Putin, escudándose en lo afirmado por el jefe de Gazprom ("Ucrania ha paralizado el tránsito del carburante ruso"), dio el visto bueno al corte total del suministro de gas a Europa a través de ese país. Desde Kiev afirman, sin embargo, que la única responsable de esta crisis energética es Moscú. En plena ola de frío, al menos 16 países, sufren las consecuencias de este conflicto. Según el experto ucranio en energía, Michael Gonchar, los rusos crearon un sistema que les da libertad para incrementar los precios del gas, y limitar la subida de las tarifas de tránsito. De esta forma, el gigante ruso trataría de provocar la bancarrota de Naftogas para hacerse con el control de los gasoductos locales. Alexei Miller, presidente de Gazprom, asegura que “lo más importante es que Ucrania permita pronto la entrada de los observadores de la Unión Europea en su territorio” para que comprueben el funcionamiento de sus gasoductos y se pueda volver al volumen habitual de bombeo desde Rusia. La UE insta a las dos partes del conflicto a aceptar la supervisión independiente de los flujos actuales de gas, después de fijar las condiciones técnicas y el establecimiento de la comisión de control que verifique lo que esgrimen unos y otros. Durao Barroso señala que la credibilidad de Rusia se verá dañada si no reanuda inmediatamente el suministro de gas; en caso contrario, apela a la adopción de "medidas más severas" sin especificar en qué consistirán. Ante la situación de emergencia causada por esta crisis, el presidente de la CE reconoce que los mecanismos de solidaridad actuales no son suficientes y que hacen falta más infraestructuras de conexión. Después de la guerra de Georgia del año pasado, esta disputa amenaza con seguir empeorando las relaciones de Rusia con los países occidentales. Al respecto, Sarkozy ha recordado que Rusia tiene obligaciones contractuales con Europa y que ésta tiene una "asociación privilegiada" con Ucrania. hechos significativos EL paro crece en España un 47% en el 2008, con más de 3'1 millones de desempleados. Varias organizaciones palestinas, incluida Hamás, rechazan el plan de Egipto y Francia para el cese de las hostilidades en Gaza. Rusia acepta el envío de observadores a Ucrania".
España directo
Tira tu televisión (foto: Roo Reynolds) España directo España se observa a sí misma a través del televisor. Durante las tardes y las noches la ciudadanía se recrea en aquello que hizo o podría haber hecho por la mañana. Cocinar, ir al mercado, hacer gimnasia… todo vuelve a vivirse en forma de espectáculo. Sólo preguntarse qué tipo de sociedad es capaz de llegar a esta autocomplacencia autista hiela la sangre. La misma función que cumplen los directos como la vida misma en los hogares, es llevada cabo por los famosos del poder y la gloria en la vida pública. Ellos se encargan de que la mirada de la sociedad civil no se despegue nunca del suelo. Saben que es necesario a los siervos, para poder contemplarse en el lugar que les está prohibido, la libertad política, identificarse con aquellos que lo ocupan. Entonces, los esclavos toman partido sentimental por uno u otro grupo para dar vigor a esa identificación denigrante. Soistas o peperos, Ser o Cope, he ahí la cuestión. Y una vez satisfecho este onanismo servil queda una grata sensación de agradecimiento hacia quienes tras uno y otro día en la pantalla, terminan resultando familiares. Nuestros compatriotas agradecen a los poderosos del poder y a los poderosos del deber que se hayan ofrecido a representarlos en el mundo real, parece tan cansado y duro… Agradecen que habiendo alcanzando la posición que deseaban y merecían, hayan aupado a toda una sociedad hasta su propia altura; incluso la ostentosa prosperidad que habita en sus hogares es patrimonio de todos. Nadie podrá decir que los españoles no son agradecidos. Reconocen con alegría que nada de lo que ocurre en el mundo escapa a la inteligencia de los que están arriba, disfrutan gracias a esa forma que tienen de adornar los fríos hechos con ingenio. Y aunque formalmente restringido a los triunfadores de la partidocracia -tertulianos de cadena en cadena, políticos de los remedios, celebridades cuché- a quienes hacen posible que exista una vida pública, se trata, en definitiva, de un agradecimiento universal pues bien sabido es que sólo ellos, los poderosos, existen.
