He tenido una tentación y he sucumbido a ella. Me he leído el programa electoral del PP. Y de su lectura, saco las conclusiones siguientes ; como declaración de principios manifiestan necesaria la austeridad. Acción esta ausente en los gobiernos populares actuales en la España Autonómica y por lo tanto, no creíble como principio y no factible como realidad a llevar a cabo en partidos donde el despilfarro es su signo de identidad.   Dentro de las declaraciones programáticas generalistas, anuncian gobernar con honradez, responsabilidad y buen criterio. Esto, parece evidente que no debe formar parte de un programa electoral. Se debe dar por sentado, que las virtudes expuestas, son inherentes a cualquier acción de gobierno. Lo coherente, hubiese sido, implantar un sistema que impida que los desvergonzados, los irresponsables y los que no tienen buen criterio, puedan estar aupados en cargos de representación publica y se les puede exigir, responsabilidades de su gestión.   El programa sigue deleitándose en la ambigüedad, hablando del reformismo de las instituciones, de la reforma de la administración bajo principios de austeridad, transparencia y eficacia , sin mencionar ni el tipo de reformas, ni las instituciones afectadas por las mismas. El termino eficacia y su utilización por cualquier partido que este subvencionado, es un sarcasmo en estado puro, y un claro insulto al intelecto mas elemental.   El programa se va adentrando en la indefinición mas absoluta con el empleo de vocablos y términos, tales como; “presentaremos”,”atajaremos”, sin decir ni el como, ni el cuando. Dejando en el total desamparo, a los potenciales devotos que tengan la intención de sumarse al cambio.   Sobre el mercado del trabajo, aquí se tiene el atrevimiento de ofrecer; trabajo justo, seguro y flexible. Populares señores ¿Nos pueden explicar, que es un trabajo justo?,¿como se puede combinar un trabajo seguro con un trabajo flexible?. Que sepamos, la convivencia de la seguridad y la flexibilidad se da en la ingeniería mecánica. A no ser, que hayan encontrado una nueva ingeniería laboral, que compatibilice ambos factores y sean capaces antes del 20 N, de dar una explicación para poder ser comprendida y pueda ser aplicable en el mundo laboral actual.   Sobre el tema energético, las propuestas son patéticas. “Definiremos una estrategia energética nacional”, sin definir cual y sobre que tipo de energía esta basada. En el tema nuclear, solamente obviedades, llegando a manifestar algo tan evidente como retórico. Se refieren, a los permisos de emplazamiento nuclear, manifestando que serán conformes a los criterios del CSN (Consejo de Seguridad Nuclear). Continuando con un despropósito bastante grave, al supeditar la prolongación de operación de las centrales nucleares al menor coste de la energía, sin supeditarlo al factor de seguridad que debe de primar en toda actividad industrial de este tipo.   En el apartado de estrategia industrial, perogrulladas de talla única; “políticas sólidas, conectadas con otros sectores y respaldadas por una acción publica coherente”. “Una industria dinámica basada en la educación, formación, marco laboral etc.” ¿Puede alguien entender y comprender estas propuestas como viables y realizables desde un punto de vista operativo e inmediato, para paliar las graves dificultades de las pequeñas y medianas empresas en vías de extinción?   Otro de los pilares para poder salir de esta crisis, es sin duda la Universidad para dotarla de planes de estudio conectados con la realidad social y tecnológica del año 2011. Sobre este punto, las medidas populares son de una exquisita novedad; “Lograr un sistema educativo de calidad que permita a los españoles aprovechar las oportunidades de la economía del conocimiento”. “Potenciando la movilidad, la internalización y la evaluación de resultados”.A la vista de estas “brillantes” propuestas, la universidad española seguirá siendo el vivero del paro académico más importante de Europa.   Sobre el estado del bienestar, sus propuestas son de este perfil;” se adoptaran todas aquellas medidas que garanticen el acceso universal a unas prestaciones de calidad”. Con meridiana seguridad, con estas inconcretas y utópicas propuestas, se pasara del estado del bienestar al del malestar.   Y ya, para no cansar a los sufridos lectores, la traca final, referida a las Autonomías. El programa popular dice; “Es innegable la absoluta vigencia y validez del estado de las Autonomías como eje vertebrador del progreso”. Es decir, que el mundo de intereses económicos y políticos que se han desarrollado y enquistado en las autonomías, por corrupción, clientelismo electoral, caciquismo local y burocrático que ha deconstituido al Estado, y que la exigencia prioritaria de la UE para atajar la crisis española, es la total reforma del vigente estado autonómico español, sin embargo, para el programa popular, es una exaltación del progreso en España. Insólito.   Es evidente, que se necesita una obra de emergencia contra toda esta casta parasitaria, para ceder el paso, cuanto antes, a un estado moderno, democrático, y sostenido por la libertad política de los ciudadanos. Y el único medio para esta obra de emergencia, es la presencia de la razón, la cual nos indicara un solo camino para salir de este estado de indefensión permanente. La abstención.

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