Libres somos en esencia Intentan que lo olvidemos Buscan hacernos serviles Enterrados en el miedo Ruina es ya nuestra esperanza Tarde entendimos su juego A veces nos solivianta Demasiadas otras, ni eso Vendrán tiempos de bonanza En eso estamos de acuerdo Romperemos las cadenas Dejando el yugo sin siervo Ante nadie doblegarse Decididos, implacables Luces tenues pero enteras Entre masas ignorantes Algún día os garantizo Llegará nuestro momento Todo queda en resistir A pesar del gran esfuerzo. Dadle tiempo pues, al tiempo
Oda
Corrupta al nacer
Cuando caiga la monarquía, esta clase política procesará una república de partidos que al igual que el régimen del 78 tendría un nacimiento corrupto.
Antonio García-Trevijano Forte, 4 de Junio del 2014.
Fuente RLC: https://www.ivoox.com/rlc-04-06-2014-hacia-republica-constitucional-i-audios-mp3_rf_3187881_1.html
Música: Tercer mov. de la primera sinfonía de Mahler.
Xenófobos vs. Endófobos
Hoy en el capítulo nº 20 del programa «Coloquio y análisis político» Álvaro Bañón y Carlos Villaescusa . En este programa tratamos sobre las consecuencias del fin de la libre circulación de europeos en el Reino Unido. También hablamos de la nueva asignatura de ética proyectada por el poder partidocrático.
Sobre reformas y ficciones políticas

A propósito de la reforma del Estatuto de Autonomía para el Principado de Asturias
Empieza en Asturias la reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Autónoma. Parece ser que los 45 diputados y sus «taitantos» asesores (¿accederemos algún día a sus currículos y a sus relaciones afectivas vinculadas a los miembros de los partidos?) se han quitado la pereza de encima y vienen con aires renovados.
El consenso entre la mayoría de los grupos parlamentarios es prácticamente total. Sólo hay un fleco serio realmente en la reforma: la cooficialidad del asturiano y del gallego-asturiano (o eonaviego, que parece ser la denominación más técnica).
No es este diario lugar para dar opiniones sobre el sí o no a la reforma, pues este digno medio de comunicación se ocupa del análisis de las reglas del juego y no de las jugadas. Y, quiéranlo o no, lo asuman o no, mis paisanos asturianos, la cooficialidad o su negación es jugada partidista. Y la propia reforma del Estatuto de Autonomía lo es. Entra en las opiniones que podamos tener los asturianos y este diario no admite opiniones, sino criterios. Don Antonio García-Trevijano siempre decía que él no tenía opinión. De lo que no sabía, no hablaba y de lo que sabía no opinaba, sino que hablaba con criterio.
Todo este tema de la reforma y el problema de la cooficialidad muestran nuevamente el juego entre las oligarquías políticas regionales que, en idéntica cualidad y mayor cantidad, también se aprecia en el politiqueo consensuado del Estado… No en vano las Comunidades Autónomas, gracias a la Carta Otorgada de 1978, son también Estado y, por ello, su misma miseria moral, jurídica y política contienen.
A continuación haremos una exposición agrupando los partidos estatales de Asturias en la izquierda o la derecha. De todas formas, adviértase que dicha distinción es a efectos meramente de vocabulario común, para entendernos todos, pues ya sabemos que en España no existen izquierdas ni derechas, porque no hay política, como acertadamente reflejaba siempre Antonio García-Trevijano.
