Un grupo de profesores, agrupados en el blog “Profesorado Indignado”, ha puesto en marcha una campaña en internet en la que reclama acabar con los privilegios de los diputados y eurodiputados españoles. Por esta razón, han echado cuentas sobre el coste de los vuelos a Bruselas y Estrasburgo de los 54 políticos españoles que disfrutan de esta bicoca y han llegado a la conclusión de que “un vuelo de Barcelona a Bruselas, en “Bussines Class” de Iberia, ida y vuelta, cuesta unos 1.297 €. Con Vueling, clase turista, unos 150 euros. Con el coste de cada viaje de un eurodiputado en clase bussines, se paga un maestro durante 20 días”.

“Se trata de que cada destinatario reenvíe este e-ma il a su lista de contactos (con CCO), y a la vez, pedir a cada uno de ellos que hagan lo mismo. En tres días, la mayoría de las personas de este país tendrán este mensaje”, proponen estos profesores, que han colgado en su blog una serie de privilegios de los que gozan los políticos españoles en materia salarial, laboral, pensiones, infraestructuras, regalos, viajes, etc.

La polémica tuvo lugar el año pasado (2011) y algunos eurodiputados entonaron un “mea culpa” y anunciaron que suprimirían el privilegio del “business class”. La entonces responsable del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, se aferró al mismo argumento: “Lo importante y lo que valdrá será cuando se aprueben los Presupuestos a final de año”. Y Mayor Oreja anunció incluso que “la posición de la delegación española va a ser un documento en donde expresemos que estamos a la cabeza en la austeridad, no sólo en los viajes sino también en lo que significan los fondos que administran los eurodiputados”. Un año después siguen igual y a final de este año 2012 se votará por segunda vez esos Presupuestos que prometieron cambiar.

 

 

Y es que ellos lo tienen claro: el antiguo dirigente del Partido Popular de Catalunya, Alejo Vidal-Quadras -también ex vicepresidente de la Cámara europea- defiende la necesidad de viajar cómodamente. “El 95% de los vuelos de los eurodiputados son en business porque volar hasta 300 veces al año requiere unas condiciones físicas adecuadas intrínsecas a nuestro trabajo. No se trata del lujo, el placer o el capricho, sino que responde a una necesidad objetiva para personas obligadas a hacer hasta muchas horas completas de vuelo para que puedan viajar en condiciones de comodidad. Yo estoy muy tranquilo y considero que lo que hago está en consonancia con la ética de un político. Cada uno que haga su propio análisis según su saber y entender, pero yo estoy muy tranquilo”, ha explicado. Su jefe de filas, Jaime Mayor Oreja, calificó la enmienda que pretendía abolir su privilegio aéreo como “extemporánea”.

El socialista López Aguilar piensa igual y para justificarse aclara que no solo los eurodiputados viajan en business sino que también lo hacen los diputados y senadores en España o los funcionarios comunitarios. Además recuerda que cuando llegó al Parlamento europeo se encontró ya con el estatuto del diputado, tanto salarios como viajes, pero “la votación es un debate que falsea la realidad y solo sirve para desprestigiar la clase política. Un debate que además no ha tenido la misma intensidad en otros países europeos que en España”. López Aguilar, ha explicado que los eurodiputados viajan en primera “por flexibilidad”, dado que por la gran cuantía de viajes que realizan “a menudo es necesario hacer varios enlaces y cambiar vuelos”. Otras diputadas socialistas como Iratxe García e Inés Ayala defienden el privilegio: “La cuestión no es turista sí o no, eso es solo una medida que puede quedar bien de cara a la galería”.

 

 

El eurodiputado Willy Meyer, de Izquierda Unida, cuyo grupo fue el que presentó la enmienda objeto de la polémica, sostiene que “no hay que hacer populismo porque de lo que se trata es de garantizar que cuando llegue a la Eurocámara es para trabajar”. Y sobre los viajes afirma: “Debo decir que tengo un vuelo en clase a turista a Bruselas que me cuesta más que en business y no me pregunté usted por qué”.

Sosa Wagner, de UPyD, coincide: “Los billetes en “Business” tienen flexibilidad total y se pueden cambiar o anular sin coste, proporcionando al diputado un instrumento mejor para realizar sus funciones y adaptarse a los cambios. Por nuestra situación, muchas veces debemos cancelar los viajes, y viajando en turista hay recargo por el cambio, algo que no sucede en business. Al final volar en primera clase supone un ahorro para el Parlamento Europeo”.

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