Sin peligro ruso
Desde que cayó el muro de Berlín hace dos décadas, la UE y los gobiernos europeos no se acostumbran a gobernar sin el factor de cohesión que el sovietismo les permitía mantener con la propaganda sobre el peligro ruso. Como aquel supuesto peligro se desvaneció en el horizonte político, se lo tienen que inventar, como fantasma en castillos para turistas, en cada uno de los conflictos armados que le ocasionan sus irresponsables vecinos (alentados por EEUU-OTAN, el último, Georgia), o en cada situación de crisis en las relaciones económicas con los más hostiles, que se creen respaldados de antemano por sus aliados occidentales, en todo lo que perjudique a Rusia (la última, Ucrania). Ese fantasma, como agua en tierra mojada, inunda de fantasías pueriles a los pueblos temerosos de lo potente. Toda persona informada por los hechos conoce que la postura rusa en el litigio con Ucrania, sobre suministro de gas a la UE por suelo ucraniano, es correcta e irreprochable, tanto desde un punto de vista jurídico, como desde cualquier idea política de lo normal. Lo que Rusia pretende es que Ucrania le abone la enorme deuda pendiente; que acepte para el futuro suministro el mismo precio de mercado que están pagando los países de la UE; y que no robe, se apropie o retenga el gas ruso destinado a otros países. Tan segura está de su posición, que ha sometido el litigio al Tribunal de Arbitraje de Estocolmo, y felicitado a Merkel, por su propuesta de enviar controladores europeos para comprobar el gas destinado a la UE que entra y sale por las fronteras de Ucrania. Además, de acuerdo con Schröder, está acelerando el costoso proyecto de la “Corriente del Norte”, gaseoducto por el Báltico, para llevar el gas ruso a la UE, sin necesidad de la perturbadora Ucrania. La UE acertaba cuando hasta hace unos días se abstuvo de intervenir en un conflicto comercial entre dos países que no son miembros. Ahora se equivoca, haciendo el ridículo, al creer que puede obligar, con ultimátum de plazo y exigencias etéreas, a Estados que no están bajo su jurisdicción, aunque Ucrania quisiera estarlo. El Presidente de la Comisión, Barroso, les recuerda que “pacta sunt servanda”, como si las dos partes estuvieran incumpliendo su contrato bilateral, y les lanza la terrible amenaza de que dejaran de ser creíbles en el comercio internacional. Como suele suceder, a una tontería le sigue inmediatamente otra mayor, y al más tonto del club le corresponde decirla. “El gas y el petróleo no deben utilizarse como arma política” (Javier Solana). ¡Cómo si la política fuera deber y no poder! florilegio "El temor a peligros futuros nace de miedos pasados en situación pretérita."