Las izquierdas
En general se pronuncian a favor de la cooficialidad, pero…
- El PSOE ha ido dando vaivenes y el actual, salido del último Congreso de 2017, está a favor de la misma (aunque sólo por un 52% de los delegados a ese Congreso) y, prietas las filas (la fuerte amalgama del poder), incluso los más reacios a la cooficialidad están callados y no se pronuncian, al menos públicamente, sobre la misma. En el último congreso del «partido único» asturiano (créanme cuando les digo que el PSOE es el partido único en Asturias, pues no existe otro; sólo hay que ver cualquier debate en la Junta General del Principado para darse cuenta que en Asturias la oposición es la nada, no existe. El PSOE será partido de gobierno en Asturias por incomparecencia de los rivales. Por eso afirmo que es partido único), se votó a favor y no es de extrañar que los diputados que haya en el grupo parlamentario socialista levantaran la mano a favor de la cooficialidad, fieles a una estructura política que niega el mandato imperativo del representado al representante, pero que consiente y ampara la «dictadura« » del grupo parlamentario sobre el «diputado de a pie». Todo esto permite otra reflexión no menos importante sobre el sistema de listas de partido: si el 48% de los delegados al Congreso de la Federación Socialista Asturiana votaron en contra de la cooficialidad, ¿quién conforma las listas de los partidos para que sepan que el 100% de los diputados del PSOE votarán a favor? A eso lo llaman democracia interna.
- Izquierda Unida (en Asturias aún existe como marca propia diferenciada de Podemos) siempre se ha postulado a favor la cooficialidad. Pero resulta curioso que rechaza ahora una votación popular que llegó a organizar hace 25 años y que reclamó en la negociación de 2008, según se ha podido leer en algunos titulares de prensa. Es decir, cuando ven cerca alcanzar su objetivo, ¿por qué mantener la coherencia de la consulta ciudadana si un pacto entre oligarcas les sirve en bandeja la cooficialidad? Se llama incoherencia.
- Podemos: como partido de reciente creación siempre han abogado por la cooficialidad. Tienen suerte de haber llegado al pastel autonómico. El Vox de la izquierda.
Las derechas
- Partido Popular: siempre en contra de la cooficialidad con mayor o menor rotundidad, si bien cuando gobernaron (con posterior fractura política incluida) en la etapa de 1995 a 1999 impulsaron la Ley de Uso y promoción del bable/asturiano. Lo que dicen y hacen en Galicia no les sirve para Asturias, lo cual rompe con el ideal de partido de discurso único en toda España. El modelo que se pretende implantar en Asturias es copia del recogido en el Estatuto de Autonomía de Galicia, donde gobiernan con holgada mayoría. Si no es bueno para Asturias, ¿acaso los gallegos son ciudadanos de segunda? ¿O lo somos los asturianos? Enseñan la patita del partido acomodaticio y realmente socialdemócrata que son.
- Vox: el Podemos de la derecha. Partido nuevo y activamente contrario a la cooficialidad; también lo eran, al menos de palabra, de las Autonomías, pero ahí están, dándolo todo en ellas.
- FORO: fue el partido de Cascos. Hoy con dos diputados está dividido al 50%. Uno con la disciplina de partido y otro no. Uno en contra y otro no se sabe si a favor. En todo caso, lo que puedan pensar los asturianos como que les importará poco llegado el momento… Como al resto.
- Ciudadanos: en contra de la cooficialidad.
En todo caso, no hay atisbo de democracia. Pero no lo habrá ni en este tema ni en ninguno de los otros aspectos que aborde esa reforma (parece ser que 11 puntos serán abordados en la reforma). Y todo ello porque ya empezaron las «rondas de negociación» entre los grupos parlamentarios. Hasta el propio presidente de la Junta General del Principado de Asturias pidió que la reforma se aborde «sin pasiones ideológicas». Es decir, ha entrado el consenso por la puerta de la asamblea legislativa asturiana, por lo cual la democracia ya sale nuevamente… «Ni está ni se le espera», como dijera Sabino Fernández Campos. Ni sería bienvenida, agrego yo.
Y es que nuevamente se evidencia que los diputados no representan a los ciudadanos y que las ficciones difícilmente soportan la realidad. De hecho, en la política la ficción nace para ocultarla, a diferencia de otras ramas donde la ficción nace para explicar los fenómenos. Y si no que alguien me explique cómo es posible sostener vitalmente la esquizofrenia de que un solo diputado represente a todos los asturianos a la vez. Si representa a todos, ¿cómo votar una cosa o la contraria, si va a tener opinión en contra, algunas veces de la mayoría de los ciudadanos?
Y es que de esa ficción de la representación total nace la subsiguiente de vivir en un sistema democrático.
