La dignitat de Catalunya El Parlamento de Cataluña, recogiendo el sentimiento y la voluntad de la ciudadanía de Cataluña, ha definido de forma ampliamente mayoritaria a Cataluña como nación. Qué diferencia existe si sustituimos la palabra nación por Estado-nación y la palabra Cataluña de la última frase por “catalanes”.   El parlamento de Cataluña define a un territorio administrativo y político que forma parte del Estado español, como una nación. La dignidad de Cataluña, está en juego si el TC decide que el parlamento no puede definir a una Comunidad Autónoma como a una nación. Para la prensa catalanista es lo mismo que decir que la estructura político administrativa de Cataluña, no posee dignidad si no se define como nación. Es una concepción de la dignidad puramente nacionalista. El nacionalismo demanda que cada nacionalidad esté organizada en un Estado soberano. Kropotkin lo describe como “envidia de Estado”, Geller escribe: El nacionalismo es en primer lugar un principio político que sostiene que la unidad política y la unidad nacional deben ser congruentes. El sentimiento nacionalista es la rabia provocada por la violación de tal principio, o el sentimiento de satisfacción provocado por su realización.   Así, lo importante es que lo nacional (religión, lengua, cultura, tradición), se materialice en la política de un Estado soberano, aunque en el pragmatismo catalanista la fórmula se invierta sutilmente, y sea lo político lo que cree lo nacional. El principio físico de la acción-reacción es también así, un principio del nacionalismo. La supresión de una cultura y la supremacía de la otra utilizando el Estado para ello, su dinámica. El capitalismo ha logrado supeditar alguno de los pilares nacionalistas, como la lengua, a la ley del mercado. Para Aristóteles, el lenguaje sólo es una estructura formal para permitir la comunicación. La comunicación sólo puede ser principio político del Estado si acepta el uso de cualquier lengua y promueve el uso estatal de la más universal por razones de eficiencia, sin supresión de la comunicación hacia él en cualquier otra por parte del ciudadano. La libertad exige que la voluntad de no aprender pertenezca al ciudadano y que el Estado la reconozca, así como la libertad civil de comunicarse en cualquier lengua. La desobediencia civil es el principio político de la libertad cuando el Estado no cumple con estos requisitos. Cuando sólo existe un poder político oligárquico nacionalista que apela a la voluntad general y a la soberanía sin sujeción a una Constitución democrática, sólo existe tiranía.     "A pure theory of democracy"     Publicada la traducción inglesa de "Frente a la gran mentira"

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