La última conferencia de Antonio García-Trevijano. Se encuentra junto a Carlos Villaescusa, en su discurso a los musulmanes sobre la libertad, en el Congreso de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (Alcalá de Henares).
La última conferencia de Antonio García-Trevijano. Se encuentra junto a Carlos Villaescusa, en su discurso a los musulmanes sobre la libertad, en el Congreso de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (Alcalá de Henares).

Quien busque la libertad, que busque primero la de su prójimo: tal fue el pensamiento que guió a don Antonio García-Trevijano, el insigne maestro de la política, la lealtad y la libertad, cuyo legado sigue vivo a cinco años de su fallecimiento.

Don Antonio fue un hombre de gran visión y profundo conocimiento de la política. Su obra Teoría pura de la república constitucional es una de las contribuciones más importantes a la ciencia de la política y su trabajo sigue siendo relevante hoy en día. Compiló y sistematizó sus reglas de la democracia, trató sus cuestiones de forma exhaustiva y las expuso con maestría.

Don Antonio fue un hombre de profunda fe en la libertad política. Era un idealista de la moral con una profunda comprensión de los principios de la democracia como representación del elector y separación de poderes. Él fue el primero en reunir estos principios en un cuerpo de obras, tratando las cuestiones de manera exhaustiva y exponiéndolas de forma inmejorable.

Y no sólo eso, sino que don Antonio también fue una figura destacada en la historia de la política española. Es el estandarte de la Alpujarra Granadina de Andalucía en España, un heredero de los clásicos y un maestro del tercio laocrático reunido en el Movimiento de Ciudadanos hacia la República Constitucional. Su doctrina es la más leal y consustancial a dicha república, tratando los principios y fundamentos de la búsqueda de la libertad que encarna la democracia.

Don Antonio fue un hombre de gran lealtad a sus ideas y fidelidad a sus amigos. Él siempre promovió el respeto de los principios de la libertad política. Recordaba siempre a aquellos que buscan su libertad que la mejor recompensa es la libertad colectiva, y que el dirigir un solo hombre hacia la libertad colectiva es mejor que la mejor de las libertades individuales.

Su obra, su trabajo y su lealtad perdurarán en la memoria de los hombres a través de los siglos. Don Antonio García-Trevijano fue uno de los grandes maestros de la política y la libertad y su legado es una fuente de inspiración para todos aquellos que luchan por la libertad y la democracia. Desde su partida, el mundo se encamina hacia la búsqueda de la libertad colectiva y el respeto de los principios que don Antonio García-Trevijano siempre nos recordaba: la lealtad a los buenos principios y la fidelidad para con los hombres. Es en esta perspectiva donde la Teoría pura de la democracia critica la fantasía del idealismo platónico como enemigo de toda moral política, alentando los valores universales de la lealtad a la palabra dada, el compromiso en los intercambios y contratos, el respeto a la propiedad y la libertad colectiva. La república constitucional representa la base y la fuente de toda la moralidad, y el principio ético de la lealtad a la especie, como fundamento de la naturaleza y la vida, es la base para alcanzar la verdadera justicia, que no es otra que la legal.

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