¿Cuál es el resultado? Que a nadie le importa la reforma del Estatuto de Autonomía, aunque luego sus penosos resultados los vayamos a padecer todos los asturianos.
Tecnología, Justicia y representación
Una de las trampas habituales de la política para controlar a la Justicia es la eterna promesa de inversión en medios tecnológicos, que, si bien son necesarios, en sí mismos no garantizan la independencia judicial, sino que incluso en ocasiones facilitan su control.
La idea del juez-máquina no se diferencia mucho conceptualmente de una idea cada vez más extendida como es la superación del concepto de representación política por la utilización de medios tecnológicos.
Sin embargo, la tecnología no es capaz de sustituir la necesidad de la representación como característica de la democracia formal. Al contrario de lo que sostienen los defensores de la política-ficción, los avances informáticos no superan los óbices que imposibilitan una idea tan infantil como es la democracia asamblearia, incompatible con la naturaleza humana, por muy tecnificada que se vista. Más aun, los multiplican por la elevación exponencial en la generación de información trascedente que es necesaria para la toma de decisiones políticas.
Si ya la discriminación cultural al acceso y capacidad de uso de la tecnología son incompatibles con la igualdad en el ejercicio de la elección y control de decisiones, lo que resulta definitivo es la imposibilidad de ese supuesto plebiscito permanente sustitutivo de la representación, que no se soluciona con una terminal informática ni puede reemplazar la labor de intermediación del representante legislativo.
La actividad y funciones del representante no se agotan en una serie de actos decisorios concretos ni esporádicos, pocas veces determinables ni previsibles, sino que precisan de un ejercicio ininterrumpido y permanente en el tiempo en una continua labor de retroalimentación de información sólo alcanzable, transmisible, factible y utilizable a través del mandato.
Siendo así, lo que sin embargo es absolutamente innegable es que precisamente el desarrollo tecnológico y muy particularmente internet dificultan aún más el funcionamiento de la maquinaria del Estado de partidos. La libre generación y transmisión de la información permite hoy en día a cualquier ciudadano llegar al conocimiento fuera de los conductos informativos oficialistas del «como si».
Apesar de la escasa calidad de los contenidos que en general ofrece internet, este medio ofrece la posibilidad de crear, descubrir y transmitir nueva información práctica, dispersa y útil. Organizativamente, los nuevos instrumentos informáticos disponibles para aquellos que pretendan coordinar su acción al margen de las estructuras partidistas son de una utilidad incuestionable. Junto a la morralla informativa, también la producción de información veraz transmitida con la ayuda de los nuevos medios informáticos será progresivamente de un alcance y detalle cada vez mayores, al punto de ser inimaginables con el conocimiento tecnológico de nuestro tiempo.
Por tanto, el desarrollo de los medios de comunicación telemáticos, no sólo no favorece, sino que hace aún mucho más difícil el sostenimiento de la falacia de que esto sea una democracia, acercando al común a la verdad política al disponer ahora de acceso a un volumen mucho mayor de información útil, con un grado de complejidad y detalle cada vez más amplio. Pero sólo es un instrumento, una herramienta que no sirve para nada sin la formación previa de un criterio sincero basado en los principios de la libertad, la lealtad y la verdad.
Esa información, precisamente, siempre será de mayor calidad y utilidad que aquella con la que pueda contar la maquinaria partidista porque ésta carece de lo que es propio al intercambio libre de información entre personas: la espontaneidad.
Entrevista a Imanol Azcue
Hoy, en el segundo capítulo de «La huella», Heliodoro Rodríguez entrevista al directivo general del MCRC Imanol Azcue.
Música: «Melodía para Lázaro», compuesta por Heliodoro Rodríguez.
La tecnología no puede sustituir a la democracia
Pedro Manuel González, autor del libro «La Justicia en el Estado de partidos», en el capítulo nº 77 de «La lucha por el derecho», realiza un análisis crítico sobre la función que la tecnología puede tener en las decisiones políticas y la Justicia.