Igualdad adversus partidocracia
Intelectuales, juristas del estado de partido, partidos y otros comentaristas de las recientes negociaciones entre el centralismo de Madrid y los nacionalistas catalanes, vascos y gallegos están indignados por la supuesta falta de solidaridad e igualdad en el reparto financiero y económico de la caja común del Estado. Desconocen el significado político de la igualdad. Se mantienen en un nivel social y pecuniario; por lo que no pueden ofrecer soluciones: solamente confirmar la deriva “federalista” o separatista de las autonomías. Juan José Ibarretxe (foto: Gobierno Vasco) Para una auténtica democracia representativa, en cambio, la igualdad siempre es una igualdad política, es decir, basada en criterios reales de acción del pueblo para evitar la muerte de la nación y las decisiones arbitrarias procedentes de la vulneración de la separación de poderes. Todos estos conceptos políticos, sin embargo, son ajenos al séquito intelectual del estado partidocrático español. La igualdad y la libertad son compatibles si son políticas y contrarias a la partidocracia. No es la igualdad de cada uno para decidir en los asuntos de los otros, ni la igualdad impuesta por el centralismo de Madrid, porque son ideas diferentes el derecho de decidir uno mismo -Catalunya, Euskadi, Galicia- sobre algo propio y el derecho –del pueblo– a participar en decisiones colectivas sobre lo que nos concierne a todos. La voluntad de hacer, la acción de los gobernados para conseguir un gobierno más representativo y justo, alcanza a ser la verdadera igualdad de todos, la igualdad política de la nación, cuando existe también una auténtica democracia representativa, libertad política. Ello exige superar el obstáculo histórico de la mera elección de iconos de poder reducidos, a su vez, a simple marketing partidocrático. El siglo XX mostró que el deseo de igualdad (revoluciones sociales) y el de libertad (liberalismo parlamentario) del pueblo son incompatibles cuando no alcanzan a conceptualizarse como ideas políticas. La democracia representativa que impida la partidocracia asegura, en cambio, la igualdad política y, con ello, la libertad.
Clientelismo secular
La atroz y recurrente mentira pública acerca de la verdadera naturaleza del poder en esta Monarquía, con su grosera unanimidad en la ignorancia o el engaño colectivo, no puede reducirse a una mera cuestión de hegemonía cultural. Son necesarios, además, unos mecanismos de control social tan generales y potentes, que han de hallarse imbricados en las mismas relaciones de subsistencia. No pocos trabajadores, que han sufrido problemas laborales, coinciden en relatar cómo sus jefes respectivos les amenazaron con un “ya me encargaré yo de que en (el sector de que se trate) no vuelvas a trabajar”. Algo que puede tomarse como una simple bravata destinada a amenazar al demandante, o que deja entrever que la actividad empresarial de que se trate no pasa de ser concebida como un oligopolio en el que los tres o cuatro gerifaltes han tramado una especie de entente. Derivando del Estado totalitario sin ninguna ruptura, y teniendo en cuenta las exigencias impositivas, administrativas y de regulación de la actividad económica, la parcelación normativa en autonomías o la calificación municipal de los terrenos, todo ello aderezado con un poder político, institucionalmente indiviso y descontrolado; encontramos las condiciones objetivas que favorecen la pervivencia del clientelismo, el enchufismo y la sinecura en la sociedad española. Subsiste, además, en la autoridad, el margen decisivo de discrecionalidad a la hora de exigir el cumplimiento de las leyes, por no hablar del sometimiento de los tribunales o el uso de la información privilegiada, todo mediante el vaso comunicante de las organizaciones estatales de poder. De esta forma, el éxito de no pocos negocios, u ocupar tal o cual puesto de trabajo, pueden depender, en última instancia y al menos por pasiva, de la voluntad de algún cacique de partido político. Resulta normal que la lista de las empresas españolas más importantes esté dominada por antiguas entidades estatales y franquicias de multinacionales, coto privado del sector financiero y retiro dorado de ex políticos del Régimen. Así como que el único reconocimiento público visible de las personalidades de la cultura, del deporte o de la empresa provenga, también, de organismos estatales o subvencionados. En una sociedad así, emborronado desde arriba e inadmisible desde abajo cualquier criterio de verdad, la auténtica valía profesional se pierde en competencia con quienes prosperan mediante la lisonja y el embelecamiento. Solamente la idea civil de la ruptura con esta pútrida Monarquía, inaugurando un proceso constituyente con libertad política, podrá devolver la dignidad y la justicia a la sociedad española. El drama es que nunca se permitirá que tal idea pueda aparecer como dominante, aunque verdaderamente lo sea, pues la incertidumbre por la subsistencia o estatus particular ante el desplome de la red clientelar, que ello significaría, impedirá saber cuándo dar el paso decisivo, paralizando los corazones que necesiten sentir aquel impulso colectivo que los arrastre.
