Navío en que el capitán es el viento,
Rebaño por los lobos resguardado,
Los pastores execran su cayado,
Y el sextante avizora el hundimiento.

El cobarde encabeza el regimiento,
Y el docto por el necio es castigado.
La traición, academia del soldado,
Y el liceo, purgatorio del talento.

Confiado agarra el sordo la batuta,
Despliega partituras de preludio.
¡Y atención! Es el manco el que ejecuta.

Y sometido un pleito a largo estudio,
Darásele al verdugo la cicuta,
Y a la vil verdad, carta de repudio.

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