Revista de medios de septiembre de 2021
Sobre el tan traído y llevado tema de la recuperación económica en la pandemia, Luis Riestra señala que «como decía ZP y ahora su sucesor, “la economía tiene que estar al servicio de la política”, de ahí que no se le conozca, por ejemplo, ni una sola política sectorial de futuro que facilite al sector privado sacarnos de esta crisis, sino meras ocurrencias o plagios. ¿Y a quién sirve la política? Pues a una oligarquía de partidos estatales y a un establishment cómplice de sus desmanes, no a los ciudadanos, tema que hemos tratado aquí extensamente. Este “orden” perverso debió caer en la anterior crisis, pero lo salvó la UE, como ahora, y hasta que no cambie dicho orden habrá que padecer el expolio de su enorme ejército de parásitos, endeudamiento público, disfuncionalidades, ocurrencias ruinosas y delirios constantes. Ese es el gran enemigo de la recuperación española».
Tratando del manido concepto de populismo difundido por los medios oficiales, Ignacio Ruiz Quintano indica que «su idea es meternos en la chola que la democracia no es el juego mayoría-minoría (¡populismo!), sino el consenso político (eufemismo de reparto, es decir, de corrupción), fórmula de gobierno de la oligarquía de partidos para garantizarse el tuya-mía (tiquitaca y pase atrás) de la estabilidad. La inestabilidad del momento es consecuencia del solapamiento de consensos: el del 78, moribundo e invocado por los autodenominados “constitucionalistas”, y el separatista, engordado como un tudesco, rampante y seguramente final, aunque la gente de orden, que vive en el Estado de Inocencia, antes de la Caída, cree que no hay derecha “mala”, y que, en consecuencia, ninguna derecha lo apoyará».
Es el mismo concepto de falsa democracia que Estados Unidos intentó «exportar» a Afganistán, cuyo precipitado abandono incendió los medios a finales de agosto, y sobre el que se pronuncia el mismo Quintano: «Al crimen de las Torres Gemelas respondió Bush llevando la democracia a Afganistán y a Mesopotamia, con Blair tirando octavillas de la Tercera Vía de Anthony Giddens, y Aznar, copias de la Transición de Victoria Prego. Lo de llevar la democracia como quien lleva a San Roque por el mundo fue cosa de Wilson, que no halló mejor pretexto para justificar ante su opinión pública el envío de tropas a la guerra del 14. En eso los gringos eran como el perro de Paulov: oían “defender la democracia” y corrían a alistarse. Pero la democracia que exportan los gringos no es la suya (después de todo, la única que ha habido), sino el viejo tiquitaca canovista de dos partidejos jugando al tuya-mía, y para el papel de Romero Robledo (el señor que amañaba los resultados) escogieron el famoso sistema proporcional que impusieron al continente europeo después de Normandía para controlar la Guerra Fría. En el periodismo español ya he oído que el problema de Afganistán es que falta… consenso».
La multitelevisada reaparición de los talibanes en Kabul ha revelado, según Guadalupe Sánchez, las contradicciones del feminismo institucional: «El velo islámico es, ha sido y será un símbolo de que no somos más que una pertenencia. Por eso atenta frontalmente contra los derechos humanos y las libertades fundamentales del individuo que conforman los cimientos de las civilizaciones occidentales contemporáneas. Que desde las instituciones nacionales y europeas se esté promoviendo su uso en nombre del feminismo, la inclusividad y la diversidad constituye una aberración no sólo jurídica, sino también ética y moral. El retorno de los talibanes al poder en Afganistán ha traído a la palestra, en el mejor de los casos, un silencio atronador por parte del feminismo institucional. En el peor, ha evidenciado el cretino intento de equiparar la situación de las mujeres de allí con las de aquí, soslayando que lo que en occidente responde a tradiciones o costumbres que algunas siguen voluntariamente, en medio oriente es una imposición. En España, la Biblia no es fuente de derechos y obligaciones, mientras que en Afganistán y otros países donde rige la ley islámica, el Corán sí que lo es».
