FLOREN DIMAS.

Tras los últimos escándalos promovidos por la Casa Real, a lo que preceden divorcios de facto, amancebamientos, malversaciones de dinero público, casorios y detentación de privilegios ilegítimos entre una parentela de indeseables, e implicaciones filiales en negocios imputables y delictivos, siendo generoso el espacio que los medios de comunicación dedican a estas borbonadas, perdón, quise decir bribonadas, no acaba de estallar lo que promete convertirse en el gran tema a debate del siglo XXI en España: el cambio en la forma del estado. Monarquía o República.

Por encima de cualquier otro motivo, y pese a los desmedidos recursos que la actual forma del estado dispondría para justificarse de una vez y por todas, abriendo este debate a tutiplén, para acabar argumentalmente con la opción republicana, ni la Corona, ni los gobiernos del PSOE y del PP, abanderados de la monarquía juanfranquista, han querido nunca permitir este debate en los medios de comunicación, y menos aún en sede parlamentaria. ¿Por qué?

La respuesta es: porque la defensa de la Monarquía como forma del estado en España es insostenible. Sobre todo después de ver este  vídeo. La legalidad y la legitimidad del Rey y de la Corona, se hunden en el lodazal de la ignominia en la que se han instalado, y no existe argumento alguno capaz de justificar las siguientes circunstancias:

  1. Que el actual Rey de España no haya jurado la Constitución, base jurídica de su reinado.
  2. Que el juramento de fidelidad personal a Franco, que Juan Carlos formuló solemnemente, sigue estando vigente, al no haber abjurado del mismo para no incurrir en perjurio (un caso único en el mundo).
  3. Que el referéndum de 1978, base legal que se atribuye la actual Monarquía, no disfrutó de las condiciones ambientales de libertad, al estar secuestrada la voluntad popular bajo amenaza de la cúpula militar, de dar un golpe de estado involucionista. Es decir, un Franquismo sin Franco.

Y un argumento histórico más: la estirpe de estos Borbones del siglo XX, están marcados por su colaboración con un régimen totalitario como el de Franco. En 1937, el padre del Rey, Juan de Borbón, solicitó a Franco prestar sus servicios para luchar contra la República, al lado de sus generales golpistas, de los fascistas italianos y de los nazis alemanes. Caso único en las familias reales europeas, que se exiliaron para combatir a estos regímenes desde el exilio.

Su hijo Juan Carlos, en calidad de Príncipe de Asturias, declarado sucesor por el dictador, ocupó provisionalmente el cargo de Jefe del Estado franquista, sustituyendo a Franco durante su enfermedad, es decir, sosteniendo y legitimando un régimen de naturaleza criminal. Padre e hijo (don Juan de Borbón y don Juan Carlos) se sometieron voluntariamente doblando servilmente la cerviz ante don Francisco Franco. El hijo político del tirano, aún no la ha levantado.

Pero, mejor que nada, pasen y recréense con este documental sobre un reportaje del NO-DO.

Y si a alguien le apetece, que salga defendiendo la legitimidad de la realeza de don Juan Carlos.

Cuando acabe, nosotros lo pondremos ante este vídeo.

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