Cuando las salpicaduras de la corrupción que se cocina en los partidos estatales y aledaños mancha la reputación de algún preboste del régimen, los rábulas del poder descontrolado se rasgan las vestiduras por la vulneración de la presunción de inocencia de los que están al abrigo de la jurisdicción oligárquica. El orden moral y el orden político son tratados como orden jurídico en el que la responsabilidad moral y la política, como la jurídica, no son exigibles sin pruebas de la culpa.   Pero aceptemos esta aberración de la ideología de la impunidad: ese “no hay pruebas ni las habrá” que podría haber suscrito Al Capone. Seamos jueces. Juzguemos con criterios forenses los casos de tráfico de influencias (Gürtel) o enriquecimientos de las familias del poder (los Chaves).   El orden jurídico heredado del derecho romano se basa en cuatro fuentes de responsabilidad. El delito, el cuasi-.delito, el contrato y el cuasi-contrato. Las obligaciones derivadas del cuasi-delito (delito civil) son exigibles siempre que la culpa o negligencia, causantes del daño, puedan ser probadas por alguno de los medios admitidos en el Código. Entre ellos está la prueba por presunciones. Basta demostrar que entre el hecho acreditado y el que se trata de deducir existe un enlace preciso y directo según las reglas del criterio humano.   Entre los hechos completamente acreditados, el trato de favor de Camps y el “empujón” de Chaves a los suyos, así como las ganancias de los pescadores en el barril autonómico del Partido Popular y la eficaz intermediación de los parientes del cacique andaluz, existe una relación precisa y directa según las reglas de la lógica y del sentido común. No son presuntamente culpables: son probadamente culpables.   Si ya en un pleito civil, estos “hombres de Estado” serían condenados, con más razón en un pleito político, donde la culpa sancionable no debería ser la “lata” sino la leve y la levísima. Pero, por supuesto, estamos imaginando un sistema donde no se garantice la irresponsabilidad del poder, sino su control y depuración.

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