La Consejería de Salud Andalucía aduce motivos que justifican la eliminación de todas las agencias empresariales y otros entes de la Junta de Andalucía. Tras analizar estos motivos y referir las entidades afectadas, Luis Escribano señala que «la reducción del gasto público (personal, sedes y contratos para su funcionamiento, etcétera), la disminución de la corrupción, la racionalidad organizativa y la eficiencia que se conseguiría con la extinción de los entes instrumentales y el despido del personal laboral innecesario, entre otros aspectos, serían muy considerables a corto-medio plazo para la Junta de Andalucía, es decir, para la inmensa mayoría de los andaluces. Sin embargo, el gobierno andaluz no para de repetir el mantra de la imposibilidad de extinguir determinados entes instrumentales (sólo hablan de fusiones, que nada solucionan) o de despedir al personal de esas agencias empresariales —y fundaciones, sociedades mercantiles, etcétera—. […] Es evidente que el objetivo político de los partidos políticos es otro muy distinto al del interés general. Seguirán con el engaño a los ciudadanos con el único fin de no perder votos o conseguir más, con el fin de perpetuarse en el poder y mantener los privilegios. Concluyo, y aprovecho para reiterar la misma advertencia que siempre hago y seguiré haciendo: a todos los partidos políticos sólo les interesa un sistema en el que puedan abusar del poder sin consecuencias negativas para ellos (partidocracia), porque detrás hay un modo de vida muy privilegiado».
El gobierno promete 144 leyes y decretos antes de fin de año «para que la recuperación sea justa». La hiperinflación legislativa es una de las características del totalitarismo democrático de los Estados de partidos, que sustituye legislación por derecho en su afán de control total sobre la vida de los súbditos. Como señala Dalmacio Negro, «en la práctica, la burocracia, velando por el bienestar de los administrados produce la frondosa y cambiante legislación ejecutiva: se institucionaliza la revolución legal permanente congruente con la movilización total, que genera una incertidumbre y una inseguridad crecientes. Hasta técnicamente las leyes son cada vez peores. […] Y, por supuesto, tienden a disminuir o desaparecer las formalidades administrativas que dan cierta seguridad al administrado, por no hablar del control judicial, sometido a toda clase de presiones e influencias, y que, por otra parte, tampoco es inmune al modo de pensamiento ideológico y al ambiente» (Dalmacio Negro Pavón, Historia de las formas del Estado: una introducción).
La falta de protesta «ciudadana» («30.000 vacunas perdidas —sin protestas; comité de expertos fake —sin protestas; satélite de 200M€ perdido —sin protestas; 230.000 negocios quebrados —sin protestas; SEPE inoperativo 20 días —sin protestas; crisis migratoria —sin protestas; desempleo juvenil del 40% —sin protestas») Ignacio Ruiz Quintano la considera un rasgo del sistema: «En el Estado de partidos no estamos representados (su propio creador presume de eliminar con él “todo vestigio de representación”), pues su función es la “integración de las masas en el Estado”, pastoreo del que se encargan los partidos para cerrar el paso a la democracia. Periódicamente, a derecha y a izquierda hay individuos que se descuelgan del sistema y, al pensar por libre, dejan de votar. Como la abstención es el único enemigo del Sistema, surgen Podemos a la izquierda y Vox a la derecha para devolver esos votos perdidos a la tolva estatal: basta con gritar demencialmente que viene el comunismo o que viene el fascismo para que los descarriados regresen a la hoguera campamental del Centro (¡la ilustración analfabeta del centro!), que es el Estado».
