Así como al lector amigable, continuamos recordándole a *Albert Einstein algunos «psico-ideológicos» textos escritos por la Psique de *Karl Marx en “Sobre «La cuestión judía»” (1844): “Lo que la religión judía encerraba en abstracto -el desprecio de la teoría, del arte, de la historia, del hombre como fin de sí mismo-, es el punto de vista «real», «consciente», la virtud del hombre de dinero. La misma relación de la especie –la relación entre hombre y mujer, etc.- ¡se convierte en objeto de tráfico! La mujer se convierte en objeto de tráfico lucrativo. La «quimérica» nacionalidad del judío es la nacionalidad del mercader y, en general, del hombre de dinero.

[Continúa *Marx:La ley  [Torahsin pies ni cabeza del judío no es más que la caricatura religiosa de la moralidad y del derecho en general, que no tienen ni pies ni cabeza; la ley es la caricatura de los ritos meramente «formales» con que se rodea el mundo del egoísmo. También aquí, la relación suprema del hombre es la relación «legal», la relación con leyes que no lo afectan por ser las leyes de su propia voluntad y ser; o bien porque «dominan» y porque su «venganza» recae sobre quien reniega de ellas.” (1)

Como habrá comprobado el lector por lo transcrito en este artículo y en el anterior, las palabras de *Marx (hijo de judío, nacido de judía) destilan un despreciativo menosprecio sin paliativos hacia el pueblo judío (dicho sea de paso: el vocablo «pueblo» alude a una inmaterial «psico-abstracción» inexistente). Pueblo que, a su vez, resulta artificial y abstractamente singularizado y comprimido por *Marx mediante la expresión alegórica «el judío». Sus palabras traslucen una especie de furibundo furor, febrilmente reduccionista, que descarga sobre «el judío» las dos grandes «psico-obsesiones» del economicismo materialista obseso de *Karl Marx (aunque, por ejemplo, eso de “hombre como fin de sí mismo” (1)  sea una contaminación, sin duda, del «psico-ideologismo» metafísico de Kant -en “Fundamentación para una metafísica de las costumbres” (2), de 1785-). Digo que esas palabras traslucen la cuasi enfermiza fobia de Marx hacia la religión; en combinación con su incoherente odio al «Din€ro». Un odio al dinero (a El Capital), cuando menos sorprendente en un ferviente materialista para quien el «motor-fuerza» que arrastra tras de sí a toda la Historia de la humanidad es, precisamente, «el interés», como certeramente nos decía *Hannah Arendt en un artículo anterior (es curioso que el interés dinerario sea «dinero como fin de sí mismo», en analogía con aquel «hombre»).

Y a ese «interés» nos negamos a denominarlo «interés de clase». En primer lugar, por ser «la clase» una nueva y grosera abstracción tan inmaterial e inaplicable, de hecho, a nadie en particular (al revés que el interés, según veremos), como aquel kantiano e impersonal sintagma «hombre como fin de sí mismo». Un «concepto-idea», «la clase», por cierto, no menos abstracto e impersonal y, sin embargo, tan «psico-ideológica» e impostoramente operativo en el pensamiento oracular marxiano como los «conceptos-ideas» englobados en los siguientes sintagmas: «la tarea de la Historia es [ahora] establecer la verdad del más acá»(3); «teoría que proclama al hombre como ser supremo para el hombre»(3); «la sociedad»(3); «el proletariado»(3); «la sociedad burguesa»(3); «hombre total»(4)«luchas reales entre las diversas clases»(5), «la sociedad comunista»(5), «relaciones de producción»(5), «fuerzas productivas»(5); «el comunismo»(4)(5),; «ciencia producida por el movimiento histórico»(6); «organismo social»(7); «sujeto social»(7), «leyes naturales de la producción capitalista […que] se imponen con necesidad de bronce»(8); «dictadura del proletariado»(9), «fase superior del comunismo»»(9),… Útiles, interesados y autocomplacientes constructos tan abstractos como la citada expresión: «el judío».

Puede sentirse la tentación, como a menudo se ha venido haciendo, bien de ignorar, bien de excusar los desafueros marxianos en su “Zür «Judenfrage» [“Sobre La cuestión judía”], justificando la inmerecida disculpa aludiendo a la inmadurez del «joven Marx» que escribió, con solo 27 años, tal artículo en los «Anales franco-alemanes», junto con la Introducción a la crítica de la filosofía del Derecho de Hegel (1844); ambos artículos publicados en el único ejemplar que llegó a editarse de esa revista. Por cierto que en esa crítica «Introducción» fue donde el más influyente «psico-ideólogo» de todos los tiempos escribió la metafórica mentira, «auto-interesada» y autocomplaciente, de que la religión “es el opio del pueblo” (3). No; no debe caerse en aquella comprensible tentación. La mayoría de los abstractos «conceptos-ideas» fundamentales con que Marx construyó su «psico-ideología» cientifista (hemos citado algunos) se encontraban ya operativos en la Psique del «joven Marx», como él mismo lo confirmará después, a sus 41 años (en 1959).

Pero sobre la improcedente exoneración, solo por inmadurez, del Marx que escribió “Sobre La cuestión judía” nos extenderemos en el siguiente artículo. Como también abordaremos la absoluta incongruencia entre «el interés» como principio motor y «el comunismo» o «la sociedad comunista» como fines de sí mismos. Pues aquél se encuentra tan materialmente adherido a cualquier Psique viva individual existente, que resulta intransferible e inseparable de ella (ya sea dicha Psique la de una bacteria, la de una jirafa o la de un ser humano). El «interés» no es comunitario ni puede convertirse en comunista; el “interés del proletariado”(4) no es más que una envolvente ficción «psico-ideológica» (como “dictadura del proletariado” (9)) disponible, eso sí, para alimentar con ella la ambición de Poder del puñado de correligionarios conjurados que la hagan suya en cada ocasión.

Harto ya de tanto «interés», me interesa terminar este artículo con unas gotas de «Inter-esse». Para eso, y enlazando con el primero de los artículos de esta serie (donde Hannah Arendt nos decía que la Política nace en el «Entre-los-hombres», por tanto, completamente «fuera-de» «el Hombre» […] Sólo hay Libertad en el particular ámbito del «entre» de la Política”10a)),  traemos lo escrito por Arendt en «La condición humana» (1958): “el idioma de los romanos […] empleaba las expresiones «vivir» y «estar entre los hombres» (inter homines esse) […] como sinónimos”(10). Pues bien, en honor a esa expresión, de hondo y vivo significado, me propongo hoy poner término a este y a cada uno de los artículos restantes de esta serie con una postdata (o post scriptum) de uso frecuente, como saludo inicial, en textos epistolares entre los antiguos romanos. Saludo que dirijo al lector amigable (pues saludarse es darse salud; es saludable):

P.S.: si vales, bene est: ego valeo («si estás bien -con salud-, bueno es: yo estoy bien»).

 

(1) MARX, Karl. Sobre La cuestión judía”. En Páginas malditas. Libros de Anarres. 2010. Texto en pdf en internet cotejado con otras traducciones disponibles igualmente en internet.  [escrito en 1844].

(2) KANT, Immanuel. Fundamentación para una metafísica de las costumbres. Alianza Editorial, S.A. 2012. [ed. org. 1785].

Escribe Kant: ”yo sostengo lo siguiente: el hombre, y en general todo ser racional, existe como un fin en sí mismo.”

(3) MARX, Karl. “Introducción a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel”. Pre-Textos (S.G.E.) 2013.  [escrito en 1844].

 (4) MARX, Karl; ENGELS, Friedrich. La ideología alemana. Ediciones Akal, S.A.. 2014. [escrito en 1845].

(5) MARX, Karl. Manuscritos de economía y filosofía. Alianza Editorial, S.A.. 2010. [escritos en 1844].

(6) MARX, Karl. Miseria de la filosofía. EDAF, S.L.U. 2013. [ed. orig. 1847].

(7) MARX, Karl. Contribución a la crítica de la economía política. Siglo XXI de España Editores. 2011. [ed. orig. 1859].

(8) MARX, Karl. “Prólogo a la primera edición de El Capital” [ed. orig. 1867], en Escritos sobre materialismo histórico. Alianza Editorial, S.A.. 2012.

(9) MARX, Karl. “Crítica del Programa de Gotha” o “Glosas marginales al Programa del Partido Obrero Alemán [escrito en 1875], en Escritos sobre materialismo histórico. Alianza Editorial, S.A.. 2012.

(10)  ARENDT, Hannah. ¿Qué es la política?. Ediciones Paidós Ibérica, S.A. 2001.

(10a)  Fragmento I, titulado “¿Qué es la política?”. Escrito en Agosto de 1950.

(11) ARENDT, Hannah. La condición humana. Ediciones Paidós Ibérica, S.A. 1998. [ed. orig. 1958].

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