NUESTROS FUNDAMENTOS (2016-06-13) REVOLUCIÓN FRANCESA. LA FALSEDAD DEL MITO DE LA BASTILLA. 1ª Parte.

Los electores de París constituidos en Comuna municipal piden a Flesselles que dé su autorización para retirar los fusiles almacenados en Los Inválidos. Querían armas con las que defenderse del inminente ataque de Luis XVI. Organizan una marcha de 40.000 voluntarios, que retiran 32.000 fusiles.

A las 10:30 del día 14, una delegación del Ayuntamiento pide al gobernador de la Bastilla Launay que les entregue los cañones que había colocado en las troneras apuntando hacia el barrio de Saint Antoine y la pólvora de la que la Bastilla estaba provista. Los miembros de esta delegación son invitados a desayunar por el gobernador.

A la misma hora, la marcha de voluntarios que viene de Los Inválidos fue desviada de su curso al pasar por el Palais Royal por la muchedumbre que allí se agolpaba agitada por los agentes del Duque de Orleans y es dirigida a la Bastilla.

El gobernador de la Bastilla retira los cañones a las 11:30h.

Thuriot pide a Launay la integración de una guardia municipal en la guarnición de la Bastilla. Este le dice que ordenará disparar si es atacada. A las 13:30 se produce una refriega entre la turba agitada por los agentes del Duque de Orleans y los que esperaban la negociación de Thuriot. Desde la torre los soldados suizos disparan. Con el grito de traición comienzan los primeros intentos de tomar la Bastilla.

A las 15:30 se organiza el asalto a la Bastilla. A las 16:00h un disparo de cañón derriba la puerta central. Una desordenada multitud de artesanos, soldados y pequeños burgueses entra en el patio interior. La guardia suiza dispara. 84 muertos y otros tantos heridos.

Llega una columna de 300 soldados de la guardia francesa al mando del teniente Elie. La Bastilla capitula. El gobernador Launay es conducido al Ayuntamiento. A las 18h al pasar por Gréve, la muchedumbre rompe la escolta y Launay es degollado. Flesselles corre la misma suerte. Sus cabezas son ensartadas en picas y llevadas como triunfos al Palais Royal.

La conclusión de D. Antonio es que en la jornada del 14 es fácil distinguir una acción principal y premeditada, la de los electores burgueses; una acción incidental e improvisada, la de los artesanos y soldados, y un crimen pasional, el de la masa desesperada y vengadora (Teoría Pura de la República pág. 49.)

La semana que viene veremos por qué estos crímenes fueron consagrados por la clase política francesa y desmontaremos el mito de la Toma de la Bastilla.

Presentado por Adrián Perales Pina

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