Paco Bono Sanz

PACO BONO.

Artículo 1.1

España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. MENTIRA.

 Análisis: ¿Qué es un Estado social? Mira que les gusta añadir la palabra social a todo cuanto desean relacionar con el pueblo, con los súbditos. España constituye, afirman. Pero España no puede constituir ningún Estado democrático mientras no se establezca una separación de poderes de raíz y un sistema de elección representativo. ¿Y lo de la propugnación de la justicia como valor superior del ordenamiento jurídico? ¡Menuda perogrullada! En cuanto a la libertad, ¿a qué libertad se refieren?, porque sin libertad política, no hay garantías de ningún tipo de libertad, sino meras concesiones civiles. Del pluralismo político… una constitución que verdaderamente constituyera no apelaría jamás al pluralismo político, ya que su poder constituyente derivaría de la libertad política, representando a la sociedad civil, a la nación, y siendo por tanto plural en sí mismo. No necesitaría reivindicarse.

Artículo 1.2

La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. FALSO.

 Análisis: Según la RAE, soberano es aquel que ejerce o posee la autoridad suprema e independiente, y la autoridad es el poder que gobierna. En España no hay soberanía nacional, en todo caso estatal, y de ningún modo emanan del pueblo los poderes del Estado, porque ni hay ni libertad política ni democracia, y no las ha habido nunca. La realidad es que el pueblo obedece y acepta lo que dicta el Estado de partidos subvencionados, cuya soberanía reside en el consenso, ese golpe de Estado llamado Transición, que tiene su origen en el propio Francisco Franco, quien nombró a Juan Carlos su heredero a título de Rey para que luego obrara como un traidor no al dictador, sino a su padre y a la Nación a la que privó de la oportunidad de la libertad política.

Artículo 1.3

La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria. VERDADERO.

 Análisis: Aquí se dice por primera vez una verdad sobre este régimen, y con ello se cae en una nueva contradicción, ya que la forma de Estado monárquica es incompatible con la forma de gobierno democrática. Un parlamento que representa al Estado de partidos y no a la sociedad civil es un foro inane, un lugar donde se habla mucho y no se debate nada, porque lo que allí se aprueba ya se ha dictado en los despachos de las de las formaciones políticas.

Artículo 2

La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas. FRAUDE.

 Análisis: La unidad de una Nación jamás se puede garantizar con una ley estatal. Como afirma Don Antonio García-Trevijano, la Nación es anterior a todo Estado. Una Nación acarrea una sola nacionalidad, nunca varias. Apelar a la solidaridad de las falsas nacionalidades y regiones significa invitarlas a una adhesión circunstancial a una causa. España no es una causa, sino el resultado de una larga historia, una consecuencia. De nuevo entra esta falsa Constitución en los términos inconcretos del voluntarismo más inútil. No necesitamos ninguna ley para saber que somos españoles y que esta es nuestra patria. ¡Qué grave error vincular la supervivencia de España a un texto, por otra parte, tan lamentable!

Continuará…

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