El domingo 25 de mayo, en la sala polivalente de la Biblioteca Pública Municipal María Lejárraga de Madrid, tuvo lugar un coloquio sobre Antonio García-Trevijano y la Transición española. El pasado está en el presente; y el futuro —ese lugar donde vamos a pasar el resto de nuestras vidas— se construye en el momento actual. Pero solo conociendo el pasado podemos entender el presente y tomar mejores decisiones en el futuro. A lo largo de la historia —escenario donde se despliega la existencia humana— las decenas de miles de generaciones que se han ido sucediendo han dejado a sus hijos un porvenir mejor del que experimentaron de primera mano, viendo una mejora en las condiciones de vida de sus descendientes, sin embargo, este pacto ínsito a la naturaleza humana se ha visto truncado en las recientes décadas, siendo las generaciones actuales las primeras en la historia que dejan a sus hijos una situación peor que la que les dejaron sus progenitores.

Por supuesto que el academicismo español no ha sido capaz de encontrar las causas que han llevado a la «crisis» [sic] del supuesto Estado del bienestar. Los aburridos y desapercibidos datos, como por ejemplo los del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, nos indican que España ha pasado de ser la octava o novena potencia del mundo en 1978 a ser la decimoquinta economía mundial. Ha aumentado la producción, pero ha disminuido la productividad. La evolución de los precios es mayor que la evolución de los salarios, con la consecuente pérdida de poder adquisitivo que ello acarrea. La factura de la luz cada vez es más alta, las viviendas son un producto de lujo, el desempleo juvenil alcanza unos niveles preocupantes —al menos deberían serlo—, llegando al doble de la media mundial. A todo esto debemos sumar los últimos informes en materia educativa, como por ejemplo los Informes PISA, siendo también la primera vez en la historia que los niveles de educación son inferiores que los de la generación anterior.

Pero de nada sirve indignarse con estas coyunturas sociales y con las consecuencias de estos problemas si no conocemos las causas ni su origen. Solo remontando el río de las consecuencias, hasta llegar a las causas, podremos plantear soluciones a estos rampantes problemas y acabar con la raíz de estos males: el régimen del 78. Eso es lo que hizo Antonio García-Trevijano, su alternativa democrática está planteada, solo falta que sea aplicada.

Por estos y otros motivos, el MCRC organizó un coloquio para conversar acerca de nuestra historia reciente, de la cual la sociedad sabe lo que le interesa a los mismos que promueven leyes de amnesia histórica y programas de telebasura en la televisión pública, los mismos que prohibieron a Antonio García-Trevijano y dan cobertura 24/7 a terroristas y a independentistas, los mismos que desentierran a un cadáver y renombran un aeropuerto con el nombre del ministro y secretario general del Movimiento. Por eso tenemos que, en misión pedagógica, devolver a la ciudadanía el debate público sobre nuestro pasado; recordar la figura de don Antonio, sin olvidar el hecho de que si en España no hay democracia es porque todas las fuerzas políticas de la Transición se unieron contra él y contra la libertad, entrando en el Estado y repartiéndoselo en relación de proporcionalidad con listas de partido predeterminadas por el jefe de partido.

Baldomero Castilla introdujo la sesión seguido de Juanjo Charro. A estos dos oradores se les unieron Pedro Manuel González y Alan Simón, sumándose los distintos asistentes con los que interactuaron e intercambiarion interesantes disertaciones.

Agradecemos la asistencia del público y sus interesantes aportaciones y sugestiones a lo expuesto durante la charla, en particular a los universitarios de la Universidad CEU San Pablo. También agradecemos las valiosas propuestas que a buen seguro inspirarán futuras acciones.

La guinda del pastel la puso Alberto Gálvez, aquel dramaturgo fuera de serie que apareció como un espontáneo en el coloquio del año pasado y ofreció al MCRC su magna obra de teatro Patología de la Transición, anunciando las próximas representaciones los días 18 de julio y 26 de septiembre, en Madrid. Obra con la cual el amable lector podrá contribuir a través del mecenazgo.

Finalmente, se anunció la presencia del MCRC en una mesa informativa en la Feria del Libro los días 1 y 8 de junio, en el Parque de El Retiro. Estaremos encantados de contar con vuestra presencia.

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