Vicente Carreño

VICENTE CARREÑO CARLOS.

Entonces, si estamos de acuerdo en que no vivimos en una Democracia, si tenemos claro que vivimos en un régimen de poder oligárquico donde no hay separación entre el poder Legislativo y el Ejecutivo, y donde la potestad de juzgar no es independiente de ninguno de los otros dos poderes porque el órgano de gobierno de los jueces, -el Consejo General de Poder Judicial-, es elegido y nombrado por los partidos políticos estatales.

Entonces, si lo partidos políticos se han convertido en órganos del Estado, pagados por el estado, y han abandonado su lugar propio que es la Sociedad Civil, y han dejado a esta sin mediación política ante el Estado. Si los ciudadanos no están representados en las instituciones del Estado (Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, Parlamento, Gobierno) porque las listas electorales son hechas por los jefes de los partidos, porque no son candidaturas uninominales, porque los distritos electorales son las provincias, porque el sistema proporcional corregido por la Ley D´Hont no garantiza la representación de la sociedad, porque los Diputados votan por mandato imperativo de sus jefes de partido… y no en defensa de los intereses de los electores.

Entonces, si sabemos que en el Congreso de los Diputados, en los parlamentos regionales y en los ayuntamientos no existe la capacidad de controlar al ejecutivo porque en esas instituciones, siempre manda e impone su voluntad el presidente del gobierno, el presidente autonómico ó el alcalde.
Entonces, si tenemos un Tribunal Constitucional que es un tribunal político, Elegido y nombrado por los partidos políticos para perpetuar el régimen monárquico de partidos estatales.

Entonces, si estamos sumidos en una crisis de Estado por causa de la gran crisis institucional, la corrupción de la monarquía, de los partidos políticos estatales, del gobierno, de las comunidades autónomas, de los ayuntamientos… si conocemos que existe una corrupción generalizada del sistema político español a causa de la ausencia de controles políticos.

Entonces, si conocemos que en España realmente legislan las grandes empresas petroleras, las eléctricas, las del gas, las de telefonía y la banca… si sabemos que los medios de comunicación están al servicio de todo este entramado; adscritos y convenientemente relacionados con grupos de presión financieros. Conociendo además que a muchos partidos políticos les son condonadas sus deudas en los bancos…

Entonces, si sabemos que sin Democracia no es posible que los ciudadanos accedan al poder político, elijan representantes a la Asamblea Nacional, elijan gobierno, elijan alcaldes y concejales y participen en política. Si conocemos la verdad de que hoy en España solo plebiscitamos listas de partido hechas por 6 ó 7 personas para todo el país, de que no podemos elegir y deponer a nuestros representantes y gobierno.

Entonces, si no tenemos Libertad Política, ¿por qué permitimos el secuestro de nuestros derechos políticos y de nuestra Libertad por parte de esos mismos partidos políticos?. ¿Por qué aceptamos que nos digan que hay que participar en política, si luego nos niegan la posibilidad de elegir y deponer a los que nos han de representar y gobernar?. ¿Por qué nos machacan con eso de que votar es un deber cívico, y no un derecho político?. ¿Por qué preparan ellos las candidaturas?. ¿Por qué imponen el mandato imperativo sobre los diputados y concejales?. ¿Por qué defienden el sistema proporcional y no el mayoritario a doble vuelta?. ¿Por qué los partidos políticos tienen miedo a la libertad?.

Eso es. Miedo a la libertad, miedo a que el pueblo o la ciudadanía, -como a ellos les gusta decir-, elijan. Ellos dicen: el pueblo se equivoca, el pueblo no sabe, el pueblo es de derechas, el pueblo es de izquierdas… por eso nosotros tenemos que guiarlo, tenemos que corregir sus vicios, estamos obligados a decidir por el pueblo; y así las cosas, impongo una sistema electoral proporcional corregido por la ley D´Hont, y hago distritos grandes, y no dejo que el pueblo elija al jefe del estado o presidente del gobierno en elecciones separadas de las de diputados… hago que sean ellos quienes lo plebisciten, eso sí, presento las elecciones legislativas como si fueran presidenciales.

Ya está, los jefes de partido eligen a sus diputados, el pueblo les da un tanto por ciento, se reúnen se ponen de acuerdo y ellos eligen a quien previamente les ha puesto en las listas. Este, el jefe, manda en todo, manda en el partido, manda en el parlamento, manda en el gobierno, manda en RTVE, en el Consejo General del Poder Judicial, en el Tribunal Supremo, en el Tribunal Constitucional, en el Tribunal de Cuentas, en el Defensor del Pueblo…

Estos son los que nos han traído a la situación actual: paro de 6.000.000 millones de personas, recortes en servicios sociales, recortes salariales, crisis financiera, subyugación a los intereses de Alemania y otras potencias extranjeras, crisis moral, crisis de valores, corrupción estructural, crisis de Estado y de Gobierno. Ayuntamientos y Comunidades Autónomas arruinadas.

Entonces; yo les propongo que sean valientes. Tengan ustedes valor, señores de los partidos, -todos, uno por uno-, sí, los que están cómodamente instalados en el Estado, miren, les propongo que hagan como en nuestra vecina nación, la República Francesa: separen la elección de Diputados y Jefe del Estado o de Gobierno en dos elecciones diferentes. Para las del Jefe del
Estado en distrito único de toda España a doble vuelta y por mayoría. Para la de los Diputados en distritos pequeños, en candidaturas uninominales y a doble vuelta también. Dejen de meter sus narices en el órgano de gobierno de los jueces, sí, dejen que el CGPJ se constituya como un verdadero órgano independiente del Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo.

Señores diputados, señores senadores, señores concejales, señores alcaldes, señores presidentes de todo y de la nada, señores miembros de los partidos políticos… Quizás sea España el país más corrupto de Europa, y eso se lo debemos a ustedes, al Rey, al Gobierno, a la Ley Electoral, a la no separación de poderes, a que los ciudadanos no están representados, a esta oligarquía de partidos estatales, que solo ha pensado en repartirse el Estado en proporción ajustada a sus porcentajes electorales.

Entonces, ciudadanos, nosotros a lo nuestro: a conquistar la Libertad Constituyente, a por la Democracia y a por la Libertad Política Colectiva, que ya es hora.

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