23-F (foto: J Kresve) Al mirar hacia atrás, con perspectiva histórica, en el despliegue de los acontecimientos caemos bajo el hechizo de una ilusión existencial: el proceso de la propia realidad, sin el cual nada podría ocurrir, es decir, la destrucción de todas las demás potencialidades inherentes a una situación dada, se confunde con la creencia de que las cosas no podrían haberse desarrollado de otro modo. Y a ello contribuyeron los filósofos modernos que idearon todas las clases de necesidad, desde la dialéctica de un mundo del espíritu o de las condiciones materiales hasta las necesidades de una naturaleza humana presuntamente invariable, para borrar todos los rastros del “podría haber sido de otra manera” del campo de acción de la libertad colectiva. El bombardeo masivo de “mensajes” propagandísticos y publicitarios de los últimos cien años ha reducido a ruinas mentales el sentido o la capacidad comunes para discernir lo real de lo ficticio. La inducción al consumo de los productos de las grandes y privilegiadas compañías que llevan a cabo los “anunciadores” se entrelaza con la manipulación de la información que unos dóciles periodistas perpetran para beneficiar a los distintos oligarcas de la partidocracia, las finanzas y las megaempresas. Frente al hecho definido jurídicamente o descrito científicamente, la narración de la realidad por parte de los periodistas y de los literatos tiende a converger, en una imparable extensión de la ficción: el exitoso novelista Tom Wolfe sostiene que ya no hay diferencias entre el periodismo y la literatura. En España, el autor de “Soldados de Salamina” se adentra en las aguas de la mitología contemporánea con una mezcla de ficción novelesca, reportaje periodístico e investigación histórica. Aunque Javier Cercas diste de ser Stendhal, la cobarde incompetencia de los historiadores de la transición hace que cualquier novelista avispado se aproxime a esa verdad del 23-F que aquéllos han renunciado a investigar seriamente. De la aceptación de las cosas tal como son, de la veracidad en suma, nace la facultad de juzgar. Y a buena parte de la población española le sigue resultando inconcebible que, en su momento, el monarca acariciase la idea de un gobierno de concentración presidido por un “elefante blanco” llamado Armada.
Periodismo protegido
La prensa escrita atraviesa una delicadísima situación económica, tal como reflejan las constantes noticias sobre los agobios de PRISA, las dificultades de Unedisa o los despidos en el grupo Vocento. “El País”, “El Mundo” y “ABC”, o sea, las grandes cabeceras que han dominado el espacio mediático de los últimos treinta años tienen ante sí un horizonte crepuscular. Enfangados en unos problemas que la crisis ha agudizado, los periódicos, a través de la Asociación de Editores de Diarios (AEDE) han cursado una petición de ayudas públicas. El Gobierno se ha mostrado muy receptivo a ese mensaje de auxilio, y en un encuentro con la junta directiva de la Federación de Asociaciones de Periodistas (FAPE), María Teresa Fernández de la Vega ha prometido un paquete de medidas de apoyo a la prensa escrita, que pasaría por la “reordenación de las ayudas directas, de la distribución y de la compra de papel” y por inculcar entre los más jóvenes el hábito de la lectura de los periódicos a través del sistema educativo. La vicepresidenta también ha animado a los medios de comunicación, como “industrias culturales” que son, a acogerse a la nueva línea de financiación para autónomos y empresas que el Instituto de Crédito Oficial pondrá en marcha de manera inminente. Los responsables de la FAPE, que han fijado con el Gobierno un calendario de reuniones semestrales para establecer una “vía de comunicación directa y constante”, insisten en reclamarle que actúe “con celeridad y determinación” contra la crisis específica que afecta a la prensa, garantizando la urgente adopción de medidas para que el descenso de la publicidad no repercuta en la pérdida de más puestos de trabajo, que según los datos de dicha asociación se sitúa en el 16% (2.225) de los 30.000 periodistas que ejercen en España, aunque distintas previsiones apuntan a que esa cifra de parados se doblará. Magis Iglesia, la presidenta de la FAPE, sostiene que la “democracia” requiere una información fiable como un “bien público”, lo que implica que necesitan gente y recursos para producirla y ponerla en circulación, y para ello, los profesionales del periodismo deben ser protegidos por los del poder. hechos significativos Dick Cheney, ex vicepresidente de EE.UU., argumenta que torturas como la asfixia simulada están justificadas por los éxitos conseguidos. Ségolène Royal pide perdón a Zapatero por la “falta de educación” de Sarkozy.
