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ROBERTO CENTENO.

Acabo de regresar de un viaje a EEUU, desde donde el futuro económico de España y de su sistema financiero se ven con creciente preocupación. El común denominador de las opiniones es la inquietud por el crecimiento incontrolado de la deuda pública, un 85% superior al del primer semestre 2012, lo que demuestra más allá de toda duda razonable el nulo compromiso del Gobierno de Rajoy con el recorte del gasto improductivo y clientelar; seguido por la creciente preocupación por la salud del sistema financiero, cuyos problemas distan mucho de haber terminado, y su incredulidad sobre las principales cifras de Contabilidad Nacional y balances bancarios, que son manifiestamente falsos.

En conjunto, estiman un final de año muy difícil para la economía en general y para el sector financiero en particular. Como señala Juan Laborda, uno de los pocos analistas de este país que analizan, “2012 fue peor que 2011, 2013 será peor que 2012 y ya veremos qué ocurrirá en 2014”. “La razón es muy sencilla, las causas que nos han llevado hasta la situación actual no solo no se han corregido, sino que han empeorado”, todo lo demás es un engaño y una pura farsa.

La escandalosa manipulación de las cifras de Contabilidad Nacional

Para la totalidad de las personas con las que hablé, la relación entre variación del desempleo y variación del PIB hace absolutamente imposible que el PIB sea el oficial. Cogiendo por ejemplo el año 2012, el PIB oficial cayó un 1,5% mientras que el desempleo subió un 3,9%. Esta relación es un imposible económico. Según la conocida Ley de Okun, “por cada 2% que desciende el PIB la tasa de paro aumenta un punto porcentual”, lo que significa que si el desempleo aumentó un 3,9% el PIB tuvo que caer en teoría un 7,8% y no un 1,5 %. Sin embargo, esta ley, que se cumple perfectamente para tasas de paro entre el 3 y el 7%, para tasas del 26% hay que extrapolar los modelos econométricos más recientes y la relación pasa a ser de 1,2 o 1,3 a 1, lo que significa que la caída del PIB en 2012 necesariamente tuvo que situarse ente el 4,6 y el 5%. La cifra oficial es un puro disparate.

Si en vez del año 2012 consideramos los cinco años de crisis desde 2008 a 2012, la cifra es un auténtico insulto a la inteligencia. ¿Se pueden creer ustedes que, según estos tramposos, el PIB de 2012 es, en términos reales, exactamente el mismo que en 2007? 1,049 billones de euros en 2012 frente a 1,050 billones en 2007. Resulta que tenía razón Zapatero: ¡no ha habido ninguna crisis! Mis amigos americanos se partían de risa con estas cifras. Ahora vayamos al desempleo: hemos pasado de una tasa del 8,6% en 2007 a otra del 26% en 2012, un aumento de 17,4 puntos. Eso quiere decir que el PIB no ha podido permanecer constante, sino que ha caído entre un 20,8% y un 22,6%, una media del 21,7% menos u 832.000 millones de euros, no 1,049 billones. Exactamente a la misma cifra llegó en este medio Juan Carlos Barba utilizando la evolución de los principales componentes del PIB estimados por indicadores independientes y no manipulables.

Otra manera de comprobar la flagrante manipulación de la cifra de PIB es su correlación con los ingresos impositivos, incluidos los de comunidades autónomas y Administraciones locales. En 2007 estos ascendieron a 212.000 millones para un PIB de 1,05 billones. En 2012, después de las mayores subidas de tipos impositivos de la historia que, si incluimos el impuesto de patrimonio, son no de los más altos, sino los más altos del mundo desarrollado. Los ingresos impositivos cayeron un 22% hasta los 168.000 millones para un PIB oficial supuestamente análogo al de 2007 en términos reales. La burla es tan inaudita que debería acarrear responsabilidades penales, ya que están engañando a millones, llevándolos a tomar decisiones disparatadas de compra o de inversión que les arruinarán o les ocasionarán grandes pérdidas.

El martes pasado el Sr. Linde, otro indigno gobernador del BdE de la talla de Mafo, engañó una vez más a los españoles diciendo que la economía ha tocado fondo y empieza la recuperación. ¿Cómo explica este señor las discrepancias abisales entre la actividad económica medida por la Central de Balances de su propio banco, que recoge una muestra de toda la actividad productiva (más de 10.000 empresas no financieras de todos los sectores: de la industria a los servicios, de la hostelería a la exportación), una muestra de nada menos que el 30% de la actividad productiva, lo que la convierte en la cifra más exacta posible sobre la evolución del PIB? Con las cifras oficiales del propio Banco de España, su diferencia es de diez a uno.

“Durante el primer trimestre de 2013 el VAB de las empresas colaboradoras con la Central de Balances se redujo un 5,8%, frente a un retroceso del 3,6% de un año antes. Las operaciones con el exterior crecieron un 3%, frente a un ascenso del 9,5% en el primer trimestre del pasado ejercicio. El peso de la actividad exportadora supone un 16,8% del total de ventas”. “En el desglose sectorial la energía registró la mayor caída -un indicador inequívoco del desplome económico en el trimestre – 7,8% frente al 1% un año antes. Los descensos en los sectores de comercio y hostelería y de información y comunicaciones fueron también elevados (6% y 4,9%). “La caída del empleo medio fue el doble de la del año anterior”. Es decir, según la Central de Balances, el PIB de España se redujo un 5,8% en el primer trimestre de 2013; según la Contabilidad Nacional, el 0,5%. Es simplemente de escándalo.

En la misma línea oficial de engaño y ocultación masivos se pronuncian los servicios de estudios del BBVA y La Caixa. Una vez más han mentido. ¿Y van cuántas desde 2006, cuando negaban por activa y por pasiva que existiera una burbuja inmobiliaria? ¿Cuántas desde 2008, cuando de la mano de Zapatero, “el mejor presidente de la Historia de España” según el mayor banquero del país, negaban que hubiera ninguna crisis? ¿Cuántas desde 2009 y siguientes cuando, pillados hasta el cuello en el agujero que ellos mismos habían excavado con su incompetencia y su inaudita falta de previsión, manipularon masivamente la realidad de sus balances con la ayuda del gobernador del BdE? Decía el miércoles D. José María Nim, CEO de Caixabank, que la clave de cualquier análisis económico son los “hechos y los números”, y que son ellos los que llevan a pensar a Caixabank que España se encuentra ya en una zona de inflexión. El Sr. Nim, como antes Zapatero y ahora Rajoy, sigue tratando a los españoles como imbéciles.

Otra cifra manipulada hasta la náusea es el paro registrado, tanto que para todos los analistas no atados al pesebre es un dato que debería dejar de publicarse ya que no significa nada, y en todo caso siempre corregido de estacionalidad. Como señalaÁngel Laborda, otro de los pocos analistas que sí analizan, “no se entiende que haya una diferencia de más de un millón entre el paro registrado y el estimado por la EPA, o que en junio el paro registrado bajara 127.000 personas cuando los afiliados a la Seguridad Social sólo aumentaron en 27.000”.

La banca, después de recibir 275.000 millones, sigue al borde del abismo

Después de recibir más de 275.000 millones de dinero público -entre inyecciones de liquidez, garantías contra pérdidas, Sareb, avales y otros-, de nuestro dinero y del dinero de nuestros hijos y nietos, la banca española afronta riesgos “potencialmente destructivos”, según la Comisión Europea. Todos los análisis sobre la situación de la banca empiezan por afirmar que el saneamiento está encauzado -¡estaría bueno que después de recibir el 27% del PIB no fuera a estar encauzado!–, pero a continuación todos explican que la situación dista de haberse arreglado y, sobre todo, que los riesgos son muy altos y algunos letales.

Para la troika, la banca española está inmersa en un círculo vicioso autodestructivo: “Como consecuencia de sus propios problemas la banca cada vez reduce más el crédito a la economía productiva y a las familias, lo que hace imposible la recuperación, la morosidad aumenta y el valor de los activos disminuye, los bancos prestan menos ante las necesidades de capital y vuelta a empezar”. La cifras de reducción de crédito a la economía productiva y a las familias son aterradoras. Partiendo de una sequía brutal de crédito en 2012, este se redujo 175.000 millones de euros: ¡el 17% del PIB! Y en 2013, extrapolando lo ocurrido en su primera mitad, la reducción será de 100.000 millones adicionales. ¡Cómo va a salir de la recesión un país con un grifo ya seco a cuya economía productiva le reducen crédito en el equivalente al 27% del PIB!

Para la mayoría de los banqueros, 2013 iba a ser el año de la recuperación de sus beneficios y la vuelta a la normalidad, tras los gigantescos saneamientos con el dinero de todos los españoles. Y llegamos a julio y resulta ser todo lo contrario: la banca se encuentra ante una segunda mitad de año francamente preocupante, con las nuevas provisiones por los refinanciados comprometidas con la troika, el canje de las preferentes de los bancos nacionalizados y la eliminación de los suelos de las hipotecas, y luego la bomba: la morosidad, esa que había tocado techo gracias a las compras de Sareb al doble de su valor de mercado con nuestro dinero. La morosidad se encontraba en el 10,9% en abril, nada menos que en 167.000 millones de euros, pero como señala el último informe de Merrill Lynch del pasado día 8 de julio, “si añadimos los activos dudosos transferidos a Sareb, la cifra asciende a 211.000 millones”.

“Adicionalmente -continúa Merrill en su análisis- el dato oficial de 167.000 millones no incluye los 131.000 millones de préstamos reestructurados o refinanciados, considerados no morosos (67%) o subestándar (33%). El sistema bancario tiene más de 60.000 millones en activos inmobiliarios no incluidos además de los transferidos a Sareb. Si ajustamos el ratio de morosidad con estos nuevos activos inmobiliarios (Sareb más sistema bancario) y los préstamos reestructurados subestándar, el ratio de morosidad real asciende a más del 20%, 313.000 millones. “Y si bajo un análisis más severo también incluimos los préstamos refinanciados presuntamente no morosos, el ratio de morosidad de la banca española sería de más del 24%”, o 368.000 millones de euros.

Y lo más importante, el entorno macroeconómico hará que la morosidad continúe subiendo, se generan muchas menos hipotecas que hace un año, muchos menos préstamos, el volumen de las tarjetas de crédito sigue bajando y los depósitos están cayendo un 1% mensual, signos inequívocos de que la economía empeora, a lo que se une la creciente preocupación por la enorme acumulación de deuda pública, algo que podría ser potencialmente letal. Hechos y números, Sr. Nim, estos son los hechos y los números de verdad, no la sarta de mentiras que nos cuentan usted y sus colegas para congraciarse con un Gobierno de tramposos que, como señala la prensa alemana esta semana, “si solo una parte de lo publicado -papeles de Bárcenas- fuera cierto, no estaríamos ante un Gobierno, sino ante una mafia”.

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