Bolaños deja a la vista la falta de división de poderes: «Los jueces no pueden elegir a los jueces». El diario Libertad Digital, que obvia que el PP no ha fomentado y realizado la independencia del poder judicial bajo sus Gobiernos, indica que este ministro del PSOE «acaba de un plumazo con la división de poderes —en realidad su separación—» (no se puede acabar con algo que no existe) al afirmar que «ni los jueces pueden elegir a los jueces, ni los políticos pueden elegir a los políticos» (falso, por otro parte, pues son los políticos en el parlamento los que eligen al presidente del gobierno, el órgano rector del poder ejecutivo). Tales declaraciones (donde no se sabe dónde empieza la ignorancia y dónde acaba el cinismo) se basan en el sofisma de que «a todos nos eligen los ciudadanos porque son poderes del Estado. Todos derivan del voto libre de los 47 millones de ciudadanos» (confunde en su subconsciente totalitario a los habitantes del país con los votantes —sustentadores manipulados de su poder—, que, evidentemente, no pueden serlo todos potencialmente) y tienen «el objetivo de que el Poder Judicial tenga base democrática», insistiendo en que es el Parlamento, es decir, los «representantes legítimos de los ciudadanos», los que «tienen que elegir a los tres poderes». Nada cuentan, para este ignaro partidócrata la independencia de los poderes y el control mutuo que deberían ejercer entre ellos (difícilmente serán independientes unos jueces que son elegidos por políticos que son elegidos por los jefes de los partidos a los que los votantes se limitan a ratificar votando listas), como garantía de la democracia y de la seguridad de los ciudadanos, que tampoco cuentan, por ende, con «representantes legítimos», pues lo único que hacen es votar a partidos que les presentan listas sobre las que no tienen ninguna posibilidad de control, sin poder elegir tampoco en elecciones separadas al poder legislativo y al ejecutivo. Este apelación a la «base democrática» no es más que una llamada al orden de la «democracia» franquista, en la no había separación de poderes en origen, sino de funciones, como en el Estado de partidos actual que es heredero.
Ángel González Sánchez responde a algunas objeciones expresadas por Pedro Insua a la teoría de la democracia de Antonio García-Trevijano, buscando aclarar en especial el concepto de representación política. Ante la vaga variedad taxonómica que maneja aquél, el autor señala que «la enorme carga valorativa de la palabra democracia en el lenguaje natural ha de ser purgada cuando aludimos a ella de manera técnica». Recuerda que el concepto de esta forma de gobierno en García-Trevijano procede, en parte, de Alexander Hamilton, quien para evitar los excesos y desvaríos de la democracia directa de la Antigüedad «proponía como solución una “democracia representativa” en que una clase política de “personas escogidas”, temperaría las pasiones populares, al funcionar —esto ya en terminología de Trevijano, que la toma de Leibniz— a modo de principio de intermediación entre la sociedad civil y el Estado». A tal idea de la democracia vienen necesariamente asociadas la de la separación de poderes en origen y el control del representante por parte de los representados. Yerra, en fin, el Sr. Insua cuando afirma que el pacto de PSOE y Podemos es una prueba de la existencia de una democracia en España según Ángel González por dos razones: «Primero, porque no es función del poder ejecutivo la de ser representativo (más que ceremonialmente, del Estado), dado que la relación de mando entre este poder y el ciudadano, como Trevijano distingue, se da de arriba hacia abajo (el mandante es dicho poder estatal), mientras que en el legislativo de una democracia la relación de mando parte, en sentido inverso, del representado hacia el representante (el mandante es el ciudadano en su función de control al diputado del poder de la nación). Y segundo, este argumento de Insua prueba precisamente la tesis contraria, la de que en nuestro país no existe tampoco la separación de poderes, ni por consiguiente la democracia. Sólo puede llegar a haber pacto para formar un gobierno allí donde no existen elecciones separadas a la Presidencia del Ejecutivo, donde este poder se encuentra por tanto unido al legislativo ya en origen. Los españoles, efectivamente, seleccionan diputados elegidos por sus jefes y no pueden ejercer ningún control sobre ellos. Si no existe ningún freno formal al poder, que proteja del mismo a la libertad política, ¿qué democracia puede entonces haber? No alguna, ni poca, ni defectuosa, sino ninguna».
Paco Núñez recuerda que el PP, que tiene ahora el Gobierno regional en Andalucía, se jacta de la presunta falta de corrupción de su gestión, contra lo hecho antes por el PSOE, pero «este estado de confrontación permanente, típico de la partidocracia para moldear ultras en lugar de votantes reflexivos, se ha parado en seco hoy en el Palacio de San Telmo. De repente, Elías Bendodo ha rechazado la posibilidad de meterse con su rival político, Juan Espadas, que, recordemos, no está en el Parlamento de Andalucía actualmente. El motivo es vox populi: la lamentable declaración de su mujer, Carmen Ibanco, actual trabajadora del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) y extrabajadora de la extinta Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (FAFFE). Ibanco compareció el pasado viernes en la comisión de investigación sobre dicha fundación. Ibanco fue presuntamente enchufada en FAFFE mediante un contrato exprés y Bendodo no ha querido hacer leña del árbol caído. ¿Por qué?». Núñez ve dos posibles respuestas: «No sabemos si le ha llegado al corazón el 50 aniversario de la canción Imagine, de John Lennon, o si se trata de algún tipo de estrategia del PP (Moreno Bonilla también declinó hacer sangre diciendo que no quería caer en “la política carroñera”) para que los árboles no dejen a la ciudadanía ver el bosque siniestro de la partidocracia». Para el periodista, en fin, la razón estriba en un maniobra de maquiavelismo electoral que demuestra la misma indignidad y corrupción partidocrática de sus promotores: «En un abrir y cerrar de ojos, Elías Bendodo se convirtió en un buen samaritano dispuesto a perdonar y olvidar. Señor Espadas, puede usted pasar de curso sin recuperación. No hace falta que su mujer dimita para favorecer su carrera por la A mayúscula. También permitiremos todos que usted siga como secretario general del PSOE, no le obligaremos a largarse. Miramos para otro lado y Santas Pascuas, porque es usted el enemigo más débil. “Ahora Andalucía es más sanchista que socialista”, Bendodo dixit. Eso sí, esos ecuánimes y dialogantes señores con corbata y camisa azul que ahora le pasan la mano por el lomo, están afilando sus espadas para destrozarle el día de las elecciones. No quieren a otro. Le quieren a él».
Alberto Iturralde y Emilio Triviño señalan la nula responsabilidad que asumen los políticos por su mala gestión, que llegan incluso a ser recompensados por su incompetencia gracias al sistema de las llamadas «puertas giratorias». Así, el Gobierno de turno habla de reducir por decreto los beneficios de las compañías eléctricas, mientras no se toca el proceso de fijación del precio de la luz, y ni siquiera tales decretos tendrán un desarrollo efectivo cuando cesen de sonar los atabales mediáticos. Es la inexistencia de separación de poderes en origen lo que permite esta alianza del poder político oligárquico y la oligarquía económica.
Transición a la democracia
Las listas de partido imposibilitan la libertad política. En la UE no hay libertad política.
Hay que hacer una transición pacífica a la democracia política.
Antonio García-Trevijano Forte, 3 de Junio del 2014.
Fuente RLC: https://www.ivoox.com/rlc-03-06-2014-monografico-sobre-monarquia-audios-mp3_rf_3183390_1.html
Música: BWV565 J.S.Bach
En Alemania tampoco hay Parlamento
Hoy en el capítulo nº 19 del programa «Coloquio y análisis político» Juanjo Charro y Fernando de la Heras, a partir de dos noticias, explican por qué en países con una partidocracia carecen de representación política, separación de poderes e independencia judicial. Se destacan a Alemania y España en contraste con Estados Unidos. Finalmente se analizan las contradictorias declaraciones de Juan Carlos I en una entrevista.
Las noticias comentadas son las siguientes:
– Un Bundestag mastodóntico: ya tiene 735 diputados y no deja de crecer | Internacional | EL PAÍS: https://elpais.com/internacional/2021-10-01/un-bundestag-mastodontico-ya-tiene-735-diputados-y-no-deja-de-crecer.html
– El Consejo de Europa advierte a España de las “puertas giratorias” de la Fiscalía con la política | Nacional | EL MUNDO: https://www.elmundo.es/espana/2021/10/01/61561f9cfdddff0a0b8b45aa.html
– Juan Carlos I confirma la ruptura con el Rey pero asegura que su hijo le llamó por su cumpleaños| Nacional | EL MUNDO: https://www.elmundo.es/espana/2021/09/30/6155d9e621efa075208b4578.html





