siempre la actitud conservadora que acepta el mundo tal cual es y sólo se esfuerza en mantener el statu quo, estaríamos muy cerca de la destrucción porque todas las cosas del mundo quedan irrevocablemente destinadas a la ruina del tiempo, si no intervenimos en ellas y cambiamos su curso. La novedad del discurso de Obama, lo que ha concitado tanta esperanza en aquella sociedad civil norteamericana, se puede resumir en que los ciudadanos advierten que el hombre al que van a llevar a la cúspide del poder ejecutivo, no les arrebatará la oportunidad de emprender algo nuevo, de iniciar la tarea de renovar un mundo común, de elegir la esperanza en lugar del miedo, y de creer profundamente en que “las personas que aman a su país pueden cambiarlo”.
Zapatero y Botín
Según el Banco de España, la economía nacional se encuentra al borde de la recesión a causa del debilitamiento de la demanda interna y el recrudecimiento de una crisis que ha frenado el avance de la actividad económica al limitar el acceso al crédito y minar la confianza. Además señala que mientras se mantengan las tensiones financieras, crecerán las dificultades de economías como la nuestra, con un déficit exterior elevado, para captar recursos en el resto del mundo. El Banco central considera que las medidas adoptadas por los Gobiernos para hacer frente a la crisis, al menos “han detenido el rápido deterioro de los mercados y los indicadores financieros, aunque no los han corregido todos”. Mientras tanto, el Jefe del Ejecutivo, que pone al sistema financiero español como ejemplo de solidez y supervisión, sigue intentando ser invitado a la reunión del G-20 en Washington. Se ha barajado la posibilidad de que Sarkozy, al acudir como presidente del Consejo Europeo, cediera el asiento de Francia a España en esa cumbre internacional, lo que ha sido desmentido por el Gobierno francés. No obstante, Zapatero reitera que España va a estar en ese encuentro, y para ello presionará al presidente del Consejo Europeo, Durao Barroso. Emilio Botín ha suscrito la confianza de Zapatero en el propio sistema, al confirmar que “los supervisores lo han hecho muy bien”, y que por tanto España no solo “debe estar” en la próxima cumbre sino que él también se muestra “seguro de que estará”. Botín insiste en achacar a los excesos la crisis actual; cree que el sistema financiero internacional “saldrá fortalecido aunque lleve tiempo”; y que el Santander afrontará la crisis con más garantías que sus competidores, convirtiéndose este año en el tercer banco del mundo por beneficios. Botín afirma que la cita a la que todavía no está invitado Zapatero no debe ser aprovechada para introducir “medidas excesivas desde un punto de vista regulatorio”; pide que “no se pasen y que no tomen medidas que vayan en contra del libre mercado”. En esa línea, el presidente del Santander ha asegurado que “no hace falta ser transparentes” desvelando cuáles son los beneficiarios del fondo gubernamental: en este asunto “no hay que dar nombres” ni apellidos. hechos significativos El PSOE exige a Rajoy que desautorice a su portavoz por criticar la falta de neutralidad de la Reina. El Gobierno portugués anuncia la primera nacionalización de un banco desde 1975.
Temor y temblor
Entre montañas (foto: L.F. Rodríguez García) Temor y temblor El misticismo y los místicos exageran, pero la experiencia mística, entendida como fuera del tiempo, es ciertamente más común de lo que se dice o parece. De este reconocimiento nació en los años sesenta y setenta la psicología transpersonal, todavía perfectamente ausente de nuestras academias, que se ha acercado científicamente más que ninguna a la dilucidación de esta experiencia físico-psíquica extática –en realidad un amplísimo elenco de ellas– y común a la inspiración artística, científica, del político o incluso del humorista. Arthur Koestler escribió un audaz ensayo al respecto (El Acto Creativo). Experiencia física, por supuesto: un olor que nos retrotrae al pasado, sí, pero con él a una eternidad redentora, que fue llevado a su completitud artística por Marcel Proust en su fabuloso En Busca del Tiempo Perdido. Psíquica también, pues la subjetividad se ve tan empapada por la sensación, que se ve colmada, absolutamente desbordada en realidad. Pero más ella que nunca. Lo que queda siempre inexplicado –milagro inaudito al que se adherirán miríadas de interpretaciones– es el fenómeno como tal de lo Nuevo en cualquiera de los campos de la experiencia. Momento a la vez obvio y tan remoto de la lógica como el simple hecho de que estamos aquí. En el dominio político hay quien dice que lo hemos visto todo: lugar común de la apatía. Todo es cuestión de una especie de conformación racionalizante y estéril a coordenadas provistas de antemano. Vivimos en una democracia, es imperfecta, qué le vamos a hacer, déjala, que así es la rosa. ¿Pero es, en serio, esta zafiedad la rosa? No: es que quizá no hemos adivinado todavía la dimensión que ocupa el verdadero pensamiento democrático, mucho menos común de lo que se dice y parece, pero simultáneamente más cercano… a condición de que estemos dispuestos a cruzar el abismo entre nuestra situación real y el ideal presentado en aquel momento de feliz inspiración. En temor y temblor, paso y paso, uno adelante. Pues lo Nuevo es peligroso. Pero sin peligro no hay libertad; en realidad, la vida es inconcebible sin riesgo, incluso entre quienes creen haberlo despejado para siempre en la forma de algún conveniente adoctrinamiento.
Gobernanza mundial
El director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, propondrá al G-20, el 15N, “un plan de nueva gobernanza mundial”, que haga efectiva la propuesta de Gordon Brown de convertir al FMI en banco central de todos los Estados nacionales, con una arquitectura financiera que, aumentando su dotación y dando un nuevo préstamo a la liquidez, supervise la regulación elaborada por el Foro de Estabilidad Financiera de los grandes bancos centrales. La única novedad sería, pues, la supervisión por el Fondo de las decisiones del Foro. De este modo, “más allá de su papel de bombero y albañil, el FMI puede tener también un papel de arquitecto”. ¡Singular arquitecto que no planifica! A ese consenso institucional de los grandes bancos centrales, lo llama pomposamente “gobernanza mundial”, para gozo de los usuarios de voces cuyo significado ignoran. Ayer, sistémico. Hoy, gobernanza. Es inútil consultar el Diccionario. Los esforzados académicos creen que gobernanza es arte o manera de gobernar, frente a gobernación, que sería acción y efecto de gobernar. ¡Como si la gobernanza no fuera efecto de gobernar algo, y la gobernación no fuera arte de gobernar! Su ignorancia lingüística es intolerable. ¡Definen la gobernanza con los fines propios de la gobernación! “El logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía”. Qué caos de pensamiento. Si gobernanza es el logro, ¿sería gobernación el fracaso? ¿No es la economía de mercado una parte esencial de la sociedad civil? ¿No son ese desarrollo y ese equilibrio las finalidades de la gobernación? ¿No son la duración y la extensión las diferencias que separan la gobernación de la gobernanza? La gobernanza mundial es, como anacoluto gramatical, una contradicción en los términos. Por eso, tendrá éxito periodístico y consagración política. La “gobernanza mundial financiera” hace más tolerable su indefinida y etérea noción que la de gobernación mundial. Los sustantivos terminados en “anza”, como danza, chanza, enseñanza, fianza, crianza, labranza, libranza, llevanza, holganza, templanza, andanza, ordenanza, indican situaciones locales de tránsito. Se refieren a estados pasajeros, circunscritos al escenario temporal y espacial que presuponen. Incluso sustantivos no verbales, como bonanza o pitanza, implican tiempos o actos transitorios. La acción universal o abstracta acaba con los sufijos “ación” o “miento”. Gobernanza mundial sería lo propio de una ¡gobernanta mundial!. florilegio "La dominación política por medio del lenguaje idiotista de la mentira siempre ha sido más barata, más eficaz y más duradera que la obtenida con el miedo."