Desnudez servil
(Orfeas M) Desnudez servil En la sociedad postmoderna, las mujeres adultas han aumentado su poder en la misma medida en que disminuyen su influencia. Los hombres normales no envidian los rangos sociales o políticos que ellas ocupan, ni temen la igualdad que solo los emula en las ambiciones sin causas dignas de admiración. La actual condición femenina, apocada de feminidad y de misterio, dejó de intrigarles. Su apariencia resulta más atractiva y menos singular; menos interesante en cercanía y más llamativa a distancia. Mirables para la vulgaridad admiradora, las jóvenes sin estado ni carácter cuanto menos cubren sus cuerpos más enseñan la inanidad de sus almas. El falso feminismo despersonaliza a la mujer incompetente. La uniforma con harapos de mendiga, trapos colgados de perchas andantes, o la engalana con veladas transparencias de desnudez. Al liberarse con modales de impúdica comunicación, las profesionales de la insensibilidad televisiva responden a la simpleza de sus cabezas y a la miseria de sus ambiciones inmediatas. Entretienen el espectáculo de la ordinariez porque todo lo sofisticado abruma los sentidos y los aturde. Hay que estar muy apegados a la excelencia, para sentir el inigualable valor de lo natural y lo sencillo. No hay signos de complejidad en las mujeres encueradas a la moda. El desnudo, primera audacia del pensamiento servil, niega un principio sacro de la sociedad. Antes que cualquier otra, cumple la función de un sacrilegio. La cara concentra la expresión inteligible de un cuerpo vestido, mientras que carece de gesto personal el rostro de un cuerpo desnudo. Las playas nudistas ofrecen caras anónimas en cuerpos familiares. El desnudo no conviene a todas las configuraciones del cuerpo. Si no es deforme, puede ser noble en cualquier edad, pero sólo es admirable en su juventud. Sin desnudez, las pasiones se expresan en la intensidad de la mirada; los sentimientos, en la extensidad del gesto comunicativo. La desnudez reduce al sexo la expresión de las emociones corporales, delatando la ausencia de auténticas pasiones del alma.
Cumbre de bajura
Lo sucedido en la cumbre de la ONU que se escaló en Ginebra, para divisar desde lo alto las profundas hondonadas de racismo, que enfangan culturas y civilizaciones separadas por fronteras étnico-religiosas, debería ser motivo de escarmiento y reflexión para estos nuevos Jefes de Estado y de Gobierno que se apegan al gusto de reunirse en masa para desconocerse mejor. Al menos, en este caso, EE.UU., Italia y Francia tuvieron la prudencia de no acudir a la temeraria cita de provocación, en un foro donde el recalcitrante presidente iraní no dejaría de decir lo que piensa o imagina de Israel y de los países occidentales. ¡Conferencia mundial contra el racismo destripada por el racismo! España y los países occidentales tuvieron que abandonarla, al son de los aplausos de las delegaciones musulmanas adscritas a la fantasmagórica Alianza de Civilizaciones. Un regalo que Irán hace a Israel cuando más lo necesita. El Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, aseguró que la moción consensuada para su aprobación era equilibrada. Su dimisión sería lo único congruente en tanta torpeza ante lo previsible. La globalización de la economía ha hecho creer a la gente de gobierno que, en el nuevo mundo conformado por la imagen, la foto de gobernantes reunidos en las cumbres tranquiliza más que la convergencia en la dirección de sus respectivas políticas nacionales. Se muestran en ellas con gestos y maneras de millonarios de sonrisas estereotipadas como los artistas, de pobres indigentes de ideas reflexionadas