LUIS ÁNGEL CALVO PASCUAL

Tiempo y memoria crean la partícula copulativa “y” con la que se forman los números naturales. A partir de ellos, se construyen espacios geométricos. Las distintas maneras de construir un mismo espacio difieren en los automorfismos del espacio: sus simetrías. Las matemáticas consisten en la construcción de todos los espacios posibles y su clasificación usando juicios sintéticos a priori. (ver ref. [3]). Un objeto geométrico se llama excepcional si en la clasificación de espacios, se encuentra aislado sin formar parte de una familia más amplia. Los ejemplos más importantes para la ciencia son los grupos de Lie excepcionales: G2, F4, E6, E7, E8. Por ejemplo, en la supergravedad de 5 dimensiones, el grupo excepcional E6 son las simetrías bosónicas.

La frase “la excepción confirma la regla” no tiene sentido. Fue un error al tomarla del latín: «Exceptio probat regulam in casibus non exceptis», que significa que si hay excepciones, entonces tiene que haber una regla jurídica que las abarque. Lo mismo ocurre en la ciencia. Aunque los modelos más sencillos expliquen los casos ordinarios, se hacen teorías completas porque los casos excepcionales, en el sentido anterior, guardan verdades más profundas e interesantes. Por ejemplo, cuando las velocidades de los objetos están cercanas a la velocidad de la luz (esto es un caso excepcional, porque en la naturaleza sólo se conoce un ejemplo, la propia luz), entonces no vale la mecánica de Newton, se necesita la Relatividad de Einstein, que rompe con el paradigma anterior.

En el MCRC buscamos personas excepcionales, no pertenecientes a dos tipos de familias predominantes actualmente: la dogmática y la escéptica. Por un lado, el dogmatismo lo usan muchos políticos para aparentar que dicen la verdad. Por eso usan juicios analíticos a priori:

  • Un vaso es un vaso y un plato es un plato.” (Rajoy, intentando explicar que hay que respetar la ley),
  • (No se puede aplicar el 155) “sin que tengas actos jurídicos concretos, porque una moción es una moción.” (Rivera, argumentando en contra de aplicar el 155)

Por otro lado, el escepticismo radical al que conduce el sólo uso de juicios sintéticos a posteriori, es el mayoritario entre la clase política. Estos juicios son los propios del postmodernismo, donde ya no hay verdades absolutas:

  • Ni los de podemos son tan castos ni yo soy tan casta.” (Sánchez, llamándose a sí mismo casta),
  • “ hay posibilidad de entenderse con cualquiera.” (Errejón, sobre los pactos en Asturias.)

La Teoría Pura de la República construida a partir de mónadas políticas (distrito electoral) y del principio de Lealtad, consta de juicios sintéticos a priori, por eso es Ciencia Política. (ver ref [2]) Quien quiera leer este tipo de juicios y una solución excepcional al golpe de Estado de Cataluña, que lea el artículo: Estado de excepción, única respuesta efectiva a la secesión. Se trata de una solución excepcional, no por el nombre Estado de excepción, sino porque a ninguna fuerza política, ni a ningún intelectual se le ha ocurrido. Buena prueba de que ni saben lo que es España, ni saben qué hacer con Cataluña. Viven en un paradigma partitocrático antiguo y no tienen la capacidad resolutiva de los que procuramos la ruptura.

 

Referencias

[1] I. Kant, Crítica de la Razón Pura I, Orbis, Barcelona, 1984
[2] A. García-Trevijano, Teoría Pura de la República, el buey Mudo, Madrid, 2010
[3] J. B. Sancho Guimerá, Humanismo y espíritu de la Geometría, lección inaugural del curso académico de la U. Salamanca, 1988

 

 

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