El juez Carlos Dívar consiguió que el entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba condecorara con la Cruz Roja al Mérito Policial al agente de la escala básica J. E. Ll., jefe de los escoltas y hombre de su confianza que ha aparecido como el principal acompañante de sus viajes y uno de sus comensales más asiduos en las cenas de Marbella y Puerto Banús. La concesión de esta alta condecoración apareció publicada en la Orden general de la Policía de 2 de octubre de 2010.

 

Esta medalla está pensionada con carácter vitalicio con el 10% del sueldo que percibe de por vida el condecorado, además de que su posesión implica la suma de una serie de puntos dentro del baremo policial para conseguir ascensos y destinos. Generalmente se suele conceder a funcionarios de Policía que han intervenido en operaciones con riesgo de perder su vida o que su conducta prestigie a la Corporación.

 

Con anterioridad a la concesión de esta distinción, el actual presidente del CGPJ otorgó a este agente la Cruz de San Raimundo de Peñafort, la Raimunda, como se la denomina dentro del ámbito jurídico, pues está destinada sólo a juristas. Esta medalla conlleva el hecho de que la persona a la que se le concede se convierte de facto en un usía, es decir, desde ese momento queda investido con el tratamiento de ilustrísimo señor. Fuentes del Tribunal Supremo no han dudado en afirmar a La Gaceta que desconocen por completo “los méritos del agente J. E. Ll., pues hasta ahora no los ha demostrado”.

 

Según fuentes consultadas por La Gaceta, este agente, de 54 años de edad, casado y padre de dos hijas que se preparan para ser magistradas, “cayó de pie cuando se convirtió en uno de los escoltas de Carlos Dívar”. “Llegó al Supremo como escolta del fiscal Tino Ortiz y luego, por vivir cerca de la casa del presidente, se convirtió en su escolta preferido, llegando a ser, en poco tiempo, el jefe de sus propios compañeros. No hay sitio o viaje que haga el presidente, fuera o dentro de España, en el que no lo acompañe J. E. Ll. Es su sombra. Es como una segunda piel de Dívar”, aseguran las mismas fuentes. “En ocasiones –explican– y con motivo de los viajes de Dívar a otros países, aparecieron en la Prensa extranjera varias crónicas informando sobre el evento, en las que figura el nombre de J. E. Ll., identificado como miembro del Poder Judicial español. En ningún momento se han desmentido estas informaciones por parte del Tribunal Supremo, dejando bien claro que el agente J. E. Ll. es eso, un escolta, no una autoridad judicial.

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