como el vulgo, y de exhibicionistas de amistades entre recién conocidos como los aventureros. Incluso el Presidente Obama que, con su elegante naturalidad, había mantenido la distante “tenue” en su país, se ha distendido en sus encuentros encumbrados, hasta el punto de ir más allá de la cortesía, repartiendo abrazos de camarada y palmadas de colega en Europa, dando la cabezada de inclinación ante el Rey de Arabia, zambulléndose con cierto embarazo en el compadreo de compinches latinoamericanos y declarando a cada uno, hasta al peor pintado de recelos congénitos, que quería ser su amigo. Estos defectos sociales, propios de novato fuera de su país, no impiden reconocer que, con su extraordinario periplo, ha cambiado ya la imagen de EE.UU. en el mundo, tanto en virtud de su propio discurso político como, sobre todo, por su drástica ruptura con la concepción imperialista del “Destino Manifiesto” que, desde Andrew Jackson al último de los Bush, difundió la fobia antiyanqui que tanto ha perjudicado a la democracia. florilegio "Desplegar más simpatías de las que la ocasión demanda despierta la sospecha de esa insinceridad que preludia al engaño dañino."
Conservar el orden
Invitado por la Comisión para Asuntos Galeses de los Comunes, el muy republicano político monárquico, el muy izquierdista partidócrata e inquisidor cultural, Bernardo Joan -mandamás de Política Lingüística de la Generalidad-, pidió en Londres que le permitiesen bromear: (Para favorecer a la lengua catalana) a veces sería mejor no tener una constitución. Por supuesto, ante estas palabras, los medios de comunicación españoles no nacionalistas se han rasgado concienzudamente las vestiduras, pero la realidad es que, aunque la defensa de intereses particulares los enfrentan en apariencia, nuestros políticos -nacionalistas y constitucionalistas (y sus respectivas cortes mediático-financieras)- son del mismo signo: conservadores. Bernardo Joan (centro) (foto: esquerra.cat) El conservadurismo político se caracteriza por la defensa irracional de lo que existe. Es una inversión del concepto “destino” hasta lograr dirigirlo al pasado; la negación dogmática de la humana expectación. El conservadurismo de derechas identifica el Estado con el orden público, de manera que para quienes lo encarnan nada puede ser peor que la destrucción de lo dado (lo Estado), por muy abyecto que pueda ser. El conservadurismo de izquierdas identifica el Estado con la igualdad. Tradicionalmente, igualdad económico-jurídica pero acompañada de igualdad étnico-folclórica en la izquierda tarada con nacionalismo. La igualdad étnico-folclórica, como ha demostrado la experiencia del nazismo, es una horrenda perversión. Raza y cultura sólo pueden convertirse en ideal político si son consideradas superiores e impuestas. El nacionalismo español de cualquier signo es más una requisito oportunista que una convicción identitaria. La identificación de acción política y Estado es lo que hace converger a todos los conservadores. Don Bernardo necesita del cinismo humorístico para disfrazar las dos caras de la indignidad política que su partido representa. La primera, saber que precisamente la Constitución Española ha permitido que un grupúsculo como el suyo tenga renombre nacional, poder territorial y sueños estatales. La segunda, desconocer que sólo la identificación libertad-verdad permite que, dejando al Estado que cumpla su función psicológica como lo hace el “nosotros” con el que se aúna la voluntad de un matrimonio, el aparato institucional que lo formaliza esté arraigado (por pocos que hayan sido sus verdaderos ingenieros) en la sociedad civil.
