ALMUDENA NEGRO.

Lo que le faltaba al PSOE. En un mismo fin de semana aparecen Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero para decirle a un Rubalcaba que no levanta cabeza lo que debe de hacer. El túnel del tiempo. En el caso de Zapatero, al que todos culpan de la debacle del partido que fundara Pablo Iglesias, algo anecdótico. Nadie le hace caso. Sonsoles no lo comprende y se queja en público.

El caso es que ZP se limitó a, en su línea, decir cuatro bobadas sin contenido y a reivindicar su gestión, la del desastre. Algo tan vacuo como el vídeo antiviral –largo, pesado- que “no tiene nada que ver con Carmen Chacón” que presentaron hace unos días un grupo de militantes del PSOE pidiendo un giro hacia la extrema izquierda.

La prensa se afana estos días en mitificar al señor del paro, presidente de los gobiernos de los GAL, Roldán y Filesa. Al señor que destruyó el sector de la construcción naval, del señor de la desindustrialización y que firmó un acuerdo de entrada en la Comunidad Económica Europea claramente lesivo para sectores fundamentales españoles, como el lácteo, el señor que dejó a España con una dependencia energética que hace que nuestra factura de la luz sea de las más caras del mundo… De Suárez a González. De la Transición al felipismo. Mitos.

Empero, desde la óptica de las oligarquías, que ven cómo el chiringuito se les está viniendo abajo, no es equivocado el mensaje. En realidad el discurso de Felipe González, pidiendo tener vocación de mayoría, supone una enmienda a la totalidad de la última década de los de Ferraz, entregados desde la caída del Muro de Berlín a las minorías radicales defensoras de bioideologías como el feminismo o el ecologismo.

En poco se parece el PSOE a los partidos socialdemócratas, que no socialistas, europeos. González, sin duda pensando en cómo acabaron la democracia cristiana y el PS italianos, habla de consenso, refiriéndose, por supuesto, al consenso de 1978. Algo que no respetó, y así ha acabado la cosa, Rodríguez Zapatero empeñado en expulsar de la vida pública al Partido Popular y meter en el consenso a los terroristas de ETA. No por casualidad ha sido bajo los gobiernos del contador de nubes, que es consecuencia y no causa, cuando el êthos de la nación ha terminado de ser liquidado.

En realidad Felipe González lo que quiere es que su partido, el PSOE, vuelva 20 años atrás. No se sabe si con propósito de enmienda, aunque nada parece indicar que sea así. Pero eso, en cualquier caso, ya se sabe que es imposible.

twitter @almudenanegro

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí