La campaña electoral catalana se ha transformado por fin en lo que desde un principio debió ser: un chequeo a la gestión de CiU y su presidente Artur Mas y exactamente lo mismo para la labor de control de la oposición. Pero hasta el pasado día 16, sólo se hablaba de soberanismo, referendum y derecho a decidir y nada sobre la gestión y limpieza del dinero de los contribuyentes. Todo cambió ese día porque irrumpieron en campaña las investigaciones policiales contra uno de los regímenes políticos más corruptos de las regiones de la Unión Europea (se han computado 11 grandes casos de corrupción desde la Banca Catalana de Jordi Pujol, una especie de Bankia que quedó impune en los años ochenta). Y casi todos terminaron en prescripción, al dejar pasar los plazos. Nunca se encuentra el momento oportuno para investigar la corrupción en Cataluña, donde hasta el abogado de Jordi Pujol, Joan Piqué Vidal, terminó en la cárcel por el “caso Estevill”.

Aunque el asunto ha llegado a todas las redacciones de prácticamente toda Europa, se ha producido algo anómalo en una de ellas: el diario “El País” sorprendió a sus lectores con su defensa cerrada de CiU tras descubrirse las cuentas bancarias en las que Artur Mas aparece como “beneficiario” de las de su padre en el Principado de Liechtenstein. Y aún más estupefactos debieron quedarse al leer un curioso titular que inmortalizará los anales de la historia del periodismo: “Un informe fantasma pone bajo sospecha a Artur Mas sin indicios”.

¿Se han colado los fantasmas en la sede del diario de Miguel Yuste?  Cuando ayer el periódico “El Mundo” reproducía varios folios del informe con el anagrama de la citada brigada antiblanqueo, cuya veracidad se intuía desde la primera entrega de esta investigación, algunos periodistas de “El País” que aún no han sido víctimas del ERE también se sonrojaron. El éxito de la noticia desarrollada por Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta, autores del libro “Urdangarín: un conseguidor en la Corte del Rey Juan Carlos”, intentó ser desmontado por CiU y ERC con los mismos argumentos que “El País”: un informe “fantasma” en el argot periodístico es como un “gol fantasma” en fútbol: un informe que no existe, inventado, una intoxicación. La coletilla “sin indicios” era innecesaria, pues éstos abundaban en la noticia.

 

 

“Lo que ha salido es un panfleto político” alega también la familia Pujol. Y añadía: “Son capaces de organizar cualquier campaña de provocación diciendo bestialidades. Y esta vez esa campaña tiene más decibelios, porque nos jugamos mucho más. En esa guerra sucia, utilizarán todo lo que tengan a mano, la mentira, la calumnia, la difamación e incluso son capaces de fabricar pruebas aunque éstas sean falsas. Pido que la gente esté a nuestro lado, no para tapar nada”. Desde ERC también le echaba un capote Carod Rovira: “Burdas falsificaciones de documentos, que afectaban a Josep Lluís Carod-Rovira, que simulaban papeles bancarios y que eran detectables a simple vista, aunque por cuestiones políticas algunos medios prefirieron darles credibilidad”, decían en ERC. Y el exlíder de ERC remataba en Twitter:”Linchamiento, mentiras, cuentas corrientes en Suiza y soledad personal. Sé de qué va. Salió por todos los lados. El desmentido judicial posterior, casi por ninguna parte”.

A la espera de que finalice el trabajo de la Brigada de Blanqueo de Capitales y la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal, algo ha quedado al menos claro: Artur Mas es beneficiario de una cuenta en Liechtenstein y Jordi Pujol y su familia celebraron con una “megafiesta” en Acapulco (Mexico) su inversión en el Hotel Encanto por valor de 125 millones de dólares. Y aunque es cierto que existe un empresario inmobiliario homónimo que vive en la misma calle que Pujol, la prensa mexicana difunde unas fotografías de la fiesta en la que el honorable es inconfundible.

Algunos simpatizantes socialistas, que son los habituales lectores del diario El País, se preguntan en algunos foros como su diario puede salir en defensa de Artur Mas y Jordi Pujol en plena campaña electoral catalana y poner en tela de juicio los datos de una investigación fiscal en un caso de corrupción. Es algo cuando menos inusual, aunque la exclusiva haya sido de un diario de la competencia. O como ha dicho un suscriptor con cierta ironía: “Seguro que es cosa de fantasmas”.

 

Jaume Camps, tesorero de CiU
Jaume Camps, tesorero de CiU

 

Y es que en 1999, cuando llovía sobre mojado y seguían produciéndose casos de corrupción en CiU con el mismo “modusoperandi” que los de ahora con Artur Mas y Jordi Pujol, el diario El País era menos benevolente: “CDC sale en defensa de su diputado que recibió 40 millones de De la Rosa”, titulaba el diario, para contar en sus páginas que “Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), el partido que preside Jordi Pujol, cerró ayer filas en defensa de su diputado en el Parlamento catalán Jaume Camps, que cobró 40 millones de pesetas en Suiza del financiero Javier de la Rosa, según la documentación aportada al juicio que se sigue en Londres contra los ex directivos de Torras-KIO. Dirigentes de CDC como Miquel Roca, Artur Mas, Josep López de Lerma, Joaquim Molins y Pere Esteve defendieron a Camps”.

La documentación aportada en el Tribunal de Londres revelaba que De la Rosa ordenó el 8 de octubre de 1990 al Bankers Trust de Ginebra pagar 40 millones a Camps. “Las noticias publicadas en EL PAÍS con fecha 28 de abril”, se defendía Camps, “no responden a la realidad, ya que los hechos dimanan exclusivamente de las actuaciones profesionales como abogado, y en calidad de mandatario y, por tanto, por cuenta y representación de clientes del despacho, entre los cuales no se encuentra ningún cargo público o político en ninguno de los supuestos. Ni yo mismo ni mi familia próxima tenemos ninguna cuenta corriente en el extranjero ni hemos recibido ninguna cantidad en el extranjero en nombre o en beneficio directo o indirecto, propios o personales”.

Y Artur Mas, entonces presidente de la Federación de CDC en Barcelona y consejero de Economía del Gobierno catalán, manifestaba su “total y absoluta confianza, así como la de toda la federación, en la honorabilidad” de Camps. “Una vez conocido su comunicado de prensa, y después de haber hablado con él, no me queda ninguna duda, que, de otro lado, tampoco había tenido nunca, del rigor de su actuación profesional y de su total y absoluta honestidad”, dijo Mas.

Felix Millet financiaba a CiU desde el Palau
Felix Millet financiaba a CiU desde el Palau

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