Apologías cínicas
“El Banco de España es prácticamente el único supervisor de la economía española que conserva su independencia, pero dicha independencia puede estar a punto de acabarse si los socialistas se salen con la suya en cuanto a la sucesión de Jaime Caruana y Gonzalo Gil como gobernador y subgobernador del Banco de España. Tradicionalmente, el partido en el poder designaba al candidato a gobernador y el principal partido de la oposición hacía lo mismo con el candidato a subgobernador. Esta es una tradición que se ha mantenido prácticamente a lo largo de toda la democracia…”. No es necesario desvelar más de estas líneas que fueron publicadas, en junio del año 2006, por el bando mediático contrario al PSOE. A la postre, el gobernador de marras, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, echó una decisiva mano en el triunfo electoral de los socialistas con sus declaraciones tranquilizadoras sobre el sistema financiero español, ocultando, en aquel delicado momento previo a los refrendos generales de marzo de 2008, los datos que el organismo regulador había recopilado sobre la crítica situación económica. No hay que ser ningún gurú para apreciar lo previsible. Esto es que MAFO actuó con total normalidad al favorecer, o al menos no entorpecer a aquellos a quienes debía su puesto. La semana pasada, el gobernador del Banco de España anunció la merma del Fondo de Reserva de la S.S. y el consiguiente peligro que se cierne sobre el sistema de pensiones. Los mismos periodistas y opinadores que habían censurado sus silencios y denunciado sus mentiras creen súbitamente en su palabra, cuando lo único que ha cambiado es que con sus declaraciones perjudica ahora al Gobierno del PSOE. Más allá aún, el pasado viernes, en un influyente espacio matinal del referido bando liberal, se defendió a MAFO de las iras del ministro de Trabajo y los sindicalistas de la UGT. Uno de los tertulianos acusó además a los susodichos de “indigencia intelectual” al respecto, puesto que “(…) el gobernador del Banco de España es un órgano independiente nombrado por el Parlamento, por el Gobierno”. “Debería”, le corrigió entonces el director del programa. “Formalmente lo es”, terminó sentenciando aquel. Respecto a la consecución de unos determinados fines, el elemento formal compone lo material pero jamás puede ser contrario a él. La cierta oposición oportunista-partidista entre lo formal y lo material que todo este episodio político-mediático demuestra, hasta reconocerlo cínicamente, pone en evidencia la total falsedad institucional del Estado de Partidos alumbrado por la Monarquía posfranquista, que ha de remitirse propagandísticamente a unos fines así imposibles de conseguir. Pero esto debe ser un secreto al que sólo se puede aludir con ocasional sorna.
Policías y ladrones
Los sindicatos policiales SUP, CEP, UFP y SPP han anunciado la presentación de una querella contra el Fiscal General del Estado, D. Cándido Conde-Pumpido por sus manifestaciones en las que acusaba a la Policía de falta de colaboración en la lucha contra el entorno de ETA. “No estamos dispuestos a quedarnos de brazos cruzados mientras el titular de una de las más altas instituciones de nuestro país lanza sobre todo un Cuerpo una sospecha que nos injuria y calumnia”, han advertido los cuatro sindicatos en un comunicado conjunto. Mientras, la superior política de D. Cándido, Dña. María Teresa Fernández de la Vega, se apresuraba a poner paños calientes en defensa de su cargo electo matizando que todo se debía a “un error procedimental que ya ha sido solucionado”, cuestión de técnica procesal a la que obedientemente también reducía el conflicto el titular de Justicia, Sr. Caamaño. Acusar a 61.000 funcionarios públicos de un delito de prevaricación como hace Conde-Pumpido, trasciende sin embargo de lo meramente técnico para evidenciar una vez más la variedad de la patología jurídica que origina la ausencia de una auténtica policía judicial al servicio de la judicatura en la instrucción penal. No se trata de descoordinación procesal ni técnica, sino de una articulación institucional que no diferencia orgánicamente el desempeño de las funciones de policía administrativa de las propias de esa hoy ausente policía judicial. Mientras la primera debe encargarse de la inspección y represión del delito dependiendo así del ejecutivo (Ministerio del Interior), la función de la policía judicial debe abarcar necesariamente la investigación de hechos de posible trascendencia penal a instancia y bajo órdenes judiciales tras el conocimiento de la notitia criminis. Sin embargo, las afirmaciones del jefe de los fiscales no apuntan en el sentido referido sino, más al contrario, en un deseo inconfesable de sometimiento de ese único cuerpo policial a las órdenes de una fiscalía politizada en origen por la designación directa de su cúpula orgánica por el Presidente del Gobierno. La unión de la policía administrativa única a la fiscalía política supondría un poder ilimitado en el monopolio de la fuerza. Cándido Conde-Pumpido (foto: AIMP) De la misma forma que la persecución de los delitos de la clase política precisan de una policía judicial real dependiente de la judicatura económica, funcional y orgánicamente, el auxilio policial reclamado por Conde-Pumpido sólo es justificable si la fiscalía formara parte del Poder Judicial y no del ejecutivo como de facto ocurre cuando el Fiscal General del Estado es elegido a dedo por el Presidente del Gobierno. De lo contario nos veremos abocados a la brutal represión policial del poder único.