Interés legítimo
Los Letrados murcianos D. José Luis Mazón Costa y Dña. Encarnación Martínez Segado han recurrido en súplica el Auto del Tribunal Supremo (TS) de 16 de Diciembre último por el que se inadmite a trámite su demanda planteada en vía contencioso-administrativa contra el nombramiento del Magistrado D. Carlos Dívar como presidente del Alto Tribunal y del Consejo General del Poder Judicial. Los abogados recurrentes denunciaban en su demanda inicial que el nombramiento de Dívar lesionaba el principio de separación de poderes al producirse su elección en ámbito político por razones y agentes ajenos a lo judicial. Las evidencias presentadas por los demandantes eran tan indiscutibles como el propio hecho de que el Presidente del Gobierno anunciara públicamente la elección de Dívar para el cargo antes de la finalización del proceso formal de designación. Dicha demanda, en la que asimismo se alegaba vulneración del derecho de acceso a los cargos públicos en condiciones de legalidad e igualdad al dejar en manos de los escogidos por la sociedad política el más alto cargo de orden jurisdiccional, resultó inadmitida a trámite al entender el TS que los recurrentes carecían de legitimación para su planteamiento, acogiendo así las pretensiones que en tal sentido interesaba la Abogacía del Estado. La inadmisión a trámite del recurso con la excusa de la aducida falta de legitimación es tan demostrativa de la inseparación de poderes como que sea la propia Abogacía del Estado quien promueva tal excepción procesal para evitar entrar a conocer sobre tan incómodo fondo del asunto. La tesis judicial ahora recurrida, viene a definir con nitidez lo judicial como algo ajeno a la organización de la sociedad civil, departamental de lo político, poniendo negro sobre blanco y en papel de oficio su falta de capacidad para acabar con los procesos de dependencia que además formalmente se niega. Que sean dos abogados a título personal los recurrentes subraya la penosa subordinación judicial, pues al pertenecer éstos al mundo jurídico la sin razón de la ausencia de legitimación es aún más escandalosa, al afectarles directamente la cuestión por cuanto su condición de elegibles para el cargo. Carlos Dívar (foto: eitb24) La inocencia de los recurrentes en el mantenimiento de sus postulados ante un Tribunal presidido por aquel cuyo nombramiento impugnan es tan clara como la razón jurídica de la pretensión que deducen, ya que siguiendo la lógica interna de su contenido está condenada al fracaso. “Tristes tiempos en que hay que luchar por lo evidente”, que dijo Dürremat.
De mal en peor
Rodríguez Zapatero (foto: PSOE) El Servicio Público de Empleo Estatal ha publicado las cifras de demandantes de empleo a finales de diciembre de 2008. El número de personas que buscaban empleo en esas fechas ascendía a 4.236.594, de las cuales solamente 719.194 estaban ocupadas y deseaban cambiar de empleo, es decir, el número de demandantes sin empleo declarado ascendía a 3.517.400 personas. La mayoría de los medios de comunicación, inducidos por la presentación oficial de las cifras, hacen comentarios sobre los desempleados registrados (3.128.963), olvidándose de aquellos otros no ocupados en situaciones especiales. El sistema económico ha lanzado a la cuneta del desempleo durante el año 2008 a más de un millón de personas porque las empresas no los necesitan, independientemente de que el Presidente del Gobierno edulcore estos datos con comentarios de lo sucedido en octubre y noviembre y con los millones de españoles que tienen trabajo. Hoy ha sido noticia este indicador, otros días lo fueron la escasa demanda de casas o de automóviles, o la ralentización del consumo en general, a pesar de (o por culpa de) las medidas tomadas por los responsables políticos. Éstos nos tenían acostumbrados hasta ahora a tomar medidas de carácter monetario aumentando la cantidad de dinero en circulación, bajando los tipos de interés y complementando la demanda nacional con intervenciones del Sector Público. Todas ellas han sido tomadas en dosis masivas, pero sus efectos no son inmediatos, no funcionan como varitas mágicas, y dependen de los engranajes particulares del sistema económico nacional. En nuestro caso, además de ese tiempo de maduración que cualquier medida económica necesita, hay que tener en cuenta la fragilidad de nuestro sistema productivo por su dependencia del exterior, tanto en el comercio de bienes y servicios como en su financiación. Pero hay otros dos factores que están ralentizando la capacidad de respuesta de las medidas de política económica del Gobierno español: la dimensión del Sector Público, que ocupa un porcentaje cercano a la mitad del PIB, hace que las medidas complementarias tomadas tiendan a la saturación y su impacto sea cada vez menor en el conjunto de la economía; y las diversas manivelas que mueven la maquinaria burocrática que debe ponerlas en práctica (Estado, Comunidades Autónomas, Entidades locales) se mueven muchas veces en sentidos contrapuestos.
