Crisis de los refugiados en Alemania

Desde Alemania puedo decirles que la política de acogida de refugiados de Frau Merkel está creando un gran malestar en la sociedad alemana: es una bomba de relojería que no tardará en estallar. Al principio, gran parte de la sociedad alemana estaba dispuesta a recibir a los refugiados y emigrantes, pero la decisión en solitario de Merkel de abrir las fronteras – invitando a toda África a venir a Alemania – ha ocasionado una tremenda crisis
económica, de logística y social. Y esto es solo el principio. La mayoría de medios de comunicación apoyan las decisiones de Merkel y tachan de islamofobia y xenofobia a todo aquel que se atreva a criticar la masiva acogida de refugiados, que se insinúe que sean en su mayoría musulmanes y posibles terroristas. Este es el caso del grupo activista PEGIDA, que ha salido a las calles para protestar contra la islamización de Europa y no contra los extranjeros, pero los medios los califican de neonazis. No dudo que también haya neonazis infiltrados, pero la mayoría de los manifestantes han salido a las calles para defender su cultura e identidad.

Se calcula que para finales de 2015 Alemania habrá acogido a 1,500,000 de refugiados, en su mayoría hombres musulmanes, de los cuales una mínima parte tiene alguna preparación profesional. Tampoco se controla quiénes entran al país, de forma que ya se han filtrado posibles terroristas y criminales. Los medios tampoco informan de los actos criminales que han tenido lugar, tanto en asilos de refugiados como en varias poblaciones, en donde mujeres y niñas han sido violadas, insultadas y golpeadas; en donde no se respetan las más elementales normas de conducta, haciendo destrozos, robando alimentos de los supermercados e imponiendo a las autoridades cada vez más exigencias. Los medios como Der Spiegel y Bild Zeitung apoyan la política de Merkel y propagan la idea de una nueva sociedad, la denominada Rainbow Nation: un nuevo concepto propagandístico. Der Spiegel publica que Alemania debe convertirse en una Rainbow Nation. Y Bild Zeitung, antes opuesto a Der Spiegel, ha dado un vuelco, alineándose con Der Spiegel y escribiendo cosas como “Welcome Refugees“.

Ojo con lo siguiente: El mismísimo Presidente, Joachim Gauck, ha declarado que quiere redefinir la nación alemana: hecho que va a ser una ventaja si se desintegra a la nación alemana de su homogeneidad, en donde la mayor parte de sus habitantes hablan alemán como lengua materna y son en su mayoría cristianos y de piel blanca. Es decir, Gauck considera negativo que la mayoría de la población en Alemania sea cristiana y de piel blanca, por lo que quiere convertir a la sociedad en una Rainbow Nation. Este concepto procede de Sudáfrica, de un círculo cultural totalmente diferente al alemán. Todas estas medidas se están efectuando a pesar del rechazo de gran parte de la sociedad alemana. El ochenta por ciento de los refugiados y emigrantes que llegan a Munich son hombres jóvenes y musulmanes, por lo que se está programando un cambio étnico, a más tardar, en la siguiente generación. Los refugiados y migrantes no regresan a sus países de origen tras las guerras. En los 90, Alemania tenía 5 millones de extranjeros; ahora son 16 millones. Los medios no informan sobre los actos criminales de refugiados; tampoco de las manifestaciones en contra de la política de Merkel. En un medio británico se criticó la política de refugiados alemana, tachándola de política hippie, que solo se rige por los sentimientos y emociones y no por el sentido común y las leyes (Véase Germany a “hippie state being led by its emotions”- Professor Anthony Glees).

La política alemana está llevando a cabo el genocidio del pueblo alemán, por lo que los alemanes tienen el derecho constitucional y el deber de levantarse contra sus gobernantes.

Un afectuoso saludo, Jimena Caso del Gállego, desde Berlín. 

 

Respuesta

Estimada Jimena:

Su criterio sobre la política inmigratoria de la señora Merkel no es diferente del que manifiestan tanto Armando en Múnich, como Jesús en Dusseldorf. Desde lejos en el espacio y en el tiempo, es más fácil comprender que el “buenismo” de la señora Merkel, frente a las razas no arias, revela su creencia de que el pueblo alemán continúa padeciendo el complejo de culpabilidad de su pasado nazi o comunista, que ella trata de sublimar con una hipócrita generosidad de su gobierno hacia los inmigrantes y refugiados. Sucedió lo mismo en 1949 cuando el mediocre filósofo Sternberger tuvo que crear la expresión “patriotismo constitucional” muy difundida luego por Habermas, como eufemismo para evitar la vergüenza de apelar al patriotismo alemán.

Por otra parte, siempre hemos comentado con mucho respeto las opiniones de los grupos que en Alemania expresan el pensamiento que usted ha dejado aquí bien claro.

Y en buena prueba de la atención que merece su comentario lo hemos publicado junto con mi contestación.

Saludos cordiales.

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