Judeofobia castiza
En una Conferencia contra el Racismo organizada por la ONU, el presidente de la República Islámica de Irán ha señalado que gran parte de los problemas del planeta se deben al “sionismo mundial”. Mahmud Ahmadineyad, que sostiene que el Holocausto es un mito (o como diría Le Pen: los campos de exterminio nazis no son más que un mero “detalle” en el curso de la II Guerra Mundial), tiene una “solución final” para el “racista” Estado de Israel o el “cáncer de Oriente Medio”: borrarlo del mapa, extirparlo. España es uno de los países europeos en el que se concentra uno de los más obsesivos, intemporales y degradantes odios. Hay que distinguir el tradicional antijudaísmo hispano (de carácter religioso) del antisemitismo racista, de origen germánico, que se difundió por Europa en la segunda mitad de siglo XIX, y que fue inoculado en la Península por la derecha francesa. El odio castizo contra los hebreos se mantiene en el lenguaje (judiada), leyendas (en las zonas rurales muchos creían que los judíos tenían rabo), ritos y fiestas populares, y hasta que son abolidos por José Bonaparte, los estatutos de limpieza de sangre cierran el acceso a colegios universitarios de aquellos que no prueben su condición de cristianos viejos: una segregación que sigue vigente en academias militares, cabildos y órdenes religiosas a lo largo del siglo XIX. La desamortización de Mendizábal fue atribuida por el conservadurismo nacional-católico y el carlismo a la codicia de los especuladores hebreos en connivencia con un jefe del Gobierno que tenía orígenes judíos: la denuncia de la conspiración judeo-masónica ya asoma el hocico hasta hacerse notoriamente visible con la revolución de 1868 y el reconocimiento oficial de la libertad religiosa. Hoy en día, sobre todo en el ámbito de la llamada “izquierda”, se habla abiertamente de las “maquinaciones del lobby judío” o de cómo los judíos, pese a constituir una pequeñísima minoría, traman su hegemonía mundial gestionando los grandes negocios, dominando la banca internacional y dirigiendo la industria del entretenimiento. Quizá no tarden en descubrir un documento donde se detalle el plan secreto para hacerse con el mundo, en unos nuevos “Protocolos de los Sabios de Sión”. “Judiada” (foto: Rutab)
Prostitución y muerte
Las chicas de la nectarina (foto: Okinawa Soba) El 31.8% de los menores de 25 años españoles no posee un empleo, esto significa que casi uno de cada tres jóvenes con los que nos cruzamos ocasionalmente en el metro, en la Universidad o a la salida del trabajo, no tiene o tendrá capacidad de desarrollar sus sueños de formar una familia, de contribuir al avance del conocimiento o simplemente será incapaz de ayudar a los suyos a pagar el alquiler para poder llegar a final de mes. Un país en el que su sangre más joven está condenada al sostenimiento de unas estructuras oligárquicas rancias, poco formadas y sin capacidad de entender el mundo más allá de lo que su estrecha molicie personal pueda imaginar, simplemente no existe. Y España se contempla a sí misma con la desidia del que ha perdido cualquier dignidad moral y bromea sobre su incapacidad para siquiera luchar por cambiar su destino entre los cadáveres escombrados de las partitocracias europeas, rezumando corrupción y droga, como una prostituta en la cuneta de la que han abusado hasta reventarla. Una sociedad en la que sus jóvenes no pueden ser jóvenes sino simplemente “mandaos”, en la que los parados celebran la victoria personal de un deportista que no paga impuestos en el país como si fuera un acto colectivo de construcción nacional producto de un complejo de inferioridad; una sociedad en la que los vicios privados conforman el credo económico, en la que el arte modernitario cumple la misión de recordarle a las masas lo catetas que son al no comprender la intelectualidad facticia de sus gobernantes, que de paso se quedan con una suculenta comisión por la fingida obra de arte; una sociedad en la que se desprecia la inteligencia, la innovación y la ambición de ser honesto, es un fracaso colectivo del que las generaciones más jóvenes no merecen formar parte. Hace unos pocos años, los burdeles de la próspera España repletos de jóvenes rumanas, búlgaras, checas o bolivianas sin otro futuro en su país que el de ser prostituidas por menos dinero, constituían la principal fuente de impuestos de los pueblos de autovía hacia la costa, y eran protegidos por las oligarquías políticas locales. Hoy, después del orgiástico enriquecimiento de los de siempre, le toca el turno a vuestras hijas, así pues, ponedlas en fila que hay que pagar la deuda pública.
Más detenciones
El pasado sábado la Policía Judicial Francesa detuvo al que era considerado jefe de ETA, a quien agentes del Cuerpo Nacional de Policía estaban siguiendo. Jurdan Martitegi sólo ha estado cuatro meses al frente de dicha organización terrorista, mientras su anterior cabecilla, Aitzol Iriondo, que había sustituido a Txeroki, apenas se mantuvo en la dirección tres semanas antes de ser igualmente detenido. El ministro del Interior cree que los éxitos policiales están contribuyendo a que los miembros de ETA discutan sobre si “seguir o no seguir”: es decir, abandonar las armas voluntariamente o verse obligados a hacerlo. Además, asegura que no se han producido atentados en los últimos meses porque los terroristas carecen de capacidad operativa, y en todo caso, “si no dejan la violencia, la “democracia” les obligaría a ello. Asimismo, ha resaltado que el tipo de formación que recibió Martitegi (participó activamente en la “kale borroka”), demuestra cuán fundamentales son las operaciones contra el “terrorismo callejero”. Pérez Rubalcaba descarta volver a abrir las negociaciones que emprendieron Felipe González a finales de los ochenta, y luego, Aznar y Zapatero. “Eso se ha acabado para siempre”, dice, como si estuviera en su mano sostener semejante afirmación. “El proceso de diálogo es el pasado y el pasado nunca vuelve”, concluye el que fue ministro de Educación y Ciencia, y de la “Presidencia”, en los años noventa. El Partido Popular, tras felicitar a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, ha invocado la necesidad y la eficacia de la unidad en torno al Pacto Antiterrorista. Y a la vicepresidenta Fernández de la Vega no le caben dudas de que “más pronto que tarde los demócratas ganaremos la partida a los terroristas”. Por su parte, Zapatero ha confirmado que la lucha contra el terrorismo es imparable, y asegura que terminarán con “esta lacra histórica”, puesto que tiene el compromiso de acabar con ETA para que “la libertad y la paz reinen en Euskadi y en el resto de España” como si ésta sostuviera un conflicto bélico con un grupo terrorista que tuviese el poder de poner en peligro nada menos que “la libertad”. hechos significativos La ministra de Igualdad desearía que los que están en contra de la nueva Ley del aborto, defiendan también la vida de los ya nacidos. El ministro francés de Asuntos Exteriores, con habilidad diplomática, afirma que en realidad Sarkozy quiso decir que Zapatero sí es inteligente.