Espectros
González rodeado de simpatizantes (foto: PSOE OTURA) Nuestra coyuntura cultural quiere hacer pasar por ignorancia inevitable lo que es perfectamente remediable. Ello responde en último término, por un lado, a una insuficiente meditación de tipo pasivo allí donde procede: ante los misterios básicos del mundo (origen del universo, de la vida y de la autoconciencia). Y, por otro, a no retornar desde éstos a aquellas cuestiones de las que acaso somos por el momento ignorantes pero que sí pueden y deben investigarse hasta hallar su verdad concreta. A saber, ¿por qué hoy en España hay tan poca cosa digna de llamarse cultura? ¿De dónde procede la vacuidad del discurso de la clase política? ¿Por qué Felipe González no fue juzgado? ¿Qué fuerzas previenen la dilucidación e implementación de una verdadera democracia en tantos países? El pensamiento dominante de la postmodernidad confunde por sistema ambas cuestiones, cualitativamente tan distintas, y se aprovecha de la confusión para sembrar el relativismo moral, la falta de objetividad intelectual y la corrupción institucional. Todas ellas se remontan, en fin, a un falso misterio –ejemplificado meridianamente en el espectral pero irremediable Supertexto derridariano–, y todas ellas siendo ajenas a lo maravilloso de la existencia. Por ello jamás podrán cosechar mies digna de ser repartida entre seres humanos deseantes de la verdad a todo precio y respetuosos de lo que se nos escapa absolutamente. “Ya sabes: el salto, / siempre, pasa sobre tí” (Paul Celan, Compulsión de Luz). Uno cada vez está menos capacitado para decidir si esta cortina de humo fue o no echada intencionalmente, justo porque la postmodernidad se ha convertido en experta en des-subjetivizar al sujeto y así la responsabilidad; en des-moralizar el mundo sin distinguir entre niveles de convencionalidad; y sobre todo en arrojar causas objetivas específicas a una pira de anónima colectividad a la que gustan llamar “contexto”. Así se justifica todo. Mañana cuando tengamos nuestra habitual conversación sobre política caeremos en la cuenta de que las instituciones políticas de las que disfrutamos se deben a que “no pudo hacerse de otro modo durante la Transición”. Y nos enteraremos de que eso se debe al contexto. También comprenderemos por fin que si nuestro sistema de justicia está bloquedo o si no hay representación es por que nadie tiene la culpa. Y así.
Fanatismo reforzado
El 19 de diciembre Hamás rompe la tregua y ordena lanzar desde Gaza decenas de proyectles sobre las poblaciones israelíes cercanas, sosteniendo que sin un levantamiento del bloqueo no aceptarán un alto el fuego. En Israel esgrimen que la apertura de los pasos fronterizos siempre ha supuesto dar vía libre al contrabando de armas y explosivos, así como facilitar los atentados en su territorio. El régimen de Hosni Mubarak, que ha sido partícipe del bloqueo de la franja palestina desde hace dos años al negarse a abrir el paso de Rafah, no ha logrado impedir la construcción de una red de túneles en la frontera egipcia, a través de los cuales llegan los suministros iraníes a Hamás, y que el ejército hebreo está dinamitando en su ofensiva. Israel insiste en la creación de un mecanismo internacional que frene el contrabando de armas. Además de los masivos bombardeos que están destruyendo las infraestructuras civiles palestinas y causando víctimas civiles en un territorio densamente poblado ( la mayoría de los 1'5 millones de palestinos están hacinados, sin luz, ni agua y con escasos alimentos), el Tsahal ha iniciado una incursión terrestre con la entrada de tanques y carros blindados, combatiendo casa a casa, y cuerpo a cuerpo. El ministro de Defensa israelí afirma que se trata de crear "una nueva realidad" en Gaza, mientras que la ministra de Exteriores, Tzipi Livni, señala que Israel está luchando contra el terrorismo internacional y que al dividirse la región entre moderados y radicales "todos deben elegir de qué lado están" aludiendo a Turquía, que ha acusado a Israel de crímenes de guerra. Sin embargo, Hamás gana adeptos a medida que el ataque israelí se recrudece; Abu Mazen -el interlocutor de los israelíes- es apartado de la escena, y el jefe de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, aparece como un títere de las potencias extranjeras. Además, en tales condiciones, la reelección del presidente iraní, que también ansía la destrucción de Israel, resulta más factible. hechos significativos Apoyado por Ruiz Gallardón, Blesa se cita con Aguirre en los tribunales, mientras Rajoy permanece mudo. Putin ordena a Gazprom reducir el suministro de gas a la UE. Israel ha ordenado la apertura de un corredor humanitario que permita la llegada de ayuda a Gaza.
Lento pero seguro
Sir Isaac (foto: mushi king) Lento pero seguro Ha ocurrido con todas las revoluciones científicas. Una verdad que al principio cuesta entender y parece asombrosa a la mentalidad común acaba por imponerse, dado que explica mejor y más comprehensivamente la realidad. Y al final lo novedoso y extraño se percibe como de sentido común. El proceso de establecimiento de la verdad, ya sea en el dominio político, el físico, o en la dogmática religiosa, está rodeado de brumas. Y aunque muchos científicos quisieran otra cosa, ni siquiera las ciencias más duras están libres de prejuicio. De ahí que al principio sea difícil esclarecer qué pertenece al núcleo de la verdad recién descubierta y qué al ambiente cultural que lo rodea, allí donde se producen una serie casi ilimitada aunque ya olvidada de intentos similares, pero ni acertados ni suficientemente completos. Algo así percibimos cuando nos acercamos a la revolución científica moderna. Copérnico tantea aprensivamente la tesis heliocéntrica, cuyo desarrollo nunca quiso publicar en vida, y que por lo demás empíricamente hablando era incluso inferior a la ptolemaica. Tycho Brahe está en busca de algo y amasa datos, pero no sabe para qué. Galileo hace descubrimientos importantes en física, pero ante el cuestionamiento de la Inquisición tampoco presenta datos concluyentes sobre la tesis heliocéntrica y se retracta. Kepler tenía los datos y había formulado la solución adecuada al problema de las órbitas planetarias, pero, por así decir, no lo supo nunca y la dejó pasar en aras de su obsesión platónica y hermética por las formas perfectas. De ahí el impacto del trabajo de Newton, síntesis de todo lo previo, apenas comparable con nada parecido desde hacía muchas centurias. La verdad, antes en tiniebla, ahora de pronto se presenta diáfana. Yo diría que, salvando las distancias de situación histórica y cultural, así como de temática, la ciencia política se encuentra hoy en un escollo semejante. La verdad sobre la democracia se abre paso entre viejas brumas, aquellos viejos intentos de hacerse comprender, para presentarse ante nosotros con tanta obviedad que no tardará el día en que la gran mayoría se asombre de hasta qué punto habíamos estado perdidos. “Un estruendo: la verdad misma se ha presentado entre los hombres, en pleno torbellino de metáforas.” (Paul Celan, Cambio de Aliento)

