Analizar el Estado implica asumir la formulación conceptual de una forma histórica concreta de lo político. Empero, la historia del concepto no es la historia de la institución. Primero es la institución, luego el concepto que, sin ambigüedades, la denomina.

La premisa del artículo es formular, simplificando, qué es el Estado. Por una parte, la institución. Por otra, el concepto. Si bien, la perspectiva del análisis conceptual presume y constituye la sistematización conjunta de término y concepto con la institución.

  1. ¿QUÉ ES EL ESTADO?

El Estado es una forma histórica concreta de lo político. Es la dominante en Europa desde los siglos XVI y XVII, y supone unidad política en y por la decisión soberana de neutralidad[i]. Resultado «de un proceso agregativo», heterogéneo y no direccional, adquirió «una unidad de sentido» y constituye una «estructura que en su totalidad es cualitativamente nueva, aunque no lo sea exactamente en todos y cada uno de sus componentes»[ii].

Fue en el siglo XIX cuando se configuró el término Estado como una «omnímoda idea ordinal», un «concepto genérico» aplicable a toda forma política de cualquier tiempo[iii], a las concretas polis griega, civitas romana, imperium mundi, res publica, ecclesia o regni, a toda forma política de todo tiempo y lugar[iv]. El uso retrospectivo y generalizador es anacrónico, equívoco.

Escrutar la evolución de las formas políticas es ahondar en su carácter histórico y contextual. Aun cuando interese una forma determinada, o una forma de la forma como lo es el Estado de partidos, es necesario entender el origen de la forma y su carácter político particular que forman el concepto.

Esta primera serie de artículos expone brevemente la formación histórica del Estado como forma teológico-política, secularizada, neutral y soberana. Cómo se agrega el carácter de soberano jurídico. Y cómo deviene total y partitocrático, analizado con más detenimiento en la siguiente parte.


El presente artículo es el primero de un comentario de texto más amplio elaborado en conjunto y que explica esquemáticamente la formación histórica del Estado como institución, la evolución de sus formas y la visión española del Estado de partidos. Se trata de un estudio de introducción de la historiografía institucional-conceptual del Estado como forma histórica contextual de lo político. Además, se esboza cómo se contrapone la visión del Estado de partidos de Antonio García-Trevijano (1927-2018) con la de Manuel García-Pelayo (1909-1991), uno de los referentes de la doctrina española de derecho constitucional del siglo XX y primer presidente del Tribunal Constitucional español.

[i] Carl Schmitt, «El Estado como concepto vinculado a una época histórica», Veintiuno: Revista de pensamiento y cultura, 1998, Núm. 39, pp. 67-82, trad. española de Francisco A. Caballero (original: „Staat als ein konkreter, an eine geschichtliche Epoche gebundener Begriff“ (1941), incluido en Verfassungsrechtliche Aufsätze: Materialen zu einer Verfassungslehre, Berlin, Duncker & Humblot, 4 Auf. 2003, pp. 375-385).

[ii] Manuel García-Pelayo, «Hacia el surgimiento histórico del Estado moderno», pp. 109-110, inédito de 1977, publicado en Idea de la política y otros escritos, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales (CEC), 1983, pp. 107-133.

[iii] Carl Schmit, «El Estado como concepto…», Opus cit., p. 70.

[iv] La obra de Manuel García-Pelayo incluye diversos estudios de las formas políticas más allá del Estado y las formas de Estado. Vid. El reino de Dios, arquetipo político, Madrid, Revista de Occidente, 1959; Las formas políticas en el Antiguo Oriente, Caracas, Monte Ávila, 1969. En otros estudios también historia las formas políticas de la Baja Edad Media, «Federico II de Suabia y el nacimiento del Estado moderno», III, 1, B, en Del mito y de la razón en el pensamiento político, Madrid, Revista de Occidente, 1968, pp. 141-223.

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