Vicente Dessy Melgar

VICENTE DESSY MELGAR.

Corredor de fondo, no mires a los lados. Que nada te distraiga de tu camino. Que nada te aparte de tu meta. No necesitas compañeros de esfuerzo. El camino hacia tu  destino debes recorrerlo en soledad. Adéntrate en el bosque, aunque sea de noche, aunque parezca que estás perdido. Confía en tu instinto, en tu intuición. Otros te han precedido en tu camino. Mira hacia adelante, van delante de ti, te marcaron el paso, esperan que tú pases por dónde ellos pasaron. Confía en las estrellas cuando puedas verlas. Siempre estarán ahí para ti si sabes verlas. Te rodea la belleza de la noche serena. No necesitas más. No mires a los lados. Concentra tu mirada y tu esfuerzo en lo mejor del camino. Si alguna vez te crees perdido, alza tu mirada y verás las pisadas de quienes te precedieron. Recorre el camino mientras tengas tiempo. Ni siquiera necesitas detenerte a recoger las flores que salen a tu paso. El tiempo siempre será breve en comparación con la grandeza del camino pero emprendido en su momento, llegarás a la meta con todos y a tiempo. Desoye a quiénes no te comprendan. No les fue dado entender nada que trascienda su miserable existencia. No son ellos quienes te enseñarán en qué consiste la vida. Que para ti sólo puede significar llegar a la plenitud de tu ideal mirando hacia atrás sonriendo. Corredor de fondo en días soleados y lluviosos, corre hacia dónde sale el sol, la luna siempre te acompaña y deja ver tu sombra a quienes te sigan. No harás este camino acompañado aunque muchos te precedan. Cada uno debe recorrerlo en soledad, conquistar el ideal cada tramo del camino. Para eso sólo necesitas la fuerza de tu espíritu. Corre más veloz que el viento, que nada te detenga. Justifica tu vida, tu tiempo. Si una vez viste tu noble ideal, sírvele con lealtad todo el tiempo que la vida te conceda. Esa es la excelencia cada día, la búsqueda de la belleza permanente. Y eso sólo lo puede hacer quién no se detiene en lo vulgar. Corre, ve más allá, no tengas miedo. En la soledad del bosque acuérdate de mí, que te precedí, por allí pasé, a ti te dí mi antorcha para que tú se la des a otros. Ilumina tu vida con la luz de tu ideal. Clava tu mirada en las estrellas, sal de ti mismo y ya no  te detengas. Anda encaminado. No harás camino al andar, no olvides nunca eso. Nada te hará más feliz que la lealtad a tus principios. Y tampoco olvides que comenzar tu camino es más de la mitad del camino. La libertad te guía y en la mitad de la noche verás cómo te tiende la mano hacia las estrellas. Siempre hacia